Los años 2020 y 2021 quedarán en la historia no solo por la pandemia del Covid-19, sino también el uso de la mascarilla, gel antibacterial, pérdidas humanas y la virtualidad. Esa virtualidad que acerca aquellos que en la distancia anhelan compartir "como antes".
Todas las actividades se vieron afectadas en su realización incluyendo la Semana Santa. Esta semana importante para la religión católica se reinventó con las transmisiones en vivo en Internet, televisión y hasta en la radio.
Mantener la fe en tiempos difíciles no es fácil, es por ello que hay videos en vivo de liturgias y demás rituales para conmemorar estos días de reflexión y recogimiento.
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Aún están las medidas de no estar en aglomeraciones y con ello el cierre parcial de iglesias. Pero no es obstáculo para aquellos que en casa vivirán días de reflexión, comunión familiar y mantener la fe, sus creencias y su esperanza.
Kienyke.com conversó con Katherine Andrade de Jóvenes Agustinos Recoletos sobre la forma de vivir la creencia religiosa sin ir a una iglesia y estando en comunidad.
"La Semana Santa y vivirla desde casa nos hace entender que aunque no estamos presentes en las liturgias de pasión, muerte y resurrección hacen parte de nuestra cultura católica. Es importante, vivir la eucaristía pero desde casa es una experiencia enriquecedora, debido a que tenemos la oportunidad de recordar el verdadero significado de la celebración, de reflexionar y meditar en sí la palabra con nosotros mismos y nuestro núcleo familiar, que al fin y al cabo es nuestra iglesia doméstica", confesó Katherine Andrade.
Cada semana Santa era común ver personas en los viacrusis en comunidad, o las personas visitando los templos. Pero ahora y por recomendaciones de alcaldes y presidentes: estar en casa es vital.
"Hace un año el Papa comenzó las eucaristías por diferentes medios. Una Semana Santa sin personas fue un impacto muy fuerte a nivel de relación espiritual con Jesús y la comunidad. Pero la Iglesia ayuda con las medidas y más que pensar en llenar iglesias, lo principal es ayudar a las autoridades con el cuidado de la salud de las personas", confesó a KienyKe.com el sacerdote católico Paulo Palencia.
Sin embargo, para algunos no estar en una iglesia puede llevar a pensar que no se mantiene la misma religiosidad o fe que escuchar una eucaristía en casa.
"Desde mi punto de vista, espiritualmente no cambia, al contrario intensifica más lo que verdaderamente es la semana santa, que es tiempo de reflexión y meditación. Solo cambia el hecho de no poder compartirla en forma masiva con otros familiares, no poder recibir la comunión y realizar los ritos habituales en la iglesia", reveló Katherine Andrade desde su perspectiva joven.
A su vez el sacerdote Paulo confesó que sí hay un cambio cultural no solo en la religión, sino en otras áreas como la educación y el trabajo mismo, pero sigue haciendo falta ese relacionamiento, ese entorno al cual todo el mundo estaba acostumbrado.
"Es un cambio cultural porque hay un cambio de relacionamiento, pero no cambia la espiritualidad de la iglesia. Lo bonito de la eucaristía es que el sacerdote aunque este solo, la está ofreciendo en unión con todos", aseveró el sacerdote Palencia.
Es la segunda Semana Santa que no hay gente en las calles con los rituales tradicionales de esta muerte y resurrección, la segunda y última anhelada por muchos. La alternativa que hay y que ha superado todas las crisis coyunturales del mundo: mantener la fe y esperanza que todo cambio será para bien.
Por: Mafe Vargas Rueda.