Bastante controvertida ha resultado la reciente visita del Presidente Gustavo Petro a su hijo Nicolás Petro en Puerto Colombia, Atlántico. Esto, en medio del proceso que se adelanta en contra del primogénito del mandatario por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos durante la campaña presidencial de 2022, misma a la que también habrían ingresado recursos de procedencia irregular.
Aunque la visita habría girado en torno a temas familiares, en varios sectores no han faltado las suspicacias que señalan que el encuentro podría incidir en la decisión de Nicolás Petro Burgos de colaborar con la justicia, tal como se acordó durante una audiencia con la Fiscalía General.
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Por ello, muchos han recordado las órdenes impartidas por la jueza del caso al exdiputado Nicolás Petro también incluían una restricción respecto a su relacionamiento con personas involucradas o nombradas en la recepción de dineros irregulares.
“A usted le queda terminantemente prohibido interactuar, señor Petro Burgos, escúcheme muy bien, con cada una de las personas de las cuales le dieron recursos de procedencia ilícita y con cualquiera otra de las personas que a lo largo de esta investigación guardan relación con estos hechos que se investigan, a no ser que los mismos sean por conducto de su apoderado, sin que se limite ese ejercicio de legítimo derecho a la defensa”, manifestó la jueza 74 durante la audiencia de Petro Burgos.
En vista del revuelo generado, se espera que en las próximas horas sea la rama judicial la que se pronuncie y de claridad sobre si se incumplieron las órdenes con la visita del presidente Gustavo Petro a su hijo Nicolás en el Atlántico.
“Hoy visité a mi hijo Nicolás. Como padre siempre tendrá mi apoyo y mi cariño. Como presidente he respetado sin titubeos la independencia judicial. Espero una acción penal libre de agendas políticas y de total sujeción al debido proceso y los fallos judiciales”, manifestó el jefe de Estado tras el sonado encuentro.