Según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) en Colombia hay un hacinamiento del 54,22%; es decir, a hoy, hay una población de 123.722 reclusos en donde solo se tiene capacidad para 80.225. Esto significa que existe una sobrepoblación de 43.497 personas más de las que soportan las cárceles de este país.
Las posibles soluciones para está problemática ya se ha puesto varias veces sobre la mesa, pero todavía no se ha llegado a una verdadera solución. Esta semana, se volvió a presentar un proyecto ante el Congreso de la República, esta vez, por parte del representante a la Cámara Julio César Triana de Cambio Radical.
La iniciativa consiste en crear las llamadas "Fábricas Penitenciarias" y las "Penitenciarias Agropecuarias". Estas tienen como fin solucionar el hacinamiento carcelario y lograr una verdadera reinserción social para los internos.
En diálogo con KienyKe.com, Triana explicó que estos serían centros de reclusión para condenados por delitos de menor peligrosidad, es decir, los que no están señalados en el artículo 68ª del Código Penitenciario (ley 65 de 1993), tales como: hurto simple, inasistencia alimentaría, homicidio culposo, entre otros.
Resaltó que en estos centros no habrá lugar para delitos como feminicidio, violencia sexual contra menores y relacionados con corrupción.Según dijo el representante, las denominadas "cárceles fábricas" serán destinadas a zonas urbanas, donde se buscará potencializar la industria. Las "Penitenciarias Agropecuarias", por su parte, serán ubicadas en zonas rurales y estarían encargadas de la resocialización de los internos a través de la realización de tareas agropecuarias, con el fin de "evitar la reincidencia una vez recobren la libertad". [single-related post_id="1045764"] Mencionó que con esto se pretende disminuir el costo del mantenimiento del sistema carcelario, "mediante la vinculación de capital privado, en el formato de alianzas público-privadas, destinando estos recursos a la financiación de la infraestructura y funcionamiento de estas fábricas penitenciarias". Agregó que, con el fin de mantener las labores propias del Estado, el INPEC seguiría ejerciendo la función de seguridad, custodia y vigilancia de los reclusos.
Los problemas del hacinamiento
Triana manifestó que el hacinamiento se presenta como un problema que deteriora la estructura del sistema penitenciario al generar dos grandes inconvenientes. En primer lugar, indicó que este se relaciona con la violación de los derechos humanos, porque provoca condiciones inhumanas dentro del penal."Allí faltan servicios públicos óptimos, déficit en la prestación del servicio de salud, problemas de higiene y salubridad", explicó.De otro lado, mencionó que este reduce las posibilidades de una resocialización exitosa de los internos, pues "los cupos para acceder a estos mecanismos de reinserción son limitados". Es por eso que el congresista insistió en que estos centros garantizarán la protección de los DD.HH. de los reclusos. "Con estas figuras se podrá hacer frente al hacinamiento de los actuales centros penitenciarios, se mejorará la calidad de vida de los internos, brindándoles la oportunidad de ejercer labores dentro de la penitenciaría, lo cual, a su vez, fomenta su reinserción en la sociedad".