El nuevo presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, se estrenó diciendo que no podemos darnos el lujo de no hacer fracking. Y el recién posesionado presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Mauricio De La Mora, dice que Colombia tendrá que adoptarlo.
Entre tanto, un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos advierte sobre terremotos en zonas donde se utiliza ese sistema para extraer petróleo.
¿Qué es el fracking?, le preguntamos al exministro Manuel Rodríguez Becerra, duro crítico de que esa herramienta se aplique en Colombia.
El fracking es una forma de capturar el gas de esquisto, que se encuentra atrapado en pequeñas burbujas -por decirlo así- en rocas tipo pizarra, muy profundo. Entonces lo que se hace es, a presión, ingresar agua hasta el lugar donde están esas rocas; agua que está mezclada con químicos, con un coctel de químicos, muchas veces bastante compleja y bastante contaminante, con una arena. La presión fractura la roca y entonces el gas sale de donde está atrapado y se dirige hacia la superficie.
Es sin duda una técnica muy ingeniosa pero tiene unos graves riesgos ambientales y sociales como lo han demostrado numerosos estudios académicos que han sido hechos en Estados Unidos y en Europa en los últimos cinco o seis años.
-El presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, dice que no hacerlo es un lujo que no podemos evitar…
Yo le pregunto al doctor Echeverry: ¿sí podemos darnos el lujo de seguir destruyendo la naturaleza en Colombia?
El problema es que los economistas, y en general la clase dirigente colombiana, considera que el proteger las aguas y la biodiversidad es un objetivo de tercera categoría frente a sus propósitos de crecimiento económico y de lucro para unas empresas.
Hay unas personas, mucha gente, que pensamos en el largo plazo de Colombia, o en el mediano plazo, y consideramos que el país es muy rico en biodiversidad; sin embargo estamos destruyéndola a una velocidad muy grande.
-¿Y quién lo para, quién lo detiene?
Hubo un grupo de colombianos liderado por tres fundaciones, por la justicia, el Foro Nacional Ambiental que yo presido y la WWF, y hoy en día hay una carta firmada por unos 25 mil colombianos que ni siquiera nos han acusado recibo.
Me imagino que en el Ministerio del Medio Ambiente y el Ministerio de Minas tienen una visión un poco peculiar de lo que es la participación ciudadana. Ni siquiera han dicho que la han recibido, no han acusado recibo.
Con esa carta lo que pedimos nosotros es una moratoria. Es decir, no estamos diciendo no al fracking, sino que no se han hecho en Colombia los estudios adecuados para saber si es viable adelantar esa técnica en el territorio nacional.
¿Por qué decimos que no existen las condiciones? Primero, el Ministerio de Minas arguye que ellos trajeron unos grandes expertos para hacer la normativa, y evidentemente el Gobierno sacó unas normas sobre el tema, pero cuando yo veo la lista de los expertos que vinieron a Colombia, es una lista de expertos que tienen interés en el negocio del fracking, ya sea como técnicos o económicamente.
Es como poner al ratón a cuidar el queso, es más o menos lo mismo. No hay ninguna confianza en alguna normatividad hecha por semejantes expertos.
Tampoco se pueden hacer normas desde los escritorios en Bogotá. Habría que estudiar a fondo las condiciones muy específicas de los territorios donde se dice que hay potencial de fracking en relación con sus aguas superficiales, en relación con sus aguas subterráneas, porque esos son dos de los recursos que están en alto riesgo en las operaciones de fracking.
Ni el Ministerio de Minas, y menos el Ministerio del Medio Ambiente, tienen ninguna capacidad técnica, primero, para evaluar los grandes estudios que habría que hacer en esas regiones. Y segundo, tampoco la tiene para evaluar los estudios de impacto ambiental, para hacerle seguimiento posteriormente y si se aprueban las licencias al desempeño de esas actividades.
El Gobierno está procediendo con una enorme irresponsabilidad de decirle a los colombianos que estén tranquilos, que aquí no hay ningún problema; entonces que nos confiemos al Sagrado Corazón. Cuando uno lo que ve es que otros países no se están confiando al Sagrado Corazón.
En Estados Unidos hay un movimiento social muy fuerte en contra del fracking, una cosa inusitada. Hay unos 400 condados que lo han prohibido por razones ambientales y sociales de diferente tipo. Recientemente el gobernador del estado de Nueva York, después de recibir unas evaluaciones muy juiciosas sobre los riesgos del fracking en su estado, tomó la decisión de prohibirlo en el estado de Nueva York, que no es poca cosa. Alemania mantiene una prohibición sobre el fracking.
Hay que reconocer que hay otros países que metieron la cabeza muy duro en el fracking, como es en general los Estados Unidos, que lo hizo por razones de seguridad nacional frente a los líos del medio oriente con relación a los combustibles fósiles.
Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Medio Ambiente.
Hay otros países que después de estudiarlo lo han aprobado en medio de una enorme controversia como es el caso del Reino Unido.
Este panorama indica que evidentemente sí hay unos problemas muy serios con el fracking; de otra manera no lo hubiera prohibido ni el gobernador del estado de Nueva York, renunciando a todos los ingresos que le pudiera traer esa figura, ni el jefe de estado alemán quien ratificó que el fracking se mantiene prohibido porque tienen muy claro que hay muchos riesgos e incertidumbres, que ese es el problema que no quieren asumir.
-¿A qué juega el ministro de Ambiente en este asunto?
Pues el ministro de Ambiente, como a los ocho días de haberse posesionado, dijo que no había ningún problema con el fracking. No sé qué conocimiento tendría él sobre el tema, pero lo dijo con una gran certeza.
Nos preocupa mucho el Ministerio del Medio Ambiente porque parecería que se ha vuelto un doctor sí a todo lo que al alto gobierno se le ocurre.
Es grave el hecho de que en el Plan de Desarrollo esté incluida la licencia exprés como figura que se utilizará para aprobar proyectos muy complejos como pueden ser los del fracking, o como puede ser la mina de La Colosa, doblegándose el Ministerio del Medio Ambiente al altísimo gobierno para que saque esas ‘licencitas’ rápidas en 30 días.
Ese es el pedido que tiene el Ministerio del Medio Ambiente de aprobar proyectos complejos, 30 días, cuando quienes están solicitando la licencia pueden haberse demorado cinco o seis años haciendo los estudios, incluso más.
¿Usted se imagina que un ministerio tenga que evaluar en 30 días estudios que corresponden a procesos de cinco o seis años? Es una enorme asimetría.
Pero menciono esto porque sí me preocupa que el ministerio haya doblegado la cabeza en esta forma y que realmente no sea una garantía para los colombianos en relación con la protección ambiental.
Fracking es destruir la naturaleza: Exministro Rodríguez
Jue, 07/05/2015 - 04:56
El nuevo presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, se estrenó diciendo que no podemos darnos el lujo de no hacer fracking. Y el recién posesionado presidente de la Agencia Nacional de Hidrocar