Me permito sembrar una ilusión a pesar de que el panorama presente no podría ser más oscuro en nuestro sufrido país. Resulta que Sánchez -el peor presidente de la historia de España y hasta del mundo, según algunos y según mi parecer, compitiendo en franca lid con quien nos mal gobierna o con el vecino de Miraflores, aunque preferiría declarar a los tres, de lejos, los peores mandatarios de todos los tiempos, quienes, para colmo de males, se apoyan mutuamente y siguen la misma destructiva y estúpida agenda para dolor de sus pueblos- está por caer. Acabo de escuchar un repaso de sus años de gobierno y es para ponerse a llorar. Ese tan prepotente como imbécil de Sánchez les ha causado inmenso daño a los españoles quienes, inexplicablemente, no se han levantado en su contra. Tenía que ser un escándalo de corrupción de marca mayor, algunos especulan que el gobierno de Israel está detrás de ciertas revelaciones como represalia a las declaraciones torpes de Sánchez contra las acciones de Netanyahu en la Franja de Gaza y no propiamente de una justicia amañada de la que sufre cualquier país que caiga en manos e politiqueros de tercera categoría cobijados bajo la bandera del progresismo, o “pobresismo”, como se le quiera llamar. “O dimites o te destruiremos ya no solo a nivel político, sino a nivel personal”, se rumora que este sería el mensaje desde Israel al corrupto Sánchez. Si fuese cierto cómo quisiera que el mismo mensaje llegará por estos lares.
Sánchez caerá como también Maduro y mi ilusión es que arrastrará al mequetrefe, actual inquilino de la Casa de Nariño, en su caída. Lo que hace que ciertos gobernantes ineptos se mantengan en el poder es su entrelazamiento con otros de su misma calaña, por eso hablar de un efecto dominó es totalmente plausible. Mientras vemos los colombianos con impotencia tanta corrupción y arbitrariedad en un gobierno rechazado por una inmensa mayoría, no deja de ser alentador que quienes, como los españoles o los venezolanos, han soportado padecimientos similares vean la luz de la esperanza ya sea porque el corrupto Sánchez está en la cuerda floja o porque el no menos corrupto Maduro percibe como se le va de las manos lo que siempre mantuvo controlado a punta de una despiadada represión. Así mismo, no deja de ser motivo de ilusión que en Cuba el pueblo se está sublevando, y no sería de extrañar que a la dictadura castrista se le estén escuchando los estertores en su agonía. Toda una era de miseria terminaría con su muerte.
No dudo en que los colombianos sabemos perfectamente que con marchas o sin marchas el mequetrefe mantendrá su agenda que no se diferencia en mucho de la de España o Venezuela. Hay una fuerte tentación a la tiranía para quienes alcanzan de una manera u otras posiciones de poder, lo que, para los más ineptos, los más corruptos, los más vanidosos, es irresistible. Verlos tambalearse es todo un espectáculo de circo cuyo clímax sería su caída.
P.S.: Luego de escuchar el repaso de los desastres del gobierno de Sánchez, me hago la siguiente pregunta: ¿Qué y quiénes están detrás de la subida de personajes tan mediocres y de tan mala reputación llevándolos a alcanzar tanto poder por años? No es solo la torpeza de un pueblo y de sus dirigentes lo que hace que todo un país caiga tan bajo, tienen que haber otros factores internos y externos los que juegan un papel decisivo no solo para encaramarlos sino para mantenerlos ahí permitiéndoles cometer las mayores fechorías en nombre de una falsa democracia. Indagando por ahí se podría comenzar a socavar esa podrida estructura de poder.