Las películas, series de televisión, videojuegos y otras formas de entretenimiento nos han conquistado por años; permitiendo alejarnos un poco de la realidad, marcando nuestras vidas y dejando valiosos recuerdos de aquellas aventuras que pareciese haber vivido en carne propia.
Sin duda, hemos amado y odiado a los personajes que dan vida a esas historias que nos cautivaron, acompañaron y nos han dado exultantes emociones gracias a esa magia interpretativa de sus protagonistas.
Latinoamérica ha sido conquistada por una gran cantidad de producciones provenientes de Estados Unidos, Asia y Europa, para lo cual, se ha implantado el español latino todas estas creaciones por medio del doblaje, cuyas voces han acompañado gratamente a varias generaciones.
Gerardo Reyero es uno de los actores de doblaje más destacados en América Latina, un hombre con una voz única, aterciopelada y elegante, ha interpretado durante 32 años a diversos personajes que se han robado el corazón, cariño y respeto del público.
KienyKe.com conoció la historia de este talentoso actor de doblaje mexicano, que ha inmortalizado con su voz a miles de personajes desde presidentes, detectives, pasando por grandes superhéroes y hasta refinados, elegantes y enigmáticos villanos.
Descubra 10 grandes personajes de Gerardo Reyero:
Gerardo
Gerardo Reyero es toda una institución en el doblaje latinoamericano. Su tono y capacidad interpretativa reflejan: poder, sabiduría, finura y demás elementos a las figuras que interpreta. Se considera un hombre simple y sencillo, cuyos 'vicios' son: trabajar duro, comer delicioso, ver televisión, leer un buen libro, caminar y poder dormir todo lo que le sea posible.
“Soy un ser humano igual que cualquiera, con defectos, con virtudes. Soy bendecido por el universo porque me dedico a lo que me gusta, que me apasiona, y además, me pagan por hacerlo”, comentó.
La ciudad de Puebla, México, vio nacer en 1965 a Gerardo, bajo el seno de una familia numerosa, siendo el séptimo entre 10 hermanos (considera el 7 su número de la suerte). Vivió sus primeros años en una ciudad tranquila, jugando con sus amigos y hermanos en las calles de la vecindad.
A pesar de algunas carencias en el hogar, nunca faltó lo necesario para vivir; eran tiempos de inocencia, juegos y felicidad en los que fue adquiriendo las bases para sortear los retos y desafíos de la vida.
“Yo vivía en una vecindad y jugábamos con los otros niños sin ningún problema, sin miedo a que nos llegara a pasar algo. Fue una infancia que recuerdo muy ‘padre’ y muy bonita”, recuerda.
Pasaron los años y aquel pequeño Gerardo dejó de serlo, sus brazos y piernas se fueron alargando como plastilina, que por eso lo apodaban ‘La tripa lavada’ y con ello se vislumbraba los destellos de la adolescencia; ya con un carácter más desarrollado fue descubriendo esos caminos que lo forjaron para la vida.
El liderazgo es una cualidad que siempre lo ha definido, y por eso, constantemente se preocupa por exigirse y encontrar las maneras de hacer las cosas bien y con credibilidad, especialmente por ese espíritu que influye en todos aquellos a su alrededor.
“No sé por qué, en un momento de mi vida me dediqué a rescatar gente; entonces, siempre fui como rebelde pero superhéroe, pero en la primaria siempre fui Jefe de Grupo hasta que me gradué como maestro de escuela. Siempre tuve esa materia de líder, me seguía la gente”, afirmó.
Escuche aquí la entrevista con Gerardo Reyero:
Vocación
Se consideraba un ‘nerd’ en sus años de secundaria, solo iba de la casa al colegio y viceversa, no salía a jugar como los demás jóvenes de su edad. Nunca le gustaron los deportes, especialmente los de contacto, sin embargo, encontró el atletismo, aquellas carreras le permitieron descubrir ir a su propio ritmo, una premisa que se ha convertido en filosofía de vida.
En esta etapa fue encontrando una vocación, esa que lo marcaría para siempre, la actuación. Gerardo siempre había mostrado una sensibilidad por las artes y lo fue descubriendo imitando gestos y voces de sus compañeros y profesores.
