
Kalpana Chawla, la primera astronauta mujer nacida en la India, tiene impreso su nombre en uno de los cráteres de la Luna. Aunque falleció abruptamente en una de las misiones con la NASA, dejó para la historia un precedente de persistencia y decisión que le permitió alcanzar sus sueños.
Chawla nació el 17 de marzo de 1961 en la ciudad de Karnal, en India, un poblado pequeño pero de personas adineradas el norte del país asiático. Fue la tercera mujer en un grupo de cuatro hermanos, cabe resaltar que su sexo generó condiciones especiales para su vida, en un país donde el nacimiento de los hombres es motivo de celebración, mientras el de las mujeres no. Pero eso no fue impedimento para que ella lograra estudiar y sacar adelante su más grande sueño: volar.
Su nombre en lengua nativa traduce "idea" o "imaginación", algo que no le faltó a Chawla desde pequeña. Algo que tampoco le faltó fue decisión, desde pequeña supo que quería ser ingeniera aeronáutica y por eso hizo todo su esfuerzo para obtener el grado del Punjab Engineering College, uno de los institutos de ciencias aplicadas más antiguo de la India.
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Con ayuda de su padre y mucho dinero, logró pilotar algunos aviones en la India. Hasta que a mediados de los años 80 se trasladó a Estados Unidos para estudiar un doctorado en ingeniería aeroespacial de la Universidad de Colorado, luego obtuvo una maestría en la Universidad de Texas, y en 1988, con un conocimiento más que suficiente, logró vincularse a la NASA.
Kalpana Chawla estuvo vinculada a varias investigaciones al interior de la NASA, principalmente en la solución de problemas de flujos de aire y movimientos múltiples del cuerpo, llegó incluso a ser nombrada vicepresidenta e investigadora científica de un equipo de investigadores especializados en técnicas eficientes de optimización aerodinámica.
Como parte del equipo de robótica, fue vinculada para implementar un brazo robótico que pudiera servir para futuras investigaciones espaciales. Por eso llegó a viajar al espacio en varias misiones, una con caminata espacial convirtiéndose en la primera mujer nacida en la india en estar en el espacio exterior.
Su última misión STS-107 fue a bordo del mítico cohete aeroespacial Columbia, que había estado en funcionamiento desde 1981. Se subió a esa nave el 16 de enero de 2003, para una misión que terminaría el 1 de febrero. A los 80 segundos de despegar, las cámaras captaron el desprendimiento de una espuma del motor que impedía la formación de hielo en los tanques de oxígeno. Nadie pensó que fuera un signo alarmante y la operación continuó. Sin embargo, las imágenes plantearon una duda, la espuma golpeó con el ala izquierda de la nave y provocó el desprendimiento de unas partículas blancas que nadie identificó.
Al regresar, la aeronave de más de 20 años de uso logró atravesar la atmósfera sin contratiempos. Pero dos minutos después la comunicación se perdió y el Columbia empezó a desintegrarse. La espuma había roto una de las placas de carbono que permiten soportar las altas temperaturas y ya no había escudo para los más de 2.000 grados centígrados que el viaje produce.
Kalpana Chawla murió el 1 de febrero en el vuelo de regreso, mientras el transbordador atravesaba el cielo de Nuevo México en el estado de Texas, junto a siete compañeros más. En su honor fue nombrado uno de los cráteres del lado oscuro de la Luna y el asteroide 51826 Kalpanachawla.