El país lleva varias semanas, recibiendo información alarmante sobre el hacinamiento carcelario nacional. La indignación de la ciudadanía crece, pues la situación empeora día tras día, las imágenes de videos y fotografías, mostradas a la opinión pública son desgarradoras e inhumanas. Esta problemática es una bomba de tiempo a punto de estallar, pues la presión es insoportable para la población carcelaria.
El director del INPEC, el General Gustavo Adolfo Ricaurte, en una reciente sesión de control ante el Congreso de la República declaró que: `cada año el número de reclusos aumenta en un promedio de 22.000 personas´. Actualmente hay 111.497 presos, cuando la capacidad real de los centros de reclusión es de 75.676 internos, lo que implica un margen de sobrepoblación de 35.821 personas.
Así mismo, la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá, declaró una emergencia sanitaria ante los brotes de varicela y recientes casos de tuberculosis, en la Cárcel Modelo de Bogotá, en donde su director, el Coronel Dionisio Calderón, asevera que el cupo de esa prisión es de 2.900 personas y alberga aproximadamente 8.000.
Para conocer de primera mano esta tenebrosa realidad, pude entrevistar a Jose Pinto (nombre cambiado por seguridad de la fuente), un interno que purga una condena de 40 meses, por narcotráfico en la Cárcel Modelo de Bogotá.
Próximo a salir en libertad condicional, por la emergencia y hacinamiento carcelario, aceptó esta entrevista exclusiva, contando secretos y verdades que se viven al interior de esta penitenciaria. El móvil personal, fue descargar su conciencia y por medio de la verdad contenida en su relato, contribuir a la solución de la crisis carcelaria en Colombia. Esta es la entrevista.
José ¿por qué llegó usted a la Cárcel Modelo de Bogotá?
Fui condenado a 40 meses de prisión por narcotráfico, es decir mula. Me encontraron dos kilos de cocaína. Ya he purgado 27 meses y 15 días.
¿Es verdad qué hay hacinamiento en la cárcel Modelo de Bogotá, como lo han mencionado algunos medios de comunicación?
Claro que es verdad y desde hace varios años, no es algo nuevo. En el Patio 5 hay 16 pasillos,y en cada uno hay un promedio de 26 celdas. En cada celda duermen 3 o 4 personas. Como si fuera poco, en los caminos del pasillo hay unas 80 o 90 personas durmiendo en el piso casi a la intemperie. Por cada pasillo hay un promedio de 140 personas, es decir un promedio de 2000 personas. Tengo conocimiento, que en el Patio Cuatro hay más de 1800 personas, y así todos están sobrecargados.
Esta situación ha producido una serie de virosis, enfermedades respiratorias y estomacales. El servicio médico es pésimo, no se asignan citas, y toca autorecetarse consiguiendo el medicamento en el mercado negro, pagando mucho dinero por ella.
¿Qué puede decir respecto a las afirmaciones de una nueva racha de epidemia de varicela y VIH en la cárcel?
A pesar de que el aseo es muy bueno, en los patios del norte efectivamente hay una epidemia de varicela donde están los paramilitares. Esta empezó en los Patios 2A y 2B, también en el Patio Millenium, donde hay 50 o 60 muchachos con sida, cerca de ellos está el patio 1A, donde recluyen a los violadores o los condenados por acceso carnal violento, trata de blancas, acceso a menores, entre otros delitos, pero allí no ha llegado la epidemia. En estos sitios hay menos hacinamiento carcelario.
José ¿usted duerme en los pasillos o en las celdas?
Yo duermo en una celda, sobre una plancha media, pero como aquí todo es plata, me tocó comprarla.
¿Cuánto pagó para poder dormir en una celda?
Me costó $2.500.000 y cada seis meses debo dar un millón más. En la celda duermo con dos personas más, una en la plancha de arriba y otra en la plancha del hueco. La plancha alta vale: 700.000 mil pesos y la baja o el hueco 400.000 mil pesos.
¿Por qué la diferencia de precios según la ubicación de la plancha?
Por los beneficios que se pueden recibir. Por ejemplo yo duermo en la plancha media, ahí puedo recibir visitas y estar sexualmente con mi amiga o novia, sin que nadie nos moleste. Mis otros compañeros de la plancha alta y baja, no lo pueden hacer, a menos de que cuando no tenga visitas les alquile mi espacio.
¿Cuánto cobra por el alquiler de su plancha?
Cobro $100.000, por seis horas, pero solo en ciertas ocasiones, pues no me gusta estar todo el día de visitas en el patio. Por lo general, paso la mayoría del tiempo en mi celda leyendo o durmiendo, pero los demás días me toca `chupar` patio, por lo menos unas 12 horas diarias.
¿De dónde sacan ustedes los recursos económicos para mantener sus privilegios en el Patio 5?
Aquí adentro es como un centro comercial, donde encuentra celulares, droga, marihuana, botellas de trago, víveres, enlatados, relojes, ropa, y zapatos. A veces nos fían cualquiera de estos `productos`, y tenemos que pagarlos los días domingos después de las visitas. Por ejemplo un celular vale entre $150.000 y $1.000.000 como un Blackberry, con el cual usted puede chatear con otra persona de afuera. Los minutos valen 600 pesos y hay cabinas asignadas donde podemos llamar.
Es cierto que ¿los presos desde las cárceles están chantajeando a las personas por medio de los celulares?
Si es cierto en parte, no es tanto un chantaje como si un engaño. A veces envían mensajes de texto o grabaciones especiales, diciéndole a las personas que se ganaron un premio de 5 o 10 millones de pesos, pero que tienen que recargar con 50 o 100.00 pesos a un número específico. De esta forma las víctimas son los encargados de recargarles los celulares a los presos, para que ellos hagan la reventa en la cárcel.
En cuanto a las amenazas o secuestros contra la vida de las personas, eso casi no se ve acá, pues es un delito muy grave. Los mismos “pasilleros`” y “el pluma” están pendientes de que eso no pase, porque puede perjudicar el Patio 5.
¿Qué otra clase de negocios se mueven en la cárcel?
Comida a la carta, por ejemplo si yo quiero una mojarra, sobrebarriga o lomito, lo puedo encargar con un costo entre $15.000 a $30.000. Un pollo con Coca-Cola vale $30.000, pero lo que más nos gusta a los presos es el sazón de la familia, por eso muchos compañeros encargan comida como: tamales, ajiaco, arroz con pollo, para revenderlos posteriormente, y también se manejan `viejas de la calle`.
¿En la Cárcel Modelo de Bogota hay prostitución?
A las putas se les llama “Las pesas”, es decir las mujeres que traen de las calles. Entre los guardias y los negociadores las inscriben, y las dejan entrar al patio para que presten sus servicios. La más fea cobra $50.000 y la más bonita hasta $500.000. El alquiler de la celda para cada polvo es de $100.000 por dos horas. Hay compañeros que en ocasiones entran hasta 2 mujeres.
Eso quiere decir que ¿en la cárcel se pueden hacer tríos sexuales?
Hasta orgías se hacen aquí. Un traqueto duro que fue trasladado a otra cárcel, varias veces metió a su celda hasta 6 mujeres. Inclusive nos contaba, que esas chicas eran de catálogo de modelos y efectivamente eran buenísimas.
El problema era que cada una cobraba $2.000.000 y $3.000.000 por ese ratico. Como usted podrá ver, cada cual se da la vida que quiere en la medida de sus capacidades económicas. Muchos de nosotros no tenemos más remedio que imaginarnos que estamos con ellas y tener un “autopolvo”.
¿Ustedes se masturban mucho?
Sí, dentro del pasillo podemos ver películas porno, las alquilamos y las proyectan. Una buena “pajita” nos relaja y tranquiliza los nervios. La última película porno que pude ver me dejó muy “caliente”. Lo que más rabia nos da es que a la comida le ponen alcanfor para evitar que nos excitemos sexualmente mucho.
Ahora con la nueva medida de `Pico y Placa`, para descongestionar las visitas sexuales los domingos, esto se va a poner peor, pues solo pueden ingresar al patio las mujeres de dígitos pares e impares según la terminación de su cédula. Es decir cada 15 días uno puede estar con su hembra. Ahora se volvió un carro y la cárcel está más congestionada que las calles de Bogotà.
¿En el Patio 5 hay mucho gay o travesti?
No ellos están en otro patio, aquí no se permite ningún travesti o marica y si hay alguno de ellos les dan puñaladas o palizas, pero no los dejamos convivir con nosotros. Muchas veces, han pedido que los dejen vivir en el Patio 5 porque en el patio de ellos están amenazados. pero ni por eso se les permite la entrada.
A pesar de que se han visto travestis bien operados con lindas tetas y buen culo, no se les permiten en el Patio 5.
José ¿qué es lo que más lo ha marcado de su estadía de estos meses en la Cárcel Modelo de Bogotá?
Hace unos meses hubo un muchacho de unos 32 años que fue condenado a 30 años de prisión y llevaba aquí varios meses. Cuando supo la noticia se ahorco. Yo lo vi en la mañana con los ojos desorbitados y la lengua afuera botando babaza. No me pude contener y vomite, defecándome también en los pantalones de la impresión.
Todavía me sueño con su cara deforme y tengo pesadillas, inclusive me veo afuera de éste infierno y cuando me monto en el carro para irme a mi casa, quien lo maneja es el compañero ahorcado. Me bajo y me devuelvo corriendo a la cárcel encerrándome en mi celda. Al despertarme me doy cuenta, de que estoy encerrado y empiezo a llorar, es mi desgracia y desdicha.
¿Cómo logran obtener algo de tranquilidad en el día?
Hacemos caso al honor entre ladrones, en ocasiones nos contamos nuestras penas, formamos grupos de apoyo, y cuando estamos a punto de matarnos, desesperados por el encierro, nos escuchamos y eso nos descansa.
Algunos compañeros que llevan varios años de encierro conocen las intenciones de quienes se van a matar y los consuelan. Es como si ellos tuvieran tanta experiencia que alcanzan a oler la muerte cuando está cerca. Así se ha salvado la vida de muchos, llegando a cortar los lazos que se han puesto alrededor de sus cuellos los suicidas desesperados.
Finalmente ¿qué es lo primero que usted piensa hacer cuando salga de la cárcel?
Ir al restaurante de comida rápida El Corral, y pedir una gigantesca hamburguesa a la parrilla con una malteada doble de frutos rojos, anillos de cebolla y papas fritas. Después de eso voy a confesarme a la iglesia de Santa Marta, luego me voy a la terminal de transporte, tomo un bus que me lleve a mi tierra y abrazo a mi mamita por una hora. También meterme a la cama con mis dos hijos, abrazarlos, y ver con ellos televisión. Empezaría a trabajar desde cero y jamás, lo juro por Dios que me escucha, volveré a buscar el dinero fácil en el narcotráfico. Le pido a Dios y a la Virgen de las Mercedes que no me dejen regresar a este horror de lugar.
armandomarti50@yahoo.com (Miembro de la ACP Asociación Colombiana de Periodistas)
