El caso de Laura Valentina Páez, la niña de 9 años que desapareció el pasado 16 de enero en el municipio de Chiquinquirá, Boyacá, ha conmovido a toda Colombia.
Su trágica desaparición y el largo proceso de búsqueda por parte de las autoridades, vecinos y familiares, llegaron a un doloroso desenlace en las últimas horas, cuando el batallón de infantería N.2 Mariscal Sucre del Ejército Nacional de Colombia a cargo del Comandante Teniente Coronel, Moisés David Ortells, localizó el cuerpo de la menor en un lugar denominado 'Otro Mundo en Pauna', a varios kilómetros de su hogar, confirmando lo peor de las sospechas.
Los detalles de la desaparición de Laura Valentina:
El 16 de enero comenzó como cualquier otro día para Laura Valentina y su madre, Miriam Lucero Velandia. La pequeña, como tantas veces, pasó tiempo jugando en casa antes de que su madre partiera a trabajar en el centro de Chiquinquirá, vendiendo pinchos de carne.
Sin embargo, esa noche, cuando Lucero regresó a casa alrededor de las 3 de la madrugada del 17 de enero, notó con horror que su hija había desaparecido. Tras revisar cámaras de seguridad y hablar con los vecinos, se descubrió que Laura había salido a pasear a su perrita alrededor de las 7:00 p.m., pero no regresó.
La angustia se apoderó de la madre, quien rápidamente informó a su hijo Diego Velandia, quien se unió a la búsqueda.
A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que un hombre, identificado como Daniel Josué Zambrano Cáceres, había interceptado a Laura y se la había llevado. Este hombre, que se hacía pasar por vendedor de frutas y verduras, había logrado ganar la confianza de la niña antes de secuestrarla y llevarla a un lugar desconocido.
El presunto responsable y su confusión en la versión de los hechos
Zambrano fue capturado por la Policía Nacional tras confesar que había trasladado a Laura hasta el municipio de San Pablo de Borbur, donde la habría dejado cerca del río Minero. Sin embargo, su versión de los hechos se volvió más confusa a medida que avanzaba el proceso judicial. En su declaración ante el juez de control de garantías, el hombre negó su responsabilidad y afirmó que solo había transportado a la menor a otro lugar, donde ella se habría bajado del vehículo por su cuenta.
Las autoridades encontraron pruebas en el taller de latonería y pintura de Zambrano, donde se hallaron fluidos biológicos que vincularon al acusado con la desaparición de Laura que siguen siendo analizados para determinar lo que este hombre le habría hecho a la menor de tan solo nueve años.
A pesar de la captura del presunto responsable, la pequeña no fue hallada con vida hasta este 21 de enero, cuando el Ejército Nacional localizó su cuerpo en el área de 'Otro Mundo en Pauna', generando aún más dolor para la familia y la comunidad de Chiquinquirá.
Una tragedia para la familia y la comunidad
Miriam Lucero Velandia, madre de Laura Valentina, ha sido incansable en su lucha por encontrar a su hija. En su relato, la madre expresó el dolor y la desesperación de no saber qué había ocurrido con su pequeña. "Solo quiero escucharla reír, quiero verla jugar, quiero abrazarla", decía entre sollozos en entrevistas previas.
La familia y los vecinos de Chiquinquirá se unieron en diversas vigilias y cadenas de oración, sin perder la esperanza de un desenlace positivo. Sin embargo, el hallazgo del cuerpo de Laura en Pauna cerró una etapa de incertidumbre y abrió una nueva etapa de luto.
La comunidad de Chiquinquirá, que había apoyado a la familia Velandia desde el principio, se muestra devastada ante el trágico final. La noticia ha reavivado el temor sobre la seguridad de los niños en la región y ha puesto sobre la mesa la necesidad urgente de fortalecer las medidas de protección infantil, pues solo esta semana otra menor de 11 años llamada Sarita Michele Vargas que también había desaparecido fue encontrada sin vida en Sogamoso.
