Un adolescente de 20 años fue el sicario. Varios disparos y tres personas fallecidas. Un proyectil que lastimo la oreja derecha y paso a centímetros de Trump. Es un escenario que parece película y este es un hecho de la violencia política que se vive en el mundo y especialmente en USA cuando estamos a 4 meses de las elecciones presidenciales. Ante estas acometidas la vigilancia, la seguridad institucional y el servicio secreto son insuficientes. La violencia política es una bomba imposible de desactivar y genera miedo, pánico en la población.
Cuando se ausculta su sentir las respuestas no causaron sorpresa. Muchos afirmaron que la violencia resolvería la crisis política y que estas divisiones solo cederían con este tipo de solución. Las encuestas, que tanto atraen a los americanos, muestran un país polarizado antes de la elección. El 10% de la población apoya el uso de las armas para evitar que Trump alcance la presidencia y el 7% esta de acuerdo que solo con ellas llegara a ese lugar. Esto no es reciente: de los 45 presidentes de USA, 4 han sido asesinados durante el ejercicio del cargo y otros 3 en atentados no mortales. Quizás recordar a Lincoln en 1865 y Kennedy en 1963 como hechos significativos. Sicarios de todo tipo han participado, secuelas importantes y aún hoy lamentamos el asesinato de Robert Kennedy en 1968 cuando daba un discurso de su victoria demócrata.
Es un país que tiene más armas que personas y que estas se pueden comprar en la esquina, ¿cómo explicamos esta violencia política? Un hecho son las declaraciones, algunas imprudentes, de los oponentes políticos Los expertos aconsejan que la ira se canalice desde la violencia política y se direccione a través del voto. No dejarla en la elemental y brutal intimidación que sacude el corazón de los americanos. Se puede portar armas si eres mayor de 18 años. Se ofrece al ciudadano su propia defensa y el 32% se calcula que tienen un arma:18.4 millones de estadounidenses armados. Para 334 millones de personas circulan más de 393.3 millones de armas. Difícil su control. El número de en USA por arma de fuego es 4/100.000 personas,18 veces más grande que la de los países desarrollados.
Lejos de ser una historia del pasado los magnicidios son una posibilidad a pesar de los límites insospechados de seguridad y de inteligencia. Thomas Matthews Crook acababa de cumplir la mayoría de edad, se había inscrito para ejercer su voto como republicano y en el perfil que han permitido elaborar sus compañeros, no lo describen como hombre problema. Aunque no hay un común denominador estos sicarios crecieron en ambiente de hostilidad, con inestabilidad en la figura paterna y muchos de ellos desarrollaron una patología mental que los empujo hacia estos crímenes.
Analicemos el DNA de esta violencia: existe una tasa de 3.7% de desempleo y un 67% de empleo formal, remunerado. No parece que sea por ahí. Múltiples becas existen para los estudiantes y especialmente los internacionales: hay oportunidad de estudio. El legado de la esclavitud golpea a USA: traumas generacionales y discriminación racial siguen vigentes. Hay otros fenómenos de mayor vigencia y que ha dividido la opinión del americano. La inmigración se convirtió en el tema de la política en la última década. La inmensa mayoría de la población quieren frenarla.
Muchos americanos piensan que la situación de la violencia ha ido subvertida y que ya no es el momento para ofrecer nada a cambio. Hay que buscar otros métodos y entre estos se descubre la violencia ´política, Se postula la transición demográfica que USA está viviendo: de una democracia de mayoría blanca a una de minoría blanca. En algunos años la inmigración se convertirá en la línea divisoria de la política en USA.
Difícil analizar y pensar que hacer en un país que tiene tantas armas de fuego. Bajarle el tono a los discursos y señalamientos ayuda. La narrativa debe ser consecuente y serena cuando hoy piensa el 12% que el uso de la violencia cambia los resultados. Identificar con anticipación los lobos solitarios y evitar que participen en las campañas, estas son una expresión de la ciudadanía. Recursos sofisticados y drones vendrán, solo la tolerancia y la pluralidad permitirán que se desenvuelvan estos debates.
