Eran casi las 10:00 de la noche del pasado sábado 18 de enero. Hilary Medina, una mujer trans de 22 años de edad, se encontraba con otra joven de la comunidad LGBTI en la esquina de una droguería ubicada en el centro de la ciudad de Neiva (Huila).
Todo parecía tranquilo hasta que dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta llegaron hasta el lugar y uno de ellos, sin mediar palabra, disparó de manera indiscriminada en contra de las dos mujeres.
Las jóvenes intentaron salvar su vida. Hilary esquivó algunas balas, corrió unos metros y después se desplomó. Según las autoridades, recibió dos impactos en la espalda.
El brutal ataque quedó registrado en las cámaras de seguridad del sector.
Hector Ruiz Arias, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, dijo que Hilary fue trasladada hacia un centro asistencial cercano, pero que los esfuerzos por salvarla fueron insuficientes. La joven no tenía signos vitales.
Su compañera, por su parte, resultó herida en un hombro y actualmente se encuentra recuperándose en ese mismo hospital.
"Estamos analizando las diferentes pesquisas que nos permitan identificar e individualizar a las personas que cometieron este terrible hecho", dijo el comandante.
De acuerdo a varios medios locales, Hilary Medina se dedicaba al trabajo sexual desde hace cinco años. Era la mayor de cinco hermanos y se hacía llamar 'Cristin'.
Su asesinato generó la indignación de varios defensores de los derechos de la comunidad LGBTI, pues aseguran que todavía no existe una garantía para la vida y seguridad de estas personas en Colombia.
https://twitter.com/ALEJOMICHELLS/status/1219391876840771584
Alejandro Michells, abogado y coordinador de la Mesa LGBT de Bogotá, indicó a KienyKe.com que lo que demuestran los videos de seguridad es que este crimen se efectuó con "absoluta sevicia".
Dijo que este caso hacer reflexionar sobre la dificultad que todavía tienen los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales para afrontar la orientación sexual en los enfoques que tienen que ver con el derecho a la igualdad y a la libertad de expresión.
"El asesinato de Hilary también prende las alarmas frente a lo que pasa en Colombia en relación con los niveles de discriminación. En los últimos años se han asesinado más de 500 personas de la población LGBTI, incluso líderes sociales", resaltó.
Michells indicó que las autoridades tienen que trabajar para que las personas que cometieron este asesinato sean judicializadas en el marco de la Ley Antidiscriminacion (Ley 1482 de 2011) y por el delito de feminicidio doloso.
"Como sociedad no podemos permitir que la discriminación sea un factor para que se sigan cometiendo estos crímenes de odio. Muchas personas siguen justificando este tipo de actos porque la persona ejercía prostitución. Nos están exterminando y es algo que las autoridades tienen que aclarar", finalizó.
