Una mesa redonda amplia, grande y aterrizada en el centro del salón donde se celebraba el matrimonio. Alrededor del redondel todos primos hermanos, salvo una persona: el Agricultor Empresario. Este, al lado de su esposa, veía a toda la familia reunida y quizá entendía los vínculos que unen las castas.
En esa ocasiónno era el hombre de la iniciativa y de los apuntes; vestía elegante y muchas de las palabras se reunían en los monótonos monosílabos. Le busqué y hablamos dos cosas insulsas y caí en cuenta como el antecedente de cirugía neurológica (Colocación de Válvula y Rehabilitación en USA) le tenía demorado sus procesos cognitivos y de socialización.
En diciembre estaba en Montería pasando vacaciones de fin de año. Una llamada, su hijo me pidió que fuera urgente hasta Barranquilla a verlo pues estaba hospitalizado. Le vi en esa clínica, estaba conectado parcialmente y con grado de disfunción de la válvula. Hicimos un ajuste con el programador y al no tener buenos resultados le cambiamos el sistema de derivación. Hubo complicaciones adicionales y un mes más tarde en Bogotá para atención integral.
A pesar del esfuerzo del grupo tratante el Agricultor Empresario no arrancaba y sobre todo su desarrollo cognitivo no mostraba signos de mejoría. Adoptó un estado en el cual permanecía callado y no se comunicaba. Su esposa y sus hijos le acompañaban, los resultados eran lo mismo. Vino la fiebre y signos de infección, nuevamente toco hospitalizarlo. Hubo que exteriorizar el sistema y recoger en bolsa estéril este drenaje. Por la concentración de la infección y la cantidad de proteínas se obstruía con facilidad y esto dificultaba el tratamiento de la infección. Mantenerlo funcionando y permeable es la clave. Se comporta esta infección como una sepsis subaguda con cultivos de líquidos y sangre positivos lo cual permite identificar el germen causante. Cuando un enfermo es dependiente de la válvula y esta se infecta es de las situaciones más conflictivas en resolver. La válvula se debe dejar y buscar un protocolo dentro del sistema para que drene diariamente. Eso hicimos. Durante dos meses la rutina disciplinada de este tratamiento permitió superar terrible complicación.
En la medida que hacíamos el drenaje del LCR infectado y lo retirábamos de la habitación, pensaba en la vida activa y productiva de este hombre. Ganadero y especialmente agricultor en el sentido integral de la palabra: sembró de todo. En una época cultivo 1.500 hectáreas de algodón. En 1976 viaja a Malasia (primer productor de palma en el mundo) y aprendió los vericuetos del cultivo. Empezó en sus tierras en el Cesar con 380 hectáreas y gradualmente fue aumentando en cantidad. Traen semillas importadas desde Papua (Nueva Guinea) y hoy Colombia tiene más de 60.000 hectáreas sombras de palma africana. Su impulso a esta industria no tiene freno: en 1986 se construye la primera planta extractora y un año más tarde la primera refinería para el procesamiento de aceites y grasas de la planta extractora. Hoy esa industria en el caribe está volando.
Hace parte este empresario de los colombianos amantes de su vocación
agricultora y desde este campo han impulsado el desarrollo de la patria. Presto su inteligencia y su dinamismo para empoderar este cultivo e implemento algo especial: alianzas productivas y sociales con pequeños y medianos agricultores en donde se otorgan créditos y asistencia agrícolas. Deben incluso vender su producto a las plantas extractoras del grupo, y así toda la secuencia está anticipada y organizada.
Hoy vive en su ciudad nativa, regreso de vacaciones de España y disfruto esos días en el exterior. Sus hijos tienen la misma vocación generosa y de trabajo. De admirar su esposa; nunca le note descompuesta en estos cerca de 12 meses.
Siempre apoyando y al lado; muchas veces en la Unidad de Cuidados Intensivos y al frente del programa de rehabilitación: fe inquebrantable, un optimismo por el futuro y el convencimiento que esto que su marido – Agricultor y Empresario- creo, es una fuente inagotable de desarrollo que articula los principios de equidad.
Profunda admiración les tengo y veo en su ejemplo el valor de los colombianos. La confianza plena -sueño y convicción campesina- en la fertilidad productiva de nuestra tierra.
