KienyKe.com visitó la oficina del director de ‘La Luciérnaga’ de Caracol Radio, uno de los programas más importantes de este medio en Colombia. Gabriel Delascasas nos contó a detalle su historia y cómo ha sido llegar a lo más alto de este espacio histórico.
Gabriel Delascasas Herrera, 'el mono' o el 'el vikingo', fue un hombre de publicidad, mercadeo y radio. Su excelsa pasión por estos dos mundos le harían conocer el amor, una pereirana muy inteligente, gerente de radio y con quien en 1.967 trajeron al mundo un hijo, con el mismo nombre del 'mono'.
Su hijo, nació en Bogotá, sin embargo, cuando cumplió un año de edad, se trasladaron a Medellín, pues Gabriel de las Casas padre trabajaba para la Nacional de Chocolates, lo que en su época era el Nutresa de hoy. Su hijo crecería entonces en la capital antioqueña. Allí, él conoció una ciudad de puertas abiertas, tranquila y con muchos amigos de barrio.
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La infancia de Gabriel de las Casas
Su infancia fue muy normal. Tenía el privilegio y recuerda con mucha efusividad las navidades en su hogar. Visitas de familiares y el balón, patineta o bicicleta que año tras año estaba en el árbol esperándolo. Sus primeros años en el colegio fueron caracterizados por los llamados de indisciplina. 'Pelusa' como sus amigos le llamaban, era el encargado de repartir pseudónimos a sus compañeros, algo de lo que hoy no se siente tan orgulloso.
Su mamá se encargó de las labores de hogar, era tanto su amor por su hijo que dejó a un lado la letra cursiva tan estilizada que había aprendido con esfuerzo, para aprender la letra sin serifas de su hijo y con eso, ayudarle a poner al día los cuadernos y los ejercicios de clase.
Gabriel de las Casas primero fue hincha del DIM
El ambiente antioqueño permeado por el fútbol como en gran parte del país, le permitió a Gabriel a acercarse a este deporte.
"Yo fui hincha del Medellín primero. Luego, como el que más ganaba era el Nacional, decía que era de los verdes, sin embargo, yo realmente era del Independiente Medellín", dijo Gabriel de las Casas.
Con el tiempo, se fue enamorando de las historias que su papá le contaba del 'ballet azul' y de la época dorada del Millonarios, equipo de la capital. Con cada vez más relatos impactantes de este club y el amor por su padre, hicieron que la sangre de Gabriel pasara a ser azul, de ahí su acérrima pasión por los Millonarios. Esto, se haría más fuerte a su traslado a Bogotá sobre el final de la primaria.
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Su conexión con la radio y la publicidad
La figura de su padre también influirían en el destino de Gabriel. Desde muy pequeño en el colegio se le conoció por ser el primero en declamar y recitar textos y poemas, también, más adelante, en presentar, animar y 'mamar gallo' en los eventos de su colegio. Sus habilidades iban inclinándose hacia el repentismo, la improvisación y la comunicación.
Sumado a esto, su padre como hombre de radio y publicidad, lo llevaba muchas veces a su lugar de trabajo, donde Gabriel asombrado se maravillaba por el cuarto oscuro y el proceso de revelado, por los linotipos, el olor de la tinta, la letraset y la manualidad que para esa época requería el oficio publicitario.
Se declinó por ese mundo, encantado descubrió que quería definir su vida y oficio en él. Decidió su carrera muy rápido, lo tenía claro. Estudió comunicación social en la Pontificia Universidad Javeriana.
Así llega a los medios de comunicación Gabriel de las Casas
Inició su camino laboral como practicante en la Revista Semana.
"Yo recuerdo que iba pasando por un pasillo de la Universidad y alguien me dijo "venga Gabriel, ¿Usted tiene buena ortografía?"... respondía que claro, me hubieran preguntado lo que fuera y yo hubiera respondido que sí. Eso fue en el 88. Me desempeñé como corrector de estilo y ahí inicié mi camino en todo esto".
Fue corrector de textos y de estilo con el trasnocho como estilo de vida en dicho medio. Conoció a muchas personas, luego pasó a ser parte de Radio Deportes Caracol como practicante y terminó las mismas en Radioacktiva, emisora juvenil.
Es ahí cuando Caracol Radio lo contrata como profesional y a partir de ahí, se desempeñaría en un rol de periodista durante cinco años, a la par, fue metiéndose en otros espacios, entre ellos 'La Luciérnaga', donde hacía informes para este espacio. Luego, se va para otra emisora, 88.9 y regresa en el 96 directamente a 'La Luciérnaga'.
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Gabriel de las Casas, el cerebro detrás de 'La Luciérnaga'
Así ha sido el recorrido de Gabriel de las Casas en Caracol:
"A través de mi papá yo no era desconocido en Caracol Radio, porque a él lo conocía Hernán Peláez y Guillermo Salamanca. Cuando me contratan en Caracol, yo sabía que quería estar en la Cadena Básica de Caracol, entonces empiezo a buscar espacios con el entonces director del espacio, Hernán. Él me dijo: "tráigame lo que están escuchando los jóvenes" y así lo hice, pero ellos me destruían la canción y me daban con todo".
Poco a poco se fue ganando un espacio en 'La Luciérnaga', a tal punto que cuando no estaba Hernán Peláez el lo suplía presentando el espacio.
La disciplina ha sido la palabra clave de Gabriel. Con eso y a pulso, se ha permitido abrir una carrera dentro de uno de los espacios más importantes de radio en Colombia. Él estuvo siempre presente, proponiendo temas, cambios en los libretos, ofreciendo chistes, perspectivas, segmentos. El director supo que podía contar con él porque siempre estaba presente, mostrando con disciplina todos los días lo que sabía hacer.
"El llegar a tiempo, estar, cumplir a tiempo con los compromisos es muy importante. Un gran talento sin disciplina es inviable", afirma de las Casas.
Duró diecisiete años en esa labor. Luego se fue un tiempo a diversificar sus habilidades y poner su experiencia en diferentes empresas. El 14 de junio del 2019 regresó como director de ese espacio, donde a punta de disciplina guía con libertad esa balanza entre humor e información veraz para la audiencia nacional.