El estadio gritaba en contra de Shakira y sus hijos. Los hinchas del Espanyol, cada vez que el número dos del Barcelona tocaba el balón, coreaban insultos. El jugador intentaba que las ofensas no lo alteraran. Faltaban 10 segundos para que el minuto 81 se terminara y el balón, tras un cabezazo de Piqué, el ofendido, se metió en la red. Fue más que el gol del empate. Fue el gol de la venganza. Gerard Piqué celebró con una acción que tildaron de polémica: el dedo índice de su mano derecha sobre sus labios, y así mandó callar al público. Usó la anotación para pedir respeto y defender el honor de su familia.
El amor hacia Piqué en Cataluña está divido. Sus comentarios políticos en tiempos de independencia y regionalismo en Cataluña han hecho eco en el campo de juego. Algunos no le perdonan sus posiciones y otros no le perdonan que vaya a dejar la Selección de España, tras anunciar un pronto retiro.
"Los jugadores tenemos responsabilidad, pero también somos personas y reaccionamos según lo que pasa", fue uno de los comentarios de Gerard Piqué al término del derbi entre el Barcelona F.C y el Espanyol por la liga española.
Piqué no se ha quedado callado. Su voz se ha alzado para decir cosas sobre el futuro político de Cataluña y su incidencia en toda la región. Algunos le dicen imprudente. Otros aseguran su manera de pensar. Sin embargo, el domingo en el Estadio RCDE, casa de sus rivales de patio, mandó a callar a los hinchas y las miradas se volcaron hacia él.
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Piqué desde hace varias semanas venía haciendo énfasis en la procedencia del estadio rival y se refería como Espanyol de Cornellà (barrio de Barcelona donde está ubicado el estadio). Esto no fue del agrado de los hinchas que no lo pasaron por alto y atacaron al jugador con cantos e insultos a él y su familia.
El Barcelona comenzó perdiendo el partido pero empató al minuto 82 con un golpe de cabeza de Gerard Piqué, tras un tiro libre de Lionel Messi. Fue una salvación para el equipo 'blaugrana' en un encuentro que estaba lleno de faltas y una lluvia que imposibilitó un desarrollo normal del juego.
Al final del partido, la prensa le prestó mayor importancia a la celebración que al resultado del juego mismo. El defensa Catalán sabía que se iba a ir en su contra y así fue. ¿una falta de respeto? Fue uno de los dardos que lanzó un periodista. Con sobriedad el jugador dijo que la falta de respeto es que se no denuncien los insultos de parte de la afición. Se refería a los improperios que llovieron sobre su esposa e hijos.
Por su familia y su club, del que algún día quiere ser presidente, Piqué siempre sale en defensa. No se reserva ninguna respuesta o réplica para las críticas. Usa la ironía para decir la verdad así tenga matices políticos y ofensivos. Poco le importa. La prensa y la crítica lo saben y también saben como picarle la lengua. Él siempre responde.
"El Espanyol está cada vez más desarraigado de Barcelona y tiene un presidente chino. Se quejan de que diga esto y no investigan los insultos a mi familia. Mandar callar era lo mínimo que podía hacer"El debate continúa abierto sobre la vocería que tiene Piqué en los momentos coyunturales en el fútbol y la vida política, pero está claro que no permitirá insultos contra su familia y su persona. [single-related post_id="821804"] Por ahora, y para bajar la temperatura, Gerard estará por fuera de la canchas alrededor de 15 días por molestias en su rodilla. El jugador no podría estar en partidos de Copa del Rey y el ansiado regreso de la Champions League contra el Chelsea. Sin duda, el esposo de la colombiana sabe sortear polémicas para salir bien librado. Tiene afición, club y familia que lo respaldan. Fuera de la cancha ha logrado sentar un precedente importante: no tiene pelos en la lengua. No le teme a la crítica ni a estar en el ojo del huracán. Y dentro de la cancha responde con goles que le permiten callar todo un estadio.