A sus 27 años Jennifer Pedraza es una de las congresistas más jóvenes de Colombia. La bumanguesa ha encontrado en la política un servicio a la comunidad y a sus ideales que ha cultivado desde temprana edad. Ella, habló con KienyKe y contó detalles inéditos de su historia.
Nos reunimos un viernes con la congresista para entablar esta conversación, a su arribo, su energía y disposición se antoja arrolladora, dispuesta a batear cualquier pregunta, se sienta para hablar de su vida.
"Los viernes nunca hay sesiones de Cámara, entonces lo que hacemos es ir a las regiones para atender las necesidades de las comunidades. Sin embargo, en el Congreso no se ha avanzado mucho, por lo que sería ideal discutir las reformas", afirma Jennifer de su día.
Aunque es representante de Bogotá, viaja a otras regiones para escuchar a sus ciudadanos, pues es la única congresista elegida de su partido Dignidad y Compromiso.
En sus ratos libres no prefiere el alcohol, más bien le gusta bailar, ir a cine y cuidar a sus perros, que son práctimente su razón de ser. El día en el que hablamos no es la excepción, pese atender la entrevista, ya tiene planeadas sus horas de descanso.
El origen de Jennifer Pedraza
Jennifer Pedraza nació el 14 de febrero de 1996 en Bucaramanga, sus padres, se conocieron en el barrio La Cumbre de esta ciudad, él ingeniero civil y ella, secretaria de un juez de la justicia penal militar. En ese lugar, nació el amor que gestó la vida de la hoy congresista.
Como hecho curioso, creció al frente del hogar del hoy también congresista Jota Pe Hernández , desde muy pequeña, tuvo una cercanía profunda por los temas sociales.
" Yo tenía una relación conflictiva con mi papa, siempre hemos diferido en la forma en la que vemos política. Nunca me gustó una perspectiva de la política muy tradicional, pues a él no le indignaban las cosas que a mi si, sin embargo, le agradezco la importancia que le daba a los temas sociales, pues a eso le debo mucho de lo que soy hoy en día", aseguró Pedraza.
Así vivió su infancia Jennifer Pedraza
Como vimos, Pedraza estuvo siempre interesada por la realidad nacional y las causas sociales, desde muy temprana edad tuvo el impulso de inclinarse hacía el servicio. Sin embargo, no sería hasta llegar a su primera movilización donde definiría gran parte de su futuro.
Para entonces, la multinacional Greystar ponía en marcha un proyecto minero en el Páramo de Santurbán. El macizo montañoso es un sentido motivo de orgullo de los santadereanos, por lo que cualquier coyuntura relacionada con él, es atendida con real importancia por sus habitantes.
"Lo que buscaba la multinacional era practicar la minería a cielo abierto para sacar oro. En mi colegio, que era de monjas, esto fue muy conflictivo, pues muchos queríamos alzar nuestra voz de protesta y en tal sentido nos unimos como estudiantes a una movilización que buscaba hacerle frente al proyecto minero. Incluso, muchas monjas salieron con nosotras", dijo Pedraza.
El proyecto se cayó tras las movilizaciones y las diferentes expresiones de protestas de los bumangueses. Luego del agitado día y de las horas de camino, Jennifer entendió que dicha movilización sirvió, que alzar la voz funciona y que aquello la habría hecho sentir viva, adoptando un propósito en su vida, defender los derechos de lo que cree justo y necesario para las comunidades.
A su vez, disfrutaba su niñez con ahínco. Le gustaba en demasía las celebraciones de diciembre, veía la unión con los vecinos como una festividad interesante, adora la pepitoria, plato típico de su región y no cambia por nada en el mundo, a la arepa amarilla.
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Etapa escolar
Sus padres le dictaron una frase muy común en nuestra cultura, muestra fehaciente de la importancia de esta en el desarrollo de las generaciones actuales. "Lo único que le voy a dejar es la educación", con ella en mente, sus padres la inscribieron en uno de los mejores colegios del país, 'el New Cambridge'.
Su papá, mantuvo con esfuerzo su promesa de brindar la mejor educación a su hija, incluso, en los días más difíciles.
"Eran momentos económicos muy difíciles para mi familia, mis padres habían priorizado el pagar un buen colegio para sus hijos a pesar de que dormíamos los cuatro en un cuarto, en un colchón en el piso", dijo Pedraza.
