Latifa al Alyan, una niña siria de seis años que resultó herida en la cara durante un bombardeo de las fuerzas del régimen de Bashar al Asad en Idlib en 2019, sueña con terminar el tratamiento de sus heridas y poder mirarse en un espejo de nuevo.
La niña vive ahora en Bursa, al noroeste de Turquía, y recibió un trasplante de piel en Sanliurfa, cerca de la frontera con Siria. No obstante, su tratamiento está incompleto y su familia no cuenta con los recursos para finalizarlo.
La madre de Latifa, Hala Alabdullah, señaló que su hija no murió en el bombardeo, pero resultó gravemente herida y contó que han pasado por momentos muy difíciles desde entonces.
Alabdullah reza para que el drama de su hija, a quien no pudieron llevar a los controles posoperatorios ni comprarle las cremas necesarias para las profundas heridas de su rostro, vuelva a sonreír.
"Mi esposo gritó cuando vio la cara de Latifa. Sufrió un trauma psicológico al verla así. Los vecinos inmediatamente llamaron una ambulancia. En 2019 llegamos a Sanliurfa, donde la operaron”, aseguró.
“Sin embargo, no pudimos completar su tratamiento debido a dificultades económicas. Hay un medicamento, pero lamentablemente no podemos comprarlo porque tenemos que pagar el alquiler y nuestras necesidades básicas”, agregó la madre.
Alabdullah señaló que apelan a los donantes para que la niña pueda terminar su tratamiento y volver a mirarse al espejo.
Por su parte, la pequeña subrayó que quiere ser tratada y que la piel blanca de su rostro vuelva. También dice que sueña con ir a la escuela y verse feliz en el espejo.
Siria está inmersa en una cruenta guerra civil desde principios de 2011, cuando el régimen de Assad reprimió las protestas prodemocráticas con una ferocidad inesperada. Desde entonces, más de 5 millones de civiles han sido desplazados.
Por: Ali Atmaca / Anadolu