Como a cualquier trabajador o persona del común le pueden suceder altibajos en sus vidas provocados por preocupaciones, deudas, remordimientos, incertidumbres y descontentos en sus trabajos generados muchas veces por los mismos compañeros o jefes. El fútbol al ser uno de los movimientos sociales más importantes del mundo (sino el primero) aporta trabajo a más de 270 millones de personas, es decir, un 4% de la población mundial según las últimas estadísticas de FIFA brindadas a través del ¨Big Count¨ en el año 2006 (un poco viejas).
Entonces el fútbol se convierte en una actividad muy representativa para la economía mundial ¿Qué pasaría si se acabará el fútbol? ¿Y estos 270 millones de personas? ¿Y qué tiene que ver esto con el tema? En Colombia practican y viven de este deporte miles de personas pero son muy pocos quienes tienen la oportunidad verdaderamente de subsistir del fútbol; y muchos de esos jugadores salen a un campo de juego y desaprovechan semejante oportunidad.
América de Cali, Junior y el Sevilla de España, en mi concepto, hoy tienen un factor similar al que he denominado ¨El fenómeno del futbolista¨. Es increíble que el Sevilla elimine de la Champions al equipo más rico del mundo, el Manchester United, y lleve nueve partidos sin conseguir una victoria por liga. Es abrupto desde el análisis que un equipo finalista de la Copa del Rey se haya quedado sin técnico este fin de semana y que la próxima temporada no pueda disputar campeonatos europeos. Es ilógico desde cualquier punto de vista lo que le ha sucedido a este equipo español, pero cuando el jugador no se le da la gana de jugar, correr y meter, no hay ni una remota posibilidad para salvarlo de la catástrofe.
Suceso similar están viviendo América de Cali y Junior, dos equipos que este año han tenido la oportunidad de jugar torneos internacionales. Al primero le fue como perro en misa, eliminado en su casa y frente a un rival inferior ¿Por qué? A los jugadores no se les dio la gana de correr y meter, pero semanas después tras la salida del técnico ´Polilla´ el conjunto vallecaucano comenzó a correr, entendió que para ganar no hay que jugar bien y hasta el día de ayer tenía esperanzas de avanzar a las finales del rentado local. Y al segundo equipo, el Junior de Barranquilla, le bastó con la salida de Alexis Mendoza para reflexionar y entender que no solo de nombre se ganan los partidos. El conjunto tiburón está muy cerca de avanzar en Copa Libertadores y dejar en el camino al mismísimo Boca Juniors cuando prácticamente ya lo daban como eliminado de dicho torneo. Sumado a eso, el equipo en el fútbol colombiano depende de sí mismo para estar en los playoffs, lo que deberá reafirmar con un buen resultado ante Jaguares.
Los jugadores son humanos, sienten los desprecios de los hinchas y en muchos casos los de sus entrenadores, pero deben comprender que su trabajo aparte de ser remunerado genera muchos sentimientos, afecta economías y rompe corazones. El jugador juega cuando se le da la gana pero el hincha apoya siempre que su equipo juega.
Juan Pablo Gómez
Contamos las historias como nuestros seguidores las quieren ver… @futbolsinlimite
Cuando a los jugadores se les da la gana de jugar
Mar, 01/05/2018 - 10:07
Como a cualquier trabajador o persona del común le pueden suceder altibajos en sus vidas provocados por preocupaciones, deudas, remordimientos, incertidumbres y descontentos en sus trabajos generados