Víctor Luna Gómez recuerda con algo de nostalgia lo que fue el mejor equipo que ha dirigido en su carrera: el Deportivo Independiente Medellín del 2003, aquél que llegó a semifinales de Copa Libertadores y que para muchos merecía quedarse con la gloria continental.
En ese entonces Medellín lideró el grupo 7 de la Copa Libertadores, incluso por encima del Boca Juniors de Carlos Bianchi que sería finalmente el campeón. Con doce puntos y un gol de David Montoya para ganarle al gigante argentino en el Atanasio, el Poderoso avanzó a octavos de final de la mano del técnico antioqueño Víctor Luna.
En fase de grupos logró doce puntos gracias a cuatro victorias y dos derrotas, nueve goles a favor y seis en contra. En octavos de final empató 1-1 en el global contra Cerro Porteño por definiciones desde el punto penal, en una noche magistral de David González atajando dos penales y dándole la clasificación a los paisas.
En cuartos de final Medellín se trajo un empate 2-2 enfrentando a Gremio de Porto Alegre con goles de Mao Molina y David Montoya. En casa logró avanzar a semifinales venciendo 2-1 a los brasileros en un partido complicadísimo con goles de Jorge Horacio Serna y un recordado gol al último minuto de William Vásquez Chacón después de un tiro de esquina cobrado por Mauricio Molina.
“En esa época perdíamos el sueño por jugar bien. Cuando llegamos a esa Copa Libertadores ninguno de los muchachos tenía experiencia en torneos internacionales. El único era yo que como entrenador había estado en Copa Libertadores con Nacional y América, estuve en varios subtítulos”, dice el director técnico recordando lo que fue su mejor equipo, una camada de jóvenes que destilaba futbol del bueno.
De ahí se metió por primera y única vez en su historia en semifinales de la Copa Libertadores. En esa época el DIM formaba con: David González; Ricardo Calle, Felipe Baloy, Amaranto Perea, Roberto Carlos ‘Choto’ Cortés; John Javier ‘Choronta’ Restrepo, Alexander ‘Conejo’ Jaramillo, Mao Molina, David Montoya; William Vásquez y Tressor Moreno.
“Mahler era un tipo con una magia para jugar al fútbol y una técnica, Mao, David Montoya, Robinson Muñoz que lastimosamente ya no está. A Robinson lo conocí en el Tuluá y lo había llevado Quintabani en Copa Libertadores. Robinson salía jugando y no le importaba contra quien estaba jugando. A él se le unió Felipe Baloy el panameño y Amaranto Perea que termina jugando en Boca y luego en Europa”, señala Luna sobre aquél equipo de ensueño que dirigió.
En Brasil, Santos se vino encima y David González tuvo una gran noche en la que sacó de todo. Sin embargo, en un centro que no pudo controlar termina dejando un rebote que aprovecha el brasilero Nené y el DIM se trajo una derrota de Brasil en semifinales.
El equipo rojo de Antioquia salió con todo a doblegar a Santos y lo consiguió: “Nosotros a los trece minutos ya habíamos igualado la serie y teníamos a Santos cómo quien dice 0-0”, recuerda Víctor Luna de esa semifinal con el golazo de contragolpe que se marcó Mahler Tressor Moreno.
“Yo veo esa jugada cuando Tressor se va y el arquero se le viene encima y yo dije, lo va a fracturar porque no había distancia para maniobrar. Tressor inventó algo mágico y medio le pica la pelota por encima, el arquero pasa de largo y un gol de una enorme factura que es muy difícil hacer a esa distancia”, relata Luna sobre cómo vivió aquél momento mágico en el Atanasio Girardot.
La alegría de los hinchas rojos duraría solo trece minutos, pues con pelota quieta tras un centro de Diego Santos marcaría el 1-1 y se pondría adelante nuevamente en la serie. “Nos faltó experiencia, quisiera haber manejado con más experiencia el tema del 1-0”, lamenta el técnico Luna casi veinte años después de jugarse este partido.
Santos ampliaría la ventaja con un 1-2 en el partido con gol de Fabiano al minuto 61’ en un descuido de la defensa roja. 1-3 se ponía el global y se apagaban las ilusiones del equipo rojo de Antioquia. “Ahí había que valorar lo que tenía Santos y pienso que menospreciamos a Santos en el sentido de irlo a atacar como nos fuimos, porque en una de esas que quedamos mal parados nos hacen el gol”, comenta el técnico Víctor Luna.