Esto se convirtió en un momento coyuntural en su vida, pues en el colegio respondía con notas altas y disfrutaba a su vez del privilegio que muy pocos tenían en su barrio. Sin embargo, vivía en dos mundos que se contrastaban, la extensa gama de posibilidades en su colegio y las carencias de su barrio, de su familia. A temprana edad no diferenciaba y hacía conciencia de la desigualdad que existía en su camino, sin embargo, le sacaba provecho de la mejor manera a su lugar.
Pasó el tiempo y la brecha entre los mundos se agigantaron. Le empezó a dar pena decirle a sus compañeros donde vivía, le decía a su padre que la dejara a dos cuadras del colegio porque le daba pena del carro en el que iba, se sentía contrariada por su estado socioeconómico, sin embargo, todo tomó justicia y orden cuando le pidió firmemente a su papá que la sacara de ahí, porque no podía entender cómo pasaba tantas necesidades en el hogar para mantener su estadía en aquel colegio.
Así fue, su padre la sacó del New Cambridge y la inscribió en una Institución más asequible.
Así vivió su etapa universitaria Jennifer Pedraza
Luego de cambiar de colegio, ingresó a uno muy católico liderado por monjas que ayudaron a su formación.
"Yo empecé con esto (su vocación de servicio) en el colegio. Todo esto fue muy colectivo, pues con un grupo de cinco amigas desde noveno, impulsábamos y liderábamos causas y acciones en pro del colectivo. Siempre que preguntaban quién quería hacer tal actividad, nosotras alzábamos la mano", dijo Pedraza.
A la par de este desarrollo de actividades, Jennifer conocía el mundo universitario muy de cerca, desde quinto de primaria, muy temprano en su educación, decidió estudiar inglés en la Universidad Industrial de Santander, tuvo contacto entonces con este mundo académico a dicha edad, razón por la cual más tarde decidió que su carrera iba a gestarse en la Universidad Nacional, la institución pública del país.
Etapa Universitaria
"Ya conocía la universidad por mi curso de inglés, entonces se me metió en la cabeza que yo debía entrar a la Universidad Nacional desde 10 de bachillerato, entonces, unos profesores de mi colegio, de manera voluntaria y gratis, empezaron a darnos clases especiales para afrontar las pruebas de ingreso a dicha universidad. Ellos descargaban las pruebas de la Nacional y desarrollábamos los ejercicios. Pasamos 3 de 10 que estábamos en eso", dijo la congresista.
Se graduó de su colegio a los 15 años y se trasladó de inmediato a Bogotá, su segundo hogar, donde ha gestado desde esa edad un camino de movilizaciones y cambio social. En el mismo, descubrió la changua que adora y le aprendió el gusto por la piña en la pizza.
Su papel en la política nacional
Su figura cobró relevancia en las movilizaciones sociales del 2018, cuando entró al movimiento estudiantil ganando un espacio acorde para alzar su voz e ideas.
Más adelante, en el estallido social que tuvo lugar en el gobierno del expresidente Iván Duque, la ahora líder estudiantil tuvo un encuentro con funcionarios de ese gobierno, quienes le dijeron: “Ustedes están haciendo paro porque quieren que gobernemos con su programa, y resulta que nosotros somos los que ganamos las elecciones, nosotros no tenemos que gobernar con su programa, ustedes no tienen que hacer un paro, lo que tienen que hacer es ganar en las elecciones”.
Y pese a no estar de acuerdo con el 100% de esta aseveración, Jennifer entendió que si debían buscar un espacio en la política nacional, si quería cambiar la crisis en educación que vivía el país y los reclamos que como líder sabía que tenían un fondo que sólo a través de una figura como la de congresista podía llegar a tratar de mejor manera.
"Luego vienen los paros del 2019 y 2021 y a finales de este último año, a mi me contacta Jorge Gómez, que fue mi plancha al senado, persona que admiro mucho. Él me dijo que yo debería lanzarme y así lo hice, pues me sentí respaldada", dijo Pedraza.
Desde su elección como representante a la Cámara por Bogotá, ha trabajado en diferentes iniciativas, considera que su mayor triunfo en su posición, fue el lograr la anulación del contralor Carlos Hernán Rodríguez, "a quien eligieron sectores políticos tradicionales, pasándose por la faja la Constitución y la ley".
Jennifer lidera iniciativas en pro del desarrollo educativo, económico y de igualdad del país, trabaja todos los días y su agenda está por lo general, ocupada, sin embargo, deja espacio para un viernes como este, para hablar de su vida, de su historia y trayectoria, una en la que la pepitoria y el amor por sus perros tienen espacio para impulsar su trabajo.