Si no fuera porque tanto Sergio Fajardo como quienes lo rodean es el único proyecto político a la presidencia con el que siento plena garantía que no llegaran a robar y a saquear el erario público desde el gobierno nacional, tal vez mi decisión de voto en este momento ya hubiese mutado al blanco o al abstencionismo.
Pero, si para mí, esta es la mayor y probablemente única razón que me sostiene en el fajardismo, para muchos otros ciudadanos no resulta suficiente y es más que entendible, en su afán de no dejarse “polarizar”, Fajardo se ha convertido en el candidato etéreo, el que no toma posición clara frente a ningún tema y se ha apropiado del discurso “comodín” basado en cinco premisas tan etéreas como su campaña: Transformación, confianza, transparencia, seriedad y cambio.
Si bien estas palabras suenan lindas, no son una novedad y menos una exclusividad de Fajardo, por el contrario, son los mantras que todos los políticos en todos los rincones del país no se cansan de repetir, es el “loop” de los discursos políticos.
De otra parte, está la recurrente estrategia de Fajardo de decir: “Lo hicimos bien en Medellín, lo hicimos bien en Antioquia, ahora lo haremos bien en Colombia” y si es cierto, su gestión en estos territorios puedo haber sido exitosa, pero eso no despierta la más mínima pasión en la ciudadanía en general o por lo menos, de Antioquia para fuera.
El pretexto de Fajardo para no dar respuestas simples y concretas es que no se dejará meter en el juego de la polarización, pero es claro que, si llegase a ser el primer gobernante de los colombianos, deberá asumir posiciones claras y firmes frente a temas importantes, el reclamo del electorado es precisamente ese, profesor Fajardo, haga de cuenta que ya es presidente, no baraje tanto una respuesta y asuma posición como presidente, no como candidato, no sea tan acomodado.
En otro tema que Fajardo dejó enfrascarse y no hace nada al respecto, es dejarse calificar como de izquierda por haber hecho una coalición con Jorge Enrique Robledo, nada mas lejano de la realidad, uno de los mayores propósitos de la izquierda de Robledo es establecer una nación soberana y especialmente dejar de ser unos lacayos del gobierno estadounidense, en este punto estoy seguro que no coincide con Fajardo, además que sé, fue una de las luchas que Robledo deberá posponer en un eventual gobierno de la Coalición Colombia. De este propósito anti-imperialista, está más cerca Petro, sin lugar a dudas.
Si a Fajardo se le hacen preguntas concretas sobre temas específicos como la dosis personal, el aborto, narcotráfico, impuestos, educación, generación de empleo, salud y EPS’s, lo único que se obtienen son divagaciones, al mejor estilo del estudiante que no se sabe la lección, gran paradoja está en el caso de un candidato que antes que político es un gran profesor.
Populacheras o no, las respuestas de Petro siempre son claras y directas, sin titubeos, así la gran mayoría de ellas sean irrealizables y en sí Petro es una de las personas de las cuales no se sabe que esperar, hoy muestra una significativa ventaja en todas las encuestas nacionales, mientras Fajardo en medio de su etérea campaña, cada día desciende mas y si no toma posiciones muy claras en su discurso, para marzo probablemente pase a hacer parte del grupo de los coleros, dejando que el país se divida entre Petro y “el que dijo Uribe”.
El sinsabor con Fajardo
Sáb, 24/02/2018 - 05:13
Si no fuera porque tanto Sergio Fajardo como quienes lo rodean es el único proyecto político a la presidencia con el que siento plena garantía que no llegaran a robar y a saquear el erario público