Después, al equipo rojo le faltó tiempo para empatar. Mao Molina estrelló un tiro en el palo tras cobrar un tiro libre y al minuto 79’ lograría la igualdad tras un potente zurdazo ingresando al área. El DIM se volcaría al ataque y al minuto 85’ Léo le marcaría el fatídico 2-3 para cerrar el ciclo de un equipo que merecía más en Copa Libertadores.
“Recuerdo las caras de los muchachos, la satisfacción cuando terminaban los partidos y la manera como se atrevieron a jugar. El logro más grande es que entendieran toda la capacidad que tienen para jugar, nosotros tuvimos que ver con la confianza y la comunicación con ellos”, resalta Víctor Luna de la campaña de un equipo que si bien no logró la gloria internacional, cada uno de estos jugadores es recordado con cariño en Colombia por romper una sequía de 45 años sin ser campeón y pasar a la historia como ídolos del Independiente Medellín.
David González, de arquero legendario a técnico debutante
De esta historia salió David González, el recordado arquero del Independiente Medellín ahora es su director técnico y aunque le ha costado con los resultados, gran parte de la hinchada aún lo banca por el recuerdo de los títulos que consiguió como golero de los paisas.
“David siempre fue un hombre callado, muy disciplinado y expresaba lo necesario. En el argot del fútbol muchos consideran que los que por liderazgo hablan mucho, dicen que ese va a ser un entrenador, pero esas no son pautas. Yo creo más en la inteligencia y David es un hombre inteligente. Él tiene otra formación y el fútbol, la manera en que lo abrazó y como fue capaz de ponerse por encima es la muestra de cómo él vivió el fútbol. Eso se le convierte en herramientas para ser entrenador, él se preparó y tiene sus credenciales al día. A buena hora arrimaron un hombre de la casa, así ocurrió con Leonel”, opina Luna sobre el timonel del DIM.
Luna le pide a la hinchada que apoye a David González y acompañe este proceso que es liderado por quienes un día hicieron grande al Poderoso: “David no está solo, está Mao Molina, David Montoya, Roberto Carlos Cortés. Le dieron un voto de confianza enorme, él tiene que tener muy claro la hinchada que tiene, sabe que exige la hinchada y me encantaría verlo triunfar”.
Víctor Luna, el DT de la Comuna 13 de Medellín
Lejos del radar de los medios, para esta entrevista nos encontramos con el legendario técnico de la Copa Libertadores 2003 en la cancha Marte, la misma que a diario es el escenario del fútbol aficionado en Medellín. Hoy Luna sigue ligado al fútbol como formador de divisiones menores y caza talentos en la Comuna 13.
“Yo trabajo en la Comuna 13 con los muchachos, a veces los chiquitos y a veces los grandes. Sigo intentando que los muchachos cumplan sus sueños, les digo de frente que hay que estudiar y que no todos van a llegar. Trato de que antes de ser grandes deportistas sean seres humanos”, dice Luna sobre su actual trabajo.
Luna ha sido Director Técnico del Deportivo Independiente Medellín en cinco oportunidades: Tres como interino, en 1997, 2000 y 2011. Y dos en propiedad, en 2002 - 2003; 2006 - 2007. En Colombia también dirigió al Once Caldas (2005), al Bucaramanga (2008) y en el fútbol ecuatoriano dirigió al Barcelona (2004) y al Macará (2006). La última vez que dirigió como técnico fue en 2011 en el DIM, pero no contó con buenos resultados.
Recientemente también reapareció en el banquillo con Amaranto Perea, también de aquél Medellín del 2003, pero los resultados no acompañaron al equipo tiburón y Luna regresó a territorio antioqueño. “Lucho es una persona noble, con muchos valores. Usted lo ve cuando empezó en la primera B conmigo, ahora es otra persona que tiene claros sus objetivos. Es asistente en la selección de mayores. En esta experiencia que tuve con Junior lástima que no pudimos hacer cosas más fuertes”.
El entrenador de 62 años está listo para el llamado de algún equipo profesional, pero mientras tanto sigue formando a nuevos talentos en Medellín. El equipo de Víctor Luna siempre será recordado como el mejor Deportivo Independiente Medellín de la historia y es el referente contemporáneo que le gusta al hincha rojo: un equipo aguerrido, fuerte en la ofensiva y al que nunca le faltó corazón para enfrentar a poderosos rivales como Boca, Gremio o Santos de Brasil.