“Aprendí a ser muy observador, en la escuela me pasaban frente al salón a hacer imitaciones, iba actuando y yo no sabía que algo se estaba despertando en mi voz que no pude entender sino hasta que estudié actuación, aprendí a leer incluso antes de entrar a la primaria, entonces tenía una lectura muy buena, una muy buena dicción y tenía una gran comprensión de lectura en voz alta. Algo estaba despertando ahí en mi adolescencia que cuando llegué a estudiar para maestro de primaria, explotó completamente cuando entré al grupo de teatro y pude ver que para eso sirve saber leer y tener buena dicción y ahí lo conocí”, resaltó.
Nunca imaginó que iba a trabajar con la voz, esto surgió luego de que su profesor de teatro le mencionó: “este niño tiene una voz encueradora”; en otros términos, una voz agradable para el oído de quien la escuchara. Este le recomendaba que tomara clases de locución y dedicarse a medios radiofónicos.
Cursaba tercer año de actuación en el Instituto Andrés Soler en la Ciudad de México, allí descubrió el doblaje: el arte de interpretar con la voz a otros personajes y en este caso al trasladarlos al idioma castellano. Cómo llamada del destino y de una manera innata, Gerardo entendió, practicó y perfeccionó este arte, que años después - sin proponérselo - lo han convertido en uno de sus grandes exponentes en Latinoamérica.
“Entendí lo que era el doblaje, me enseñaron lo que es el doblaje y serví para el doblaje afortunadamente, y luego de 32 años aquí estoy haciendo doblaje”, dijo.
Actor
Gerardo culminó con éxito los estudios de actuación, su dedicación, pasión y talento, le fueron abriendo puertas que le auguraban un gran futuro; tanto así, que a los pocos días de graduarse, uno de sus maestros lo convocó para un papel en una serie, dando su primer paso en el doblaje.
Ese papel fue interpretando a un villano en la serie ‘La Superabuela’, en la que este personaje cometía sus fechorías, pero era descubierto por la tierna y amable anciana detective que le daba su merecido. Generalmente los actores de doblaje comienzan sus carreras con papeles pequeños y modestos, pero esta vez, Gerardo debutó con el co-protagónico, algo que no imaginaba, sin duda era una señal divina que le indicaba que ese era el camino.
Aquella actuación fue una gran bendición para él, gracias a ese papel fue descubierto por varios directores que lo fueron convocando para papeles mucho más grandes involucrándose cada vez más en este mágico arte.
“Desde que yo entendí lo que era actuar... ya lo pude poner en palabras el saber lo que es actuar, que es interpretar la vida de otros, pero yo esa sensación la tengo desde niño, desde aquella vecindad que convivía con mis hermanos más pequeños y les decía que les armaría una película con escenarios de muñecos, juguetes y pedazos de tela y les contaba esas historias. Yo no sabía que ya estaba actuando”, recuerda.
Sin duda, eran sensaciones que brotaban desde lo más profundo de su corazón, como una especie de deja vu que había vivido y que cada día con cada actuación, expresiones innatas que clarifican y daban cuenta que para esto había nacido y esa sería su misión en la vida hasta el fin de sus días.
“Cuando llego a un escenario digo: aquí nací, yo de aquí soy y aquí me quiero morir, hasta el último día de mi vida quiero estar en un escenario”, expresó.
Todo ese amor que le ha puesto a su vocación, se ha reflejado con el reconocimiento de ser uno de los mejores y más aclamados actores de doblaje en América Latina, su versatilidad para interpretar, conocimiento, tono y profesionalismo, dan muestras de que lo que se hace con el corazón da sus mejores frutos.
“Cuando yo me enfrento cada día a un nuevo personaje, o conocido en una nueva situación, para mi se me abren las puertas del paraíso completamente ¡me emociona!”, afirma.
Gerardo Reyero es un actor consumado, vive y respira para actuar, siente una gran felicidad cuando recibe llamados para interpretar papeles. Quizá esté un poco cansado o algo triste, pero a la hora de doblar se transforma, nace un nuevo Gerardo y da lo mejor para dar vida a su personaje, siempre teniendo una máxima premisa: “Mi cuerpo, mi voz, mis emociones al servicio del personaje, lo que requiera el personaje, eso mismo le voy a dar”, sentencia.
