Rodolfo Hernández avanzó a la segunda vuelta presidencial con un discurso contra la corrupción, no obstante, su presunta participación en el caso Vitalogic le podría jugar en contra, teniendo en cuenta que el caso se encuentra en etapa de juicio.
El ingeniero civil Rodolfo Hernández podría convertirse en el próximo presidente de Colombia, en caso de que supere a Gustavo Petro en la segunda vuelta presidencial. Haber llegado a esa instancia es sin duda una sorpresa para muchos, debido a que comenzó su campaña en las sombras, no asistió a debates presidenciales y tampoco se alió con los partidos tradicionales.
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Aunque tuvo un paso fugaz como concejal de Piedecuesta, Santander, su ciudad natal, y una conflictiva gestión como alcalde de Bucaramanga, que incluso lo llevó a dejar el cargo antes de lo previsto, algunos analistas lo consideran un ‘outsider’ de la política, con un discurso populista y una empatía contagiosa.
Si bien su discurso para conquistar a los bumangueses estuvo marcado por un tono disruptivo por fuera de la formalidad tradicional, y también en una afrenta constante hacia los corruptos, un presunto caso de corrupción podría ser la mancha que afecte su imagen de cara a la segunda vuelta presidencial.
En 2018, durante su tercer año al frente de la Alcaldía de Bucaramanga, el ingeniero Hernández habría incidido en la adjudicación de un contrato de consultoría para la Empresa de Aseo Municipal de Bucaramanga (Emab), con el fin de implementar nuevas tecnologías en la recolección y tratamiento de basuras en el relleno sanitario de El Carrasco.
Vitalogic, una empresa creada en 2007 que aplica tecnología a la recolección de residuos, estaba detrás de alcanzar dicho contrato, al parecer, ofreciendo una coima de 1.5 millones de dólares que supuestamente estaba siendo negociada por su hijo Luis Carlos Hernández.
Incluso, Hernández habría suscrito un acuerdo para repartir comisiones en caso de que se concretara la contratación.
Por esos hechos, la Procuraduría le formuló pliego de cargos en 2019 y anunció un proceso disciplinario. Asimismo, la Fiscalía le imputó a Hernández el delito de presunto interés indebido para favorecer sus propios interese y los de terceros.
El mismo exgerente de la Empresa de Aseo Municipal de Bucaramanga, José Manuel Barrera, es testigo clave en el proceso que se le adelanta a Rodolfo Hernández y por el cual tendrá que ir a juicio el próximo 21 de julio.
Quedará pendiente saber si realmente este escándalo podrá afectar la imagen del candidato a la presidencia o si será más fuerte su estilo espontaneo de dirigirse al pueblo.