Así nació la leyenda de ‘Silvestre’ Silvestre Francisco Dangond Corrales nació en Urumita, La Guajira, el 12 de mayo de 1980. Ahí en la tierra de ‘las flores y las calagualas’ vivió su primera infancia. Hijo de Dellys Corrales Rojas, Silvestre se crió en un ambiente bastante jocoso donde le encantaba hacer bromas, travesuras como arrancar las frutas de los arboles vecinos y en ocasiones cazar lagartijas. No obstante, Urumita siempre aplaudió y se asombró de las dotes artísticas del niño. Sus vecinos admiraban la facilidad con la que ‘Silve’ encontraba acordes melodiosos a los viejos instrumentos musicales de juguete que lograban mostrar desde niño, las habilidades del urumitero. En su pubertad abandonó La Guajira, vivió un tiempo en Bogotá donde empezó a mostrarse en presentaciones populares y fiestas privadas acompañando a su amigo Héctor Arturo Zuleta ‘el coco’, proveniente de una dinastía vallenata también bastante reconocida. Luego sintió la necesidad de independizarse y arrancar carrera como solista así que se dirigió de nuevo a la Costa Atlántica con el fin de mostrarse en el gremio y con el sueño de grabar su primer trabajo discográfico. El público se encontraba saturado de lo mismo. La atmósfera vallenata tenía sed de algo nuevo, algo novedoso que cambiara el ámbito musical del folclor Caribe. La presión de la gente permitió la llegada de nuevos intérpretes al mercado. A la aparición de Dangond se le sumó la de Peter Manjarrés, Luifer Cuello, Kaleth Morales, Ernesto Mendoza, entre otros que conformaron la nueva ola. Silvestre y Kaleth fueron muy amigos; siempre lo recuerda Fue entonces cuando en 2002, junto a Román López como acordeonero, llegó el primer trabajo discográfico Silvestre Dangond, titulado “Tanto Para Ti”. La producción fue de moderada aceptación pero sobresalió su canción Muñeca de Porcelana, de la autoría de su amigo Kaleth:
(Fragmento de Muñeca de Porcelana)
Las pocas ventas del álbum ocasionaron la separación de Silvestre y Román López. El urumitero buscó una nueva conexión musical que se complementara más a su estilo personal. El elegido fue un muchacho talentoso que se unió a Silvestre para hacer historia, Juan Mario de la Espriella. Juancho conocía lo que era pegar un álbum. La producción ‘Llegó el momento’ que grabó junto a Peter Manjarrés fue todo un éxito en la Costa Atlántica. Pero es con Silvestre Dangond con el que encontró su espacio en el ámbito vallenato y se hizo el acordeonero más reconocido en todo el país. Poco antes de salir el CD “La Fama”, los dos jóvenes artistas tuvieron conflictos financieros. El acordeonero le exigió al cantautor un aumento en la comisión que le correspondía por moción de las presentaciones en vivo, mas Silvestre no lo consideró pertinente. Esto motivó a Juancho a presentar su carta de renuncia de la agrupación a lo que ‘Silve’ respondió arreglando junto a su compañero dichas desavenencias y dedicándole una parte al final de la canción “Así No Sirve”:“¿Para el despecho?, el licor ¿Y para la locura y el desorden?, el acordeón de Juancho de la Espriella Compadre Juancho, es que no es la plata, Es el corazón.”
(Fragmento final de ‘Así no sirve’, del álbum ‘La fama’)
Sin embargo, la unión Silvestre y Juancho tenía fecha de caducidad. Tras álbumes de mucho éxito, la carrera de Dangond se encontró en una meseta en la que cantante y acordeonero no quisieron continuar. “La separación mía con Juancho de la Espriella se da porque, después de tanto tiempo (10 años), siento que cayó en una monotonía, así él diga lo contrario”, indicó el cantante en rueda de prensa en enero del 2012. De La Espriella, quien hizo pública la separación, admitió no entender por qué rompieron abruptamente pero siempre creyó que Silvestre tenía otro acordeonero en mente. El auge que empezaron a obtener Martín Elías y Rolando Ochoa hizo que Dangond se decantara por el hijo del juglar Calixto Ochoa, amigo personal y que además de tocar de forma magistral el acordeón, compuso para el hijo de Diomedes los éxitos ‘Ábrete’ y ‘El terremoto’. Juancho, por su parte, se unió a Martín Elías dando fin a la etapa más exitosa de Silvestre a nivel musical. Silvestre dejó a Juancho y se unió con Rolando Ochoa. Poco tiempo después, se separaron La unión Dangond-Ochoa no dio los dividendos esperados, sobre todo en tarima donde la comunión no estuvo a la altura de los anteriores shows. Por otro lado, Martín y Juancho se transformaron en un boom tal, que pese al gran reconocimiento nacional que mantiene el urumitero, lo pusieron celoso. Los celos de Silvestre por Martín Elías fueron tales que se llegó a decir que se negó a cantar en un mismo evento junto al hijo de Diomedes, algo que el cantante desmintió. El polémico Dangond El conflicto con su anterior escudero De La Espriella no es el único pleito en la carrera de Silvestre. Uno de los más recordados fue la vez en que discutió en tarima con Peter Manjarrés, lo que generó una fuerte rivalidad. A inicios de 2004 en Ciénaga, Magdalena, se presentó un concierto que reunía a los dos artistas. Sin embargo, a eso de las 4 de la madrugada, bajo los efectos del alcohol, empezó un desafío que origino una enemistad durante muchos años. Esa noche Peter Manjarrés le dedico un verso a ‘Silve’ en alusión a su disco de moda en ese entonces, ‘La colegiala’:A lo que Silvestre respondería luego haciendo mención a la canción de moda de ese entonces de Manjarrés, ‘El rancho no es mío’:
La rencilla duró hasta mediados del 2009 cuando en Arjona, Bolívar, ambos estuvieron en la misma tarima, en una presentación de Peter. En dicha presentación, Silvestre firmó la reconciliación con un verso dedicado a Manjarrés. Luego, dicho verso salió grabado en la producción musical de Peter Manjarrés, en la canción “La Sinceridad”:
Ambos dieron cumplimiento a la profecía que habían hecho cantando un clásico del vallenato “El Tropezón”, tiempo antes de la pelea ocurrida en Ciénaga, en un club privado de Valledupar en la que Silvestre recitó:
Otro altercado fue el que mantuvo con la emisora Olímpica Stereo en Valledupar. Durante la presentación del disco “La Fama” en la ciudad de Valledupar en octubre de 2006, Silvestre tuvo un ‘encontronazo’ con su director, Javier Fernández Maestre.
La versión oficial de la emisora cuenta que Silvestre Dangond incumplió su palabra al prometer a la cadena de estaciones Olímpica con sede en Barranquilla hacer un lanzamiento simultáneo y exclusivo para el país solo por la difusora. El cantautor acordó estar desde las 6 de la mañana en la estación pero llego a las 9. El director de Olímpica Estéreo en Valledupar, Javier Fernández Maestre, se encontraba ese 13 de octubre en Bogotá por lo que el director artístico nacional, Rafael Páez, desde ‘la arenosa’ indicó que no se podía dejar entrar a Dangond a promocionar su disco en la estación. Cuando llegó la fama, empezaron los escándalos La estación principal en Barranquilla se indignó con Silvestre ya que tras haber llegado tarde a la presentación, promocionó de antemano el CD “La Fama” en otras emisoras de la capital del Cesar. Por eso habrían dado la orden de no hacer promoción del trabajo musical, a lo que Dangond respondió durante el lanzamiento esa misma noche comentándoles a sus seguidores: “Tengo que contarles algo que me pasó en una emisora esta mañana; en Olímpica Estéreo no me dejaron hablar…”, pero Silvestre nunca creyó en la versión oficial de la emisora, y supuso que otra podía ser la causa del veto. Rumores señalaron que ocurrió un desagradable antecedente entre Silvestre Dangond y Javier Fernández Maestre. Tiempo antes de llegar el lanzamiento de “La Fama” el director de Olímpica invitó al artista a su casa para celebrar una cena. Durante la comida se presentó un acontecimiento donde presuntamente Silvestre habría agredido verbalmente a la hija de Fernández Maestre, Cristina Paola Fernández Arzuaga. Aunque se dice que esta agresión fue leve, el panorama se complicó por el estado de salud de la niña. Esto puso iracundo al locutor, quien luego le pidió al artista que abandonara su recinto, cosa que enemistó a ambos. La disputa verbal entre los dos se extendió durante meses en los que Fernández agredió a Silvestre desde su espacio radial y este hacia lo mismo desde las tarimas. ‘El cantante trato de que Cristina Fernández se mantuviera exenta de la contienda al hacerle un saludo conciliador en la canción “La Miradita”:Otros escándalos han salpicado la carrera musical de Silvestre Dangond, como la vez que tocó los genitales de un niño en una presentación en Patillal. La prensa del interior repudió el hecho, mientras que la prensa costeña lo defendió. Hubo un proceso legal al respecto, que duró un año, en el que el cantante rindió interrogatorio. Luego del análisis de las pruebas el caso fue cerrado. El asunto ha quedado en el recuerdo de la gente, tanto en los que lo odian y aquellos que lo defienden.