Freezer
Gerardo Reyero es especialista en doblar personajes imponentes, elegantes, fuertes, serios y en algunas ocasiones más ligeros. Tiene una lista de grandes y destacadas interpretaciones como: Freezer (Dragon Ball Z), V (V de Venganza), Tuxedo Mask (Sailor Moon), El Reverendo Alegría (Los Simpsons), Eo de Scyllia (Los Caballeros del Zodiaco), Han Solo (Stars Wars), La Máscara - Stanley Ipkiss (La Máscara), Hellboy y muchos más, que le han dado prestigio a su dorada carrera actoral.
Sin duda, Freezer, uno de los villanos más emblemáticos de la saga de Dragon Ball Z, ha sido una figura que ha marcado su vida profesional y personal. Este elegante y fino antagonista que busca incansablemente derrotar a Gokú y sus amigos por conquistar el universo, le permitió a Gerardo, no solo su voz ser reconocida, sino a convertirse en toda una celebridad de culto para todos los seguidores y fans de la serie.
Este personaje lo ha hecho completamente visible, participando en foros, shows, programas de televisión, entrevistas, convenciones y talleres, siempre es recibido con aplausos y ovaciones por parte del público que les cuesta creer que tienen cerca a ese “malvado emperador” - y otras de sus interpretaciones - que ha acompañado a varias generaciones.
“Lo tengo que admitir, cuando hicimos Dragon Ball - y lo digo abiertamente- por allá en los 90, ninguno de nosotros pensamos que algún día se iba a convertir en lo que es Dragon Ball, en un símbolo de la cultura pop, no lo pensamos jamás, ni que íbamos a participar en este doblaje que hizo “famosos” a los actores de doblaje y nos abrió las puertas a ser conocidos en toda América Latina, España y hasta en Estados Unidos”, afirmó.
V
Gerardo le tiene un cariño especial a Freezer, quien le ha dado mucho valor a su carrera. sin embargo, su personaje favorito es V, de la película V de Venganza, aquel enigmático justiciero oculto bajo una máscara con su sombrero, capa y vestido color negro, que busca liberar y revolucionar a Inglaterra de las garras de un gobierno fascista.
V le representó uno de sus retos más grandes como actor, por su figura magna, inteligencia y finura, además, tener que interpretarlo a la perfección con aquella icónica máscara que impide ver sus emociones y reacciones (algo fundamental para los actores de doblaje). Sin embargo, asumió el desafío y lo disfrutó como ninguno dándole vida con su voz a este revolucionario por el que siente mucha admiración, fascinación y amor.
“V es mi megafavorito de favoritos, no solo como personaje y por todo lo que representa, sino que como actor por el reto que implicó porque me permitió explorar nuevos tonos y registros que no usaba de manera natural porque estaba supeditado a los gestos de los rostros... aquí con una máscara dura y rígida todo habría que darlo solamente con la intención, con la voz. Entonces entendemos que es un hombre elegante, rebelde, intelectual, con una finura especial, pero además, tiene la venganza y la ira en la punta de la lengua, pero no es gritón, es suavecito y el poder de la palabra que tiene es contundente ¡Qué difícil es interpretar a alguien así!”, aseguró.
El desafío
Gerardo Reyero ha gozado de una exitosa trayectoria llena de reconocimiento y prestigio por parte del público, colegas y amigos, disfrutando su éxito y las mieles que este da, sin embargo, hubo un momento muy complicado en su vida que se convirtió en todo un desafío: en el 2016 sufrió una grave complicación de salud conocida como Síndrome de Guillain Barré, una enfermedad de tipo neuronal que genera parálisis en las extremidades del cuerpo y que ataca directamente al sistema nervioso. Una situación en la que pensó que su vida terrenal tendría desenlace.
Pero como alguno de los personajes que ha interpretado, sacó superpoderes, valentía, fe y confianza para librar esta batalla, en la que con buena actitud y completamente con el cuerpo paralizado del cuello para abajo, logró superarla de gran manera y no dejó que la muerte lo arrebatara, permitiendo que haya Gerardo Reyero para rato.
“Estuve así 15 días, sin poderme mover. Cuando las enfermeras me preguntaban que si de verdad estaba enfermo, porque yo me la pasaba divirtiéndome y echando chistes, no podía moverme pero mi cabeza estaba bien, mi cerebro y mi mente estaba conectados con el universo y yo sabía que iba a estar bien, los doctores tenían que hacer lo suyo y yo confío en ellos, tenía que confiar en alguien y eso se llama tener fe. Tuve buena actitud”, recuerda.
