El conjunto de Hernán Torres ha tenido traspiés difíciles desde que los diablos rojos regresaron entre los grandes de la élite del fútbol colombiano. No obstante, el equipo ha mostrado un buen trabajo colectivo, fundamentando en el primer toque y el juego intenso.
Fue el 17 de diciembre del año 2011 cuando los rojos escarlatas vivieron el peor momento de su historia: desde los puntos de penal, Carlos Chavez fue la pesadilla que condenó al América a la segunda división del fútbol profesional colombiano, además de que Jairo Castillo no pudo convertir el penal decisivo para el conjunto local. América bajaba de categoría … los titulares en la sección de deportes de Colombia titulaba ello… algunos con el morbo de tener los seguidores, otros solamente con el fin puro del periodismo: informar para dar a conocer.
En realidad fueron años de angustia, de sufrimiento, de dolor para todos los hinchas americanos que están distribuidos en todo el país (en especial en Cali), en donde iban al estadio cada lunes porque jugaba el equipo de su corazón contra equipos diferentes a los que estaba acostumbrado como Millonarios, Santa Fe, Nacional, Cali. Los americanos perdieron durante mucho tiempo la memoria futbolística y la tradición que los caracteriza en el país. La prensa del Valle del Cauca y el Canal Win Sports estaban pendientes de lo que pasaba con la denominada Virreina de América (honor que le otorgan al equipo vallecaucano por los cuatro subcampeonatos de Copa Libertadores en épocas pasadas) y otros se iluminaban con la ilusión de ver a un coloso del fútbol colombiano regresando y diciendo: me verán volver.
Bucaramanga, Jaguares, Fortaleza y Pereira fueron las principales piedras en el zapato del América a lo largo de los 5 años en el Torneo Águila, y es que muchos creían que jugar en la segunda división del fútbol colombiano era fácil. Y creo que la segunda categoría ha demostrado que no tiene nada regalado. El último rival que lo ha complicado fue Tigres de Soacha. Un equipo que ha estado creciendo a punta de humildad, sacrificio.
De esta forma, el regreso se determinaba un 27 de noviembre del 2016, donde los diablos rojos enfrentaban al Deportes Quindío. A decir verdad, el partido de primera rueda en los cuadrangulares finales en el histórico Estadio Centenario de la ciudad de Armenia fue muy predecible por el tipo de condiciones que el local mostraba durante los 90 minutos, no obstante en el Estadio Olímpico Pascual Guerrero las cosas fueron diferentes y con Diego Herner, Carlos Bejarano y Ernesto Farias, los diablos subían del infierno que vivieron mucho tiempo.
Es por ello que, hoy por hoy, el equipo dirigido por el profesor Hernán Torres, ha estado buscando la fórmula para su estructura deportiva como equipo de fútbol. Ante Santa Fe no tuvo un mal juego pero pesó mucho la falta de contundencia, como ha ocurrido también con rivales como Jaguares. Pero hay momentos donde se siente que el cuadro escarlata vino a vivir de nuevo luego de tanto tiempo lejos de los grandes: Millonarios lo venció 3-0 en Bogotá, Nacional intentó todo para ganar en Cali pero terminaron 0-0 y Santa Fe con un 0-1 le robó los tres puntos.
No obstante, se ve que el equipo encuentra solidez y seguridad, cada partido que pasa, tratan de olvidar el tema del descenso, pero saben que el camino es largo. Por esta razón, el otro semestre se debe pensar desde las directivas lideradas por el señor Tulio Gómez, en invertir en lo que hoy necesita el equipo en materia de jugadores: un lateral (cualquier lado), un central, un volante de creación y un delantero (que acompañe a Martínez Borja como dupla). Pero el diablo se vuelve a sentir grande, ya lo ha hecho sentir, y es probable, que si el semestre que viene, hay refuerzos y una buena inversión, todo el fútbol estará feliz de que el regreso del diablo sea la apertura de grandes partidos en nuestro país.
Carlos Pulido
El regreso del diablo
Mar, 02/05/2017 - 04:13
El conjunto de Hernán Torres ha tenido traspiés difíciles desde que los diablos rojos regresaron entre los grandes de la élite del fútbol colombiano. No obstant