El Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá definió la cárcel en la que el exfiscal Luis Gustavo Moreno, condenado por el escándalo de corrupción del 'cartel de la toga', pagará las cuentas pendientes que tiene en Colombia tras ser deportado desde Estados Unidos.
Esta decisión se tomó tras la negativa de la Policía de recibirlo en el Centro de Educación Superior Policial (Cespo), debido a que el saliente general Óscar Atehortúa se negó a que ese fuera el sitio de reclusión porque “es un instituto educativo".
El despacho indicó que el exfiscal Luis Gustavo Moreno deberá ser recluido en un pabellón de especial de la cárcel La Modelo de Bogotá, pues aseguró que es importante preservar su seguridad y sus derechos fundamentales.
Hace algunos días Moreno radicó una acción de tutela para no ser recluido en una cárcel común, buscaba ser recluido en una guarnición militar alegando que su vida podría estar en riesgo y que se debían salvaguardar sus derechos al debido proceso, administración de justicia, integridad personal y la vida.
La llegada a Colombia y la condena ratificada
El exfiscal Luis Gustavo Moreno llegó a Colombia el pasado 4 de diciembre luego de ser deportado de Estados Unidos, país en el que se encontraba pagando una pena de 48 meses de prisión por los delitos de lavado de activos.
En ese momento, el exfuncionario fue trasladado al búnker de la Fiscalía y allí permaneció privado de la libertad mientras se definía su sitio de reclusión para que responda por los delitos de concusión y utilización indebida de información privilegiada.
El exfiscal anticorrupción fue capturado 27 de junio de 2017 y extraditado el 17 de mayo de 2018 debido a que en territorio estadounidense le pidió al exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, una suma de 100 millones de pesos para que le entregara información reservada sobre un proceso que se cursaba en su contra.
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El pasado 1 de julio, La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia resolvió una impugnación especial propuesta por la defensa del exfiscal Luis Gustavo Moreno Rivera y ratificó su sentencia de cuatro años y diez meses de prisión por su participación en el escándalo del ‘cartel de la toga’.
El exfiscal anticorrupción aceptó su responsabilidad en el entramado de corrupción que se destapó en 2017 dentro de la Corte Suprema de Justicia, donde magistrados exigían pagos millonarios de dinero a cambio de modificar decisiones judiciales en favor de investigados.
En el proceso se logró demostrar que Luis Gustavo Moreno, abusando de su condición como director de Fiscalía Nacional Especializada contra la Corrupción, exigió dinero a Alejandro Lyons Muskus, exgobernador de Córdoba, a cambio de entorpecer las actuaciones judiciales que se adelantaban en su contra por actos irregulares en su administración.