Colby Glen Larue, un joven de 22 años, no tenía antecedentes penales. Jamás había estado bajo la lupa de la justicia estadounidense hasta el día que fue señalado de ser el responsable del asesinato de su madre y de su perro, por una razón que todavía muchos no han podido entender: lo "volvieron loco" unos videos de YouTube.
Eran las 3:20 de la mañana de un miércoles que parecía ser como cualquier otro, hasta que una llamada al 911 prendió las alarmas de las autoridades de Ocklawaha, Florida. Vecinos del sector avisaron que una casa de dos pisos estaba en llamas.
Los bomberos llegaron de inmediato para resolver la emergencia. Al ingresar a la vivienda y controlar las llamas se dieron cuenta que en entre los restos del piso yacía un cuerpo calcinado: era el de Angela Limbaugh, una mujer de 51 años.
Al día siguiente, se presentó ante una estación de policía y lo confesó todo. No dejó por fuera ningún detalle del crimen que cometió.Dijo que la noche anterior vio unos videos en YouTube que lo "dejaron paranoico". Según él, tras navegar por horas en la plataforma, comenzó a pensar que alguien iba a entrar en su casa, maltrataría a su mamá y la violaría. [single-related post_id="1131268"] Así que decidió coger una de las armas de su abuelo y bajar al primer piso, con el fin de defenderse y proteger a su madre del supuesto agresor. Cuando Angela escuchó los ruidos decidió bajar a la primera planta de la casa y justo en ese momento fue impactada por dos disparos en la cabeza. La mujer falleció de inmediato. El sujeto comentó que en ese instante su mascota comenzó a ladrar y la forma de callarlo fue ultimarlo con el arma. Luego, le prendió fuego a un colchón y este terminó por incendiar toda la casa. Colby fue acusado de incendio premeditado y homicidio. Está tras las rejas de una cárcel sin derecho a fianza mientras se sigue el proceso en su contra. Aunque no tenía antecedentes, se dice que cuando era pequeño sufría de depresión.