Viviana Barberena es candidata al Senado de la República en la lista de la Alianza Verde Centro Esperanza. En diálogo con Kienyke.com, explicó sus principales propuestas, claves de su programa y posturas sobre temas clave en el Congreso. ¿Sus mayores apuestas? Trabajar en la descentralización del país, defender las banderas de Antanas Mockus e impulsar la participación política y social de las mujeres.
Es abogada, filósofa, con Maestría en Administración Pública, consultora y docente experta en temas de gestión territorial, descentralización, modernización del Estado, cooperación internacional y Cultura Ciudadana. Ha sido consultora, funcionaria pública y docente. Fue gerente de la campaña y coordinadora de la Unidad de Trabajo Legislativo -UTL- de Antanas Mockus y directora del Jardín Botánico de Bogotá, entre otros cargos.
Siempre estuvo tras bambalinas en el tema de la política, ¿por qué pasa al frente ahora?
VB: Tengo una gran trayectoria en la gestión pública del Estado. Conozco muy bien Colombia porque he trabajado en los territorios. He tenido las mismas preocupaciones de todos los colombianos por la transparencia y la equidad. Adicionalmente he estado muy de cerca en lo que significa el cambio cultural de la mano del profesor Antanas Mockus. Creo que es el momento de servir desde el Congreso y hacer a su vez que el Congreso sirva. La gente no sabe qué hace el Congreso y tiene la intuición de que lo que hace lo hace mal, entonces es muy importante dar un paso adelante en esa transformación. Además de mi experiencia y de haber estado al lado de Mockus, creo que hay un llamado adicional a que las mujeres seamos más contundentes en el ejercicio real del poder político.
El nivel de desaprobación del Congreso es histórico, ¿por qué aspirar a una curul y cómo convencer a un ciudadano -cansado de los políticos- de votar por usted?
VB: Efectivamente, es más preocupante que nunca el nivel de desaprobación que tiene el Congreso. Parece una gesta suicida si se quiere. Pero creo que los colombianos tenemos un compromiso muy importante y es que no siga avanzando la idea de que el Congreso no sirve. Hay que hacer que los colombianos se sientan representados. Y también debemos ayudar desde el Congreso a entender que no es una tarea exclusiva de los congresistas; primero, los ciudadanos que quieren que el Congreso cambie deben apoyar a gente que pueda hacerlo distinto; segundo, se deben hacer buenas leyes, pero los ciudadanos también deben cuidar la Constitución. En las crisis deben aparecer los nuevos liderazgos.
El Partido Verde se fracturó, eso es innegable, ¿cómo ve a su partido actualmente?
VB: En la política tenemos una dosis muy alta de idealismo. Que haya conflictos es parte de los partidos. Pero ahora todos están en campaña, la gente está entusiasmada. Tuvimos discusiones que logramos zanjar y creo que seguimos siendo una fuerza política poderosa. La gente está en lo que tiene que estar y ese es el camino que había que tomar.
¿En qué consiste su propuesta para llegar al Senado?
VB: Primero; quiero llevar al Congreso las banderas de transformación del profesor Mockus. Es clave la promoción de la cultura ciudadana, eso implica que todos estemos en ese ejercicio. Desde el Congreso hay que hacer mejores leyes y mejor explicadas para que los ciudadanos las entiendan. Segundo; la vida es sagrada, en su sentido más amplio, con esto damos cuenta de los problemas que tenemos en Colombia, apoyamos la paz y generamos estrategias de reconciliación. Pero este postulado va más allá. Se nos acaba el tiempo para proteger al medio ambiente, por eso hay que proteger la vida, los animales y tener un amplio respeto por la vida. Tercero; no todo vale, ni para hacer política ni para beneficiarse de esta. Cuarto; toda esta filosofía debe recorrer lo ancho y largo del país. Tenemos problemas de equidad territorial y tenemos diferencias culturales muy profundas que se acentúan en la medida de que los desequilibrios son tan grandes. Si está en La Guajira o el Chocó los niños tienen menor acceso a la educación, su salud es más precaria, etc. Si no atendemos esas desigualdades no vamos a encaminarnos en el desarrollo.
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A veces uno escucha a los precandidatos hablando de descentralizar pero más allá de decir que no todo debe estar en Bogotá no hay propuestas. ¿Cuéntenos como se adelantaría ese proceso para hacer un país que tenga más en cuenta a las regiones?
VB: El desarrollo territorial ha sido la gran pasión de mi vida. Debemos hacer un cambio político, el cual el nivel central frustró. Hay que resolver problemas en el sistema electoral. El Senado es nacional, pero hay territorios que por su cantidad de habitantes no tienen un senador, entonces es relativo que sea nacional. Cada departamento debería tener un senador y las demás curules se concursan. Actualmente la gran concentración parlamentaria la tienen las grandes ciudades. Además, si bien tenemos un Sistema de Nacional de Participaciones, lo cierto es que el margen de autonomía en su ejecución es bajísimo para unas regiones. Además, hay niveles de gobierno como el departamental que siguen en un limbo. Tiene rentas inelásticas y ahí se tiene que trabajar.
¿Cuáles son las fórmulas para adelantar un proceso de descentralización?
VB: Hay que hacer mucho de todo. Por ejemplo, en términos de educación se ha mejorado en cobertura, pero se debe reflexionar sobre las verdaderas necesidades. Las regiones demandan otro tipo de formación. Da lo mismo estudiar en Bogotá que en el Chocó, cuando allá los tienen azotados los grupos ilegales, por tanto, debería haber una transformación en el sistema de educación, incluso, hay que mirar cómo deberíamos tener un sistema de administración pública y de capacitación de funcionarios más adecuado con las realidades que queremos transformar. Las vías terciarias también son clave. Mientras las regiones más atrasadas no salgan de eso no van a poder ser competitivas. Hay que pensar en las necesidades de cada lugar. En el Guaviare se estaban incendiando miles de hectáreas, pero ¡oh, sorpresa! todo el Guaviare no tiene más de cinco carros de bomberos; parece una bobada, pero es el ejemplo de no haber pensado desde el territorio. Si hay más bosque que personas, la prioridad debe ser otra. No se puede pensar que si hay tantos habitantes le corresponden tantos carros de bomberos. El país está pensado en clave sectorial, no territorial.
¿A qué se compromete hoy como candidata si llega al Senado?
VB: Me comprometo éticamente a asumir la tarea con seriedad; con capacidad de análisis, estudio y debate. A hacer control político al gobierno que llegue. A que todo lo que se haga en el Congreso se haga sobre la mesa y pensando en el bien común. A hacer mejores leyes y un mejor proceso pedagógico. A impulsar reformas que el país requiere con la capacidad necesaria para decidir lo que considero sería lo mejor para todos los colombianos.