La protesta antigubernamental que desde hace más de un mes se registra de forma diaria en la ciudad meridional siria de Al Sueida ha vuelto a congregar hoy a centenares de personas por quinto viernes consecutivo para demandar la salida del presidente, Bachar al Asad, informaron diversas fuentes.
La plaza Karama en Al Sueida, capital de la provincia homónima y de mayoría drusa, se llenó esta mañana "por completo" de manifestantes que pedían "libertad, justicia y un cambio político", aseguró la red de activistas locales AlSueida24 en su cuenta de X, antes conocida como Twitter.
El grupo también difundió vídeos en los que se puede ver a cientos de personas ondeando banderas de la minoría religiosa drusa y portando pancartas de protesta mientras gritan consignas pidiendo la partida del presidente sirio, que hoy se encuentra de visita oficial en su aliada China.
Según un comunicado del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entre los lemas coreados hoy en la urbe estuvieron "No te queremos, Bachar"; "Siria quiere libertad" o, simplemente, "Vete, Bachar".
Las manifestaciones, que se han registrado diariamente desde el pasado 20 de agosto, piden una transición política en este país sumido en un conflicto armado desde hace cerca de doce años y mejores condiciones de vida en medio de la grave crisis económica en Siria.
El Observatorio, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, explicó que en la protesta "masiva" de hoy tomaron parte vecinos de al menos una decena de localidades diferentes de la provincia.
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Las protestas comenzaron en Al Sueida después de que la lira siria sufriese una rápida caída frente al dólar y de que el Gobierno de Al Asad anunciase un levantamiento parcial de los subsidios a los carburantes, recabando actos simbólicos de apoyo en otros puntos del país en manos de Damasco.
Desde su inicio, todas las convocatorias en viernes han contado con una destacada participación, ya que se trata del primer día del fin de semana en Siria.
Este tipo de movimientos son poco comunes en las áreas controladas por el Gobierno sirio, acusado de responder con medidas desmesuradas ante cualquier acto crítico y repudiado por buena parte de la comunidad internacional debido a su brutal represión de las revueltas populares iniciadas en su contra en 2011.