En el marco de los debates de la reforma pensional en la Cámara de Representantes
queremos poner bajo consideración de la comunidad algunos asuntos que deberían
analizarse y discutirse con mayor detalle en los debates faltantes.
El primer asunto, es el relativo al monto de los aportes que obligatoriamente irían al
pilar contributivo administrado por Colpensiones de 2.3 SMLMV, especialmente por la
ligereza con la que se ha manejado por parte del Gobierno Nacional y que tiene una
importancia neurálgica en el nuevo sistema debido a que cualquier incremento en el
umbral significará una mayor deuda pensional del Estado a futuro, pero también
cualquier disminución implicará un menor valor de pensión a futuro, especialmente de
los más jóvenes, así como un desincentivo al ahorro y a la función complementaria
que ahora asumirían los fondos privados. Se requiere un análisis juicioso para lograr el
equilibrio adecuado.
El segundo punto, está relacionado con la designación del Banco de la República
como administrador de ahorro del pilar contributivo, porque eventualmente generaría
un conflicto de intereses entre la función principal del Banco que es el control de la
inflación y su obligación de generar rentabilidad para este fondo. Esto, porque en el
evento que deba tomar medidas para controlar la inflación, las mismas pueden ser
contraproducentes contra la búsqueda de rentabilidad de dicho fondo. Adicionalmente,
se corre el riesgo de poner en riesgo uno de los mayores activos de nuestra economía
que es la estabilidad macroeconómica de la última década y que se debe
principalmente a la independencia y competencia del Banco de la República. El hecho
que el Banco de la República sea de las entidades más competentes no significa que
esta designación sea la más adecuada, por lo que se deben incluir en la ley
mecanismos para prevenir estas afectaciones.
En tercer lugar, es preocupante el término de un año para que entre en vigencia la
reforma, especialmente porque muchos de los asuntos planteados en la misma están
sujetos a la reglamentación por parte del Gobierno Nacional en diferentes ámbitos y
que requieren la interacción de diferentes Ministerios y entidades públicas, sumado a
que Colpensiones no se encuentra preparada para asumir las historias pensionales del
90% de la población cotizante. Debe contemplarse que una reforma de este estilo
requiere para su implementación de mucho detalle y cuidado en su reglamentación,
pero parece que prima la urgencia de que entre en vigencia en este Gobierno sobre la
necesidad de implementarla bien.
