El grupo GELMA de la Fiscalía General de la Nación anunció que ya se abrió una investigación por la muerte del perro Homerito en el vuelo Puerto Asís-Cali de EasyFly.
La entidad busca esclarecer si la muerte del animal se trató de un delito. Además, le recordó a las empresas transportadoras del país la obligación legal de garantizar la vida, integridad física y emocional de animales y familias que utilizan sus servicios.
La denuncia de la muerte del perro Homerito fue hecha por una joven identificada como María Fernanda Echeverry, su dueña. A través de sus redes sociales informó sobre el caso y manifestó que, en reiteradas oportunidades, les dijo a los funcionarios de la aerolínea EasyFly su preocupación por la forma en la que viajó su cachorro.
Según contó la mujer, compró el tiquete exclusivamente si le permitían viajar con su mascota. Sin embargo, una vez en el aeropuerto, le dieron a conocer que no podría viajar con él, haciéndole cambiar el modo en el que se transportaría, dado que anteriormente le habrían manifestado que la pasajera podría abordar el vuelo con su mascota abordo.
La joven contó que, a última hora, le informaron que su mascota debía transportarse en una bodega. Indicó que, tras las insistencias, debió aceptar el vuelo y recomendó en dónde ubicar a Homero para evitar cualquier accidente.
Al finalizar el vuelo, María Fernanda Echeverry señaló que se apresuró a la zona de descargue para evidenciar el estado de su mascota, en donde lo encontró en una bolsa verde y se percató de la muerte del perro Homerito.
EasyFly se pronunció sobre la muerte del cachorro. Según dijo, la joven no presentó la documentación necesaria para el transporte en cabina del perro de raza American Bully.
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"No hizo llegar la documentación requerida para su transporte en la cabina, que incluye certificado médico de apoyo emocional y carnet de vacunas, en razón a lo cual la compañía ofreció a la pasajera, dueña de Homero, la opción de transportarlo en la bodega del avión en un guacal, como procede en estos casos, de acuerdo con la normatividad vigente. En este sentido y previa autorización de la dueña así se transportó”, mencionó.
Y agregó: “Como transportadores desconocemos las condiciones de salud con las que los animales abordan las aeronaves, así como las condiciones especiales físicas, emocionales, de temperatura o presión, que el animal puede soportar durante el viaje, por lo que son sus dueños las personas idóneas para determinar si previo cumplimiento de las normas aeronáuticas, los animales pueden o no viajar”.