Bogotá amanece este martes, 26 de noviembre de 2024, con una serie de bloqueos y protestas que afectan gravemente la movilidad en varios puntos clave de la ciudad. Los manifestantes, provenientes de diversos sectores, buscan alzar sus voces frente a lo que consideran incumplimientos por parte del gobierno.
Desde primeras horas de la mañana, la capital se enfrenta a un panorama caótico que involucra tanto a la comunidad indígena Emberá como a los campesinos que llevan días protestando en el centro de la ciudad.
El regreso de los indígenas Emberá
El día comienza con una importante manifestación en la carrera Séptima, a la altura de la calle 32, muy cerca del Parque Nacional. En este punto, casi 50 miembros de la comunidad indígena Emberá se han congregado, provocando el cierre parcial de esta vía de vital importancia para la movilidad de la ciudad.
Esta comunidad, que había dejado el Parque Nacional tras un acuerdo con el gobierno, ha decidido regresar para exigir el cumplimiento de sus demandas. A pesar de que el gobierno había prometido atender sus necesidades, los indígenas denuncian que sus requerimientos no han sido completamente satisfechos.
TransMilenio informó que los buses duales D81, L82 y M86 están siendo desviados debido a los bloqueos en la zona. Los vehículos particulares, por su parte, también deben buscar rutas alternas para evitar quedar atrapados en el tráfico generado por las protestas.
A medida que avanzan las horas, se espera que la comunidad Emberá continúe su movilización hacia el centro de Bogotá, específicamente hacia el Ministerio de Agricultura, donde podrían presentar sus quejas ante las autoridades.
Protestas campesinas: tensión en el centro de la ciudad
El otro gran grupo de manifestantes en la capital son los campesinos, quienes desde hace varios días están protestando en el centro de Bogotá. Estos agricultores, que exigen mejores condiciones para el sector rural y el cumplimiento de promesas gubernamentales, se han sumado a la creciente tensión social que se vive en la ciudad.
En el centro comercial San Martín, también en la carrera Séptima, otro grupo de campesinos ha bloqueado las vías, dificultando aún más el tránsito en esta arteria principal de la ciudad. Este doble bloqueo, sumado a las dificultades derivadas de la presencia indígena, ha creado un panorama de caos para quienes intentan movilizarse por la zona, afectando tanto a quienes usan el transporte público como a los conductores de vehículos particulares.
La respuesta del gobierno local
La Alcaldía de Bogotá ha respondido cerrando el Parque Nacional, un espacio que ha sido tradicionalmente utilizado por la comunidad Emberá para asentarse durante sus movilizaciones. El gobierno local se ha mostrado firme en no ceder el espacio, lo que ha generado un aumento en las tensiones, ya que los indígenas exigen una solución más definitiva a sus demandas.
El Distrito ha señalado que no se espera que las protestas se prolonguen por varios días, aunque no hay claridad sobre cuánto tiempo los manifestantes permanecerán en la ciudad. La situación recuerda a las manifestaciones de meses anteriores, que provocaron un gran caos en la movilidad capitalina y llevaron a las autoridades a intervenir de forma enérgica.
La movilidad en Bogotá se ha visto gravemente afectada por estas manifestaciones. Las rutas de TransMilenio, uno de los principales medios de transporte de la ciudad, están siendo desviadas, y se estima que los tiempos de viaje aumentarán considerablemente para quienes dependen de este servicio. Además, los bloqueos en puntos clave como la carrera Séptima y el centro comercial San Martín están provocando atascos en las principales vías de la ciudad, lo que hace casi imposible moverse con rapidez.
Este caos en la movilidad también se ha visto reflejado en la planificación de la semana, que promete ser aún más difícil para los ciudadanos, especialmente para aquellos que deben transitar por zonas como la calle 80 y El Campín, donde se espera un incremento de la congestión vehicular.