La valla de Silvestre que generó una nueva polémica La última batahola que generó Silvestre fue cuando lanzó el álbum ‘La novena batalla’, con afiches en los que vestía trajes militares, y una publicidad a la entrada de la ciudad que recitó “Valledupar es territorio silvestrista”. Nuevamente, la prensa del interior reprochó el gesto, mientras que las autoridades políticas de Valledupar autorizaron todo los actos comerciales y se alinearon en favor del cantante. El ascenso de un ídolo La mejor etapa de Silvestre Dangond fue con Juancho De La Espriella. Junto a él, Silvestre produjo el segundo álbum de su carrera titulado ‘Lo mejor para los dos’, donde con éxitos como ‘Mi amor por ella’, ‘Nuestra Vida’ y ‘La Pinta Chévere’, alcanzó el reconocimiento deseado en la Costa Norte colombiana. Sin embargo, aún no era reconocido como único en toda Colombia. Fue entonces en su tercer trabajo discográfico cuando llegó el boom y nació lo que hoy se conoce como ‘Silvestrismo’. “La Colegiala” pondría a bailar a todos, y en el interior ahora Silvestre también es una estrella:(Fragmento de ‘La colegiala’)
El ascenso del urumitero fue imparable y empezó a convertirse en una leyenda. Éxitos como ‘Dile’, ‘La indiferencia’ o ‘La que me quiera la quiero’, convirtieron a Silvestre en el artista vallenato más escuchado a nivel nacional. A mediados de 2008, Silvestre publicó su más afamado trabajo discográfico llamado “El Original”. La caravana producida aquel 13 de junio en la ciudad de Valledupar es la que más gente movilizó a lo largo de la historia para una producción musical. Hasta ese entonces la más apoteósica había sido en el lanzamiento de la producción de Diomedes Díaz, de nombre ‘Titulo De Amor’” en 1993. Silvestre impuso récords que solo Diomedes había alcanzado ‘Calidad de vida”, ‘Me gusta, me gusta’ o ‘Que no se enteren’, fueron líderes de sintonía tanto en la Costa como en otras regiones. La canción ‘Me gusta, me gusta’ fue elegida canción del año 2008 por todas las estaciones vallenatas de Colombia al unísono, algo que no registra precedentes:(Fragmento de 'Me gusta, me gusta')
El trabajo discográfico “El Original” redefinió a Silvestre como artista, mostrándolo más maduro y más artista, comentan expertos en la música vallenata. “Silvestre tiene todo para marcar época en la música vallenata. Ya llegó a la cima, ahora debe mantenerla. No le será fácil, nunca para nadie lo fue”, indicó Álvaro Ibarra, experto en música vallenata. La otra cara de Silvestre Dangond Silvestre siguió cosechando éxitos. ‘Cantinero’ y ‘No me compares con nadie’ lo posicionaron como gran artista. Incursionó en el mundo de la televisión, donde presentó el programa ‘Un minuto para ganar’ en el Canal Caracol. Su figura pasó de obesa a esbelta, cobra 30 millones por un saludo en sus canciones, se mudó a Miami… la vida del muchacho de pueblo cambió, pero no su esencia. Hizo familia, se casó con Piery Avendaño, la mujer que le regaló a los ‘ditaitis’: Luis José, Silvestre José y José Silvestre. Dangond sabe que la dinastía está asegurada, su segundo hijo, ‘El monaco’, es aficionado a la música de 'Silve' y en el último lanzamiento apareció en tarima para hacer un show en compañía de su padre, ahí Silvestre le otorgó la sucesión. Para Silvestre, los 'Ditaitis' (hijos) son lo más importante en su vida Siguió mandando dichos en sus canciones y presentaciones, algo que enloquece al ‘Silvestrismo’. Pero sin duda alguna, uno de los gestos más sentidos que dio Dangond en el último tiempo fue cuando asistió al funeral de uno de sus seguidores, Emiro García, comerciante de un barrio humilde quien pidió que lo velaran con la música de Silvestre. El picó se escuchó en la otra vida. La canción ‘Mi propia historia’ sonó una y otra vez. A voluntad del difunto era imposible bajarle el volumen. Entonces llegó el artista, se paró en el féretro y el silencio se hizo presente. Comenzó a entonar esa canción y las lágrimas de Silvestre, el ser humano, se dejaron ver.De ahí se despidió, se montó en su camioneta blanca y volvió a la vida del artista. Lujos, giras, música y escándalos, todos hacen parte del artista que cada cuanto, enchancletado, sale a comerse un pedazo de carne en Valledupar, o a una parranda en Urumita. Vuelve a la sencillez que lo catapultó y se despoja del personaje, ese mismo que ¿será el reemplazo de Diomedes Díaz? El tiempo dictará sentencia.
[youtube width="549" height="366"]https://www.youtube.com/watch?v=RKb6Q9xWrio[/youtube] El día en que Silvestre le cantó a un fan en su funeral