Salvatore Mancuso le envió una carta al exministro y gestor de paz Álvaro Leyva en la que aseguró que su extradición a Estados Unidos fue un acto de venganza que tenía el objetivo de "callarlo" por sus afirmaciones sobre las relaciones que, según él, tenían algunos colaboradores del gobierno de Álvaro Uribe con miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Según dijo el exjefe paramilitar, quien está a la espera de frenar su deportación a Colombia, desde siempre ha denunciado que situaciones ajenas a su voluntad no han permitido que se conozca la verdad. Y además, aseguró que se han utilizado medios coercitivos para intimidarlo, como torturas, amenazas y persecución judicial a través de montajes.
"Cuando confesé que el 35 % de los miembros del Congreso eran personas apoyadas por las AUC me trataron de loco, cuando conté acerca de la parapolítica la negaron, revelé que yo era la prueba viviente de lo que en ese entonces denominé paramilitarismo de Estado hoy Agente de Estado de facto y me trataron de iluso", manifestó.
En la carta de Mancuso a Álvaro Leyva se salpicó a varios funcionarios. Entre ellos, Francisco Santos, hoy embajador de Colombia en Estados Unidos, y José Miguel Narváez, subdirector del DAS quien, según expresó, tuvo participación en el asesinato de Jaime Garzón. El exjefe paramilitar afirmó que ellos fueron personas "muy cercanas" a las AUC.
"También narré lo referente a algunas situaciones que se presentaron con el mismo presidente Uribe y a pesar de todo esto, sumado a otras situaciones perpetradas en contra nuestra, seguimos y seguiremos honrando nuestro compromiso con las víctimas y la verdad", afirmó.
Mancuso asegura estar comprometido con la verdad
Salvatore Mancuso reconoció en la carta que Colombia no conoce toda la verdad sobre lo que ocurrió cuando él fue parte activa del conflicto armado y aseguró que esto se debe a que "no hubo ni hay interés político de que esto ocurra".
"Se rasgan las vestiduras exigiendo verdad, pero hipócritamente se impide la reconstrucción de la misma, se instrumentaliza la justicia como forma de venganza", indicó.
En la carta de Mancuso a Álvaro Leyva también se dice que, aunque tuvo aspectos positivos, el proceso de Justicia y Paz "terminó siendo peor que un proceso ordinario", que él cumple los requisitos para ser admitido en la JEP y que está dispuesto a comparecer ante la Comisión de la Verdad.
"No soy perfecto, el único hombre perfecto en toda la historia de la humanidad, ha sido nuestro amado señor Jesucristo y fue crucificado por los hombres, por ese amor cristiano que reencontré en la cárcel, solo por eso, continuaré y persistiré hasta cuando me lo permitan y para eso es indispensable proteger y que protejan mi vida, que comprendan que ya no soy lo que fui, que soy un testigo de la humanidad", finalizó.
Esta es la carta de Mancuso a Álvaro Leyva: