Aquel 10 de mayo era un día como cualquier otro, una jornada con buen sol y buen viento; en fin, un día perfecto para volar. Por eso Darren Harrison decidió emprender viaje desde la Bahamas a Florida sin saber que le tocaría a él mismo salvarse de un trágico desenlace luego de que su piloto se desmayara en pleno vuelo.
A las 12:27 de ese día soleado, Robert Morgan, controlador aéreo de Florida, se encontraba almorzando, pero un pedido de auxilio lo interrumpió intempestivamente.
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"Tengo una situación muy seria aquí", escuchó a lo lejos.
De inmediato, Robert acudió a atender la comunicación para enterarse de lo que estaba sucediendo.
Era nada más y nada menos que Darren Harrison, quien había tomado el control del vuelo que había salido casi dos horas antes de hacer ese llamado de auxilio desde Marsh Harbour, en las Bahamas.
"No tengo idea de cómo volar el avión", dijo luego de explicar que el piloto encargado de llevarlo a destino había entrado en un estado de inconsciencia.
Harrison había tomado el timón de una avioneta Cessna 208 Caravan monomotor, sin saber en lo absoluto sobre pilotear.
Ante la urgencia propia de la situación, el controlador acude a ubicar la aeronave para poder guiar al piloto inexperto. "ATC: 333 Lima Delta Roger, ¿cuál es tu posición?", pregunta.
Y como era de esperarse, Darren no tenía idea de dónde estaba. Sin embargo, le dio la pista al controlador de estar en frente de la costa de Florida, dato que sirvió significativamente.
Al contestar, Harrison sintió un silencio sepulcral y en medio de su preocupación insistió en si lo habían escuchado. "Chicos, ¿me han localizado?”.
Además, su preocupación comenzó a salirse de control luego de que no lograra encender la pantalla de navegación. “¿Tienen alguna idea sobre eso?", insistió.
Finalmente, el controlador logró ubicar el avión a unos 10 kilómetros del Aeropuerto de Internacional de Palm Beach, lugar que sería escogido para realizar el aterrizaje, aunque esto conllevara el riesgo altísimo de una catástrofe.
Es por eso que Morgan, quien también dedica gran parte de su tiempo como instructor de vuelo, decidió dar lo que sería la clase más importante de su vida a través de un radio. Clase que debía dictarse de manera intensiva y que incluso estaba destinada a enseñar la maniobra más complicada de la aviación, como lo es el aterrizaje.
Además, el controlador jamás había piloteado ese modelo de avión, por lo que tuvo que buscar en internet una imagen del panel de instrumentos para poder guiar al piloto primerizo.
"Trata de mantener las alas niveladas y ve si puedes comenzar a descender. Empuja los controles hacia adelante y desciende a un ritmo muy lento", le indicó.
Harrison tomó cada guía con mucha atención y así lo hizo. Su motivación más grande era volver a reencontrarse con su esposa, con quien espera un hijo. En el video se observa como el inexperto piloto logra aterrizar a la perfección la aeronave, maniobra que requiere de 20 horas de enseñanza, según expertos.
Incluso el pasajero se llevó todos los aplausos de los pilotos profesionales que se encontraban en la misma terminal aérea.
Tras el exitoso aterrizaje, el controlador corrió a la pista para encontrarse con el pasajero y ambos se abrazaron hasta las lágrimas por la hazaña realizada. Un milagro que no solo salvó su vida, sino seguramente también la de otras personas.