Este episodio marca claramente que los milagros sí existen, los médicos no le pronosticaban buen futuro, según ellos: Gerardo volvería a caminar en meses y tendría que tomar terapias para volver a aprender a hablar y comer con normalidad hasta dentro de un año. Sin embargo, se curó de una enfermedad peligrosa, y como muestra de ello, salió caminando del hospital y una semana después ya estaba retomando su trabajo como si nada hubiera pasado.
“La vida es un reto, lo que es difícil lo dejo y punto, pa’ qué la busco, sigo con lo que tiene solución y le busco 50 mil soluciones. Siempre he dicho: para cada problema 100 mil soluciones, búscalas nada más”, sentenció.
Intimidad
Gerardo es una persona que no le gusta exponer su vida privada, tiene su pareja, una mujer que lo hace feliz todos los días, con la que comparte su camino y disfrutan del día a día con mucho amor y cariño.
No quiso tener hijos, pero tiene una decena de sobrinos que le dan felicidad y disfruta de su compañía cada vez que se encuentran con ellos, abrazos, risas y cariño van y vienen con aquellos “hijos prestados”.
“Un día decidí no tener hijos, lo tengo muy claro desde niño, no vine al mundo a tener hijos, vine al mundo a vivir yo, de manera egoísta si lo quieren llamar, pero a vivir mi vida a explotar mis posibilidades y mis cualidades, mi forma de ser y mi concepto de vida a explorarlo y explotarlo por mi mismo. Soy más de disfrutar mi propio espacio y mi vida, y hasta ahora ese amor filial no me ha hecho falta”, dijo.
Es un hombre que se considera ‘animal nocturno’, está más activo hasta altas horas de la noche, le cuesta despertarse temprano, disfruta de unos buenos vinos y tazas de café. Le gusta la televisión, leer unos buenos ejemplares y caminar, pero su gran 'adicción' es: trabajar para entretener a los demás.
Sueños
Para Gerardo, no contempla que la vida simplemente se remita a alcanzar metas o sueños, para él, lo verdaderamente importante es su esencia y disfrutarla al máximo. Cree y siente que ya está realizado, ha hecho lo que ha querido, trabaja en lo que le gusta, tiene proyectos que ya están marchando, y bajo esos preceptos siente que está listo para cuando la muerte lo llame, y si fuera en este momento: moriría bien y tranquilo. Gerardo Reyero es un ser humano pleno.
“Sigo viviendo feliz y disfrutando la vida pero todos los sueños los he realizado y logrado, quise ser actor, soy actor, llevo 38 años como actor; entonces no necesito más, estoy bien y tranquilo y hago lo que me gusta. Así que si Dios viene a llevarme, estoy más que listo, me voy feliz. Dios me permita morir en el escenario divirtiendo a la gente, que hasta mi muerte sea divertida, que así sea, para que la gente esté contenta. eso me llena el alma y el espíritu”, afirmó.
Mensaje
Gerardo Reyero es un hombre que ha acompañado a varias generaciones a través de su voz, gracias a ese trabajo se ha metido en el corazón del público haciéndolo sentir parte de sus vidas. Muchos le agradecen el acompañar su infancia y ser el vehículo para muchos, el escape de los problemas a través de sus personajes.
“Yo nunca voy a poder pagar con nada… el poder estar en un escenario y hablar como Freezer y ver como adolescentes y mayores de 30 años, de repente abren los ojos, sonríen y se convierten en niños otra vez ¡eso es impagable!”, expreso.
Mientras Dios y el universo se lo permitan, seguirá entregando lo mejor de sí para entretener a la gente, dar ese toque de felicidad para los demás y para sí mismo; siempre con una sonrisa y buena actitud ante los desafíos y diversos colores de la existencia.
“Diviértanse, sean felices… siempre a través de conocerse a sí mismos, no traten de buscar la felicidad afuera, busquenla adentro, abran ese paquetico de felicidad a través del trabajo emocional, de reconocerte como ser humano. Eres único y especial, pero que vives en un planeta rodeado de otros seres vivos a los cuales hay que amar y respetar, a este mundo vinimos a amar y ser amados; entonces bajo esa premisa está la felicidad”, expresó.
Freezer, V, Capitanazo, el Reverendo Alegría, Heelboy y todos los demás, seguirán retumbando y divirtiendo a muchos con sus historias, pero teniendo claro que detrás de ese personaje y en su más pura esencia, siempre estará Gerardo Reyero.