La decisión de Iván Duque de objetar seis puntos del articulado de la Ley Estatutaria de la JEP tiene preocupados a quienes siempre han defendido este proceso para acabar con el conflicto más largo de América Latina y para que la desmovilizada guerrilla que lo representaba, las Farc, nunca más vuelva a las armas.
Hoy eso está en duda y son distintas las voces que cuestionaron las objeciones de Duque al considerar que lo único que hacen es llevar al proceso de paz a cuidados intensivos y darle fuerza a las facciones que, incluso dentro de Farc, están desconfiados de que el Estado cumpla y cada vez miran más hacia el monte.
En diálogo con KienyKe.com, Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, consideró que el efecto inmediato será el fortalecimiento de las disidencias en las regiones, considerando que será insoportable la inseguridad jurídica y política para numerosos excombatientes que ya venían dudando del proceso.
"Más allá de la discusión sobre la abierta inconstitucionalidad de estas objeciones, creo que que la inseguridad jurídica será ahora inmensa para los exguerrilleros, sobre todo en lo referente primero al artículo de las amnistías y la lista de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, y segundo sobre el futuro del acto legislativo que va a presentar el presidente y al que se le pueden ir varios micos más", advirtió.
Justamente, Duque anunció que, además de sus objeciones, junto al partido que lo llevó al poder, el Centro Democrático, presentará un proyecto de acto legislativo para hacer reformas a la JEP que podrían ampliarse a otros temas fuera de los seis puntos objetados.
"Esto va a terminar fortaleciendo las disidencias. Si el uribismo ganó bajo la premisa de no más Farc, no entiendo qué hacen reviviéndola de esta manera, ¿cúal es el afán si ya la teníamos desarmada? Esto causará en el terreno un pánico inmenso entre las bases de los excombatientes, lo que va a llevar a que las disidencias crezcan. Ese vacío jurídico lo responden yéndose para el monte", argumentó Ávila.
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Cepeda: "No caigamos en catástrofe"
Por su parte, el senador Iván Cepeda (Polo Democrático) cree que ante un escenario que podría ser el del fortalecimiento de las disidencias, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) tiene la oportunidad de aferrarse a su misión democrática para evitar que haya pánico.
"Creo que como lo dijo esta mañana la presidenta de la JEP (Patricia Linares) la jurisdicción va a seguir trabajando. Por supuesto que esta decisión de Duque genera malestar y preocupación, pero la jurisdicción continúa su labor, va a seguir produciendo resultados y será de ellos que se dé un mensaje de tranquilidad para que tampoco entremos en una situación de pesimismo y catástrofe", afirmó
"Por supuesto que viene una situación muy fuerte en el Congreso, porque no vamos a permitir que después de haber construido con tanto esfuerzo el Acuerdo de Paz, ahora se pretenda destruir este trabajo. El hecho es que hay un bloque de congresistas que sin importar las diferencias políticas estamos por la paz y que vamos a dar una discusión muy frentera en el Legislativo para determinar si el mandatario está procediendo de forma inconstitucional, dado que ya hay voces como la del señor procurador que advierten de ello", agregó.
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Precisamente el Partido Liberal, que ayudó a llevar a Duque al poder al alinearse con su coalición de campaña presidencial, está hoy distanciado del oficialismo, retomando sus valores tradicionales y asegurando "para destruir la JEP no cuenten con nosotros". En La U impera completa división frente al tema, dado que existe una facción que, liderada por Roy Barreras y con por lo menos 16 congresistas, podría incluso escindirse del partido al considerar que ya no está blindando la paz legada por Juan Manuel Santos.
Frente a ello, Ávila aseguró que ansía que en este caso prime el bien común: "Espero que los liberales y La U hagan honor a su coherencia política y devuelvan esto que ha hecho el presidente. Pero igual si no se logra esto en el Congreso, estoy seguro de que la Corte Constitucional blindará la JEP y mantendrá lo que ya había decidido sobre la Ley Estatutaria".
Contraste
Desde la derecha nacional, el historiador y exsenador Alfredo Rangel difirió de lo anteriormente expuesto: "Creo que la democracia colombiana es suficientemente sólida para que la objeción de una ley por parte de un presidente, utilizando sus facultades legítimas y constitucionales, no altere de ninguna manera la institucionalidad. Sin duda se dará un debate álgido en el Congreso sobre esas objeciones y obviamente entre la opinión pública, pero son circunstancias absolutamente democráticas y normales".
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Frente a las advertencias hechas por el analista Ávila respecto a la inminente fuerza que pueden tomar las disidencias en las regiones tras el anuncio de Duque, Rangel respondió que: "La misma presidenta de la JEP ha dicho que esa entidad seguirá funcionando con normalidad, por eso no veo cómo se va a aumentar la duda en torno al proceso".
El daño está hecho
De cualquier forma, entre los efectos políticos está claro que ya no habrá una apuesta por la reconciliación entre sectores políticos: "Es en efecto una decisión que divide. El presidente dijo que iba a propender por el diálogo, pero lo que hay es lo contrario, porque se están incentivando nuevamente los odios entre los colombianos", recordó Cepeda.
Así justifica el senador del Polo la carta que enviarán a Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, para que se entere de lo que está ocurriendo: "La misiva tiene elementos fundamentales porque le recuerda las distintas afirmaciones que ha hecho el Consejo de Seguridad, y resoluciones que ha adoptado favorables a la JEP. Es un llamado de alerta que puede traer nuevos desarrollos por parte del globo".
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El miércoles marchará en todo el país el sector que defiende los Acuerdos de Paz con Farc, que perdió por más o menos 50.000 votos el Plebiscito de 2016. "Eso será una semana antes de que el Congreso inicie funciones, lo que va a implicar que la sociedad y el Legislativo se seguirán complementando y permeando en esta tarea de defender la paz", recalcó Cepeda.
Pero a medida que pasa el tiempo podría pesar el vaticinio de Ávila, quien recuerda que apenas hasta noviembre se tendrá la respuesta completa del Legislativo y el Judicial frente a las objeciones de Duque. Entretanto, se podrían acumular las dudas y la incertidumbre.