Juan Martín Del Potro es uno de los tenistas argentinos que más se ha destacado en el circuito de este deporte a nivel mundial. Logró llegar a la cima muy rápido, a sus cortos 20 años ya ocupaba el top 10 del ranking ATP. Para ese entonces se convertiría en el primer jugador de la historia de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en debutar ganando cuatro torneos de manera consecutiva.
Nació en Tandil en 1988, una pequeña ciudad de 150 mil habitantes, ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires. Por esa razón, lo bautizaron como ‘La Torre de Tandil’, una alusión clara a sus casi dos metros de altura y su lugar de origen.
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A pesar de haberle arrebatado el abierto de Estados Unidos a Roger Federer en 2009 y obtenido dos medallas olímpicas, y una Copa Davis representando a su país en 2012 y 2016, respectivamente, no logró ser el ídolo argentino que muchos esperaban. Su carisma no es precisamente lo que lo ha caracterizado, él solo podía ofrecer buen rendimiento dentro de la cancha.
Además, varias lesiones se han atravesado en su carrera y han convertido su camino por el tenis en una inestabilidad recurrente. En 2010 sufrió una lesión en su muñeca que lo aquejó durante varios años y en 2018 un problema en su rodilla también lo alejó de las canchas hasta la actualidad. Se tiene previsto su regreso para febrero de 2022 en el ATP 250 de Buenos Aires y el ATP 500 Río Open.
Sin embargo, un problema que no tiene nada que ver con lo físico y mucho menos con el tenis, lo estaría afectando en gran manera, justo antes de su regreso a las canchas. Según información del ciclo A la Tarde, del canal argentino América TV, gran parte de la fortuna que logró el tenista a lo largo de su carrera se habría esfumado por las malas decisiones financieras de su padre, quien falleció en enero de 2021.
Y es que desde sus inicios como profesional, fue su padre, Daniel Del Potro, quien estuvo al frente de sus contratos. Un hombre desconocido para el ojo público, pero al que muchos le temían por su férreo carácter a la hora de negociar.
Incluso, algunos periodistas en Argentina han señalado que la obsesión de su padre por proteger la fortuna de Juan Martín llegó a tal punto, que hasta contrataba detectives para indagar en la vida de las novias del tenista.
Durante los últimos años la relación entre Juan Martín y su padre fue fría, según indicaron los panelistas del programa A la tarde, después de que el tenista se enterara de los malos negocios de su padre, decidió alejarse.
El desfalco sería de unos 30 millones de dólares, según ha transcendido. Tras el triunfo en la Copa Davis de 2016, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) habría comenzado a sospechar de los movimientos financieros de la familia Del Potro y empezaría una presión sobre los negocios a nombre del tenista.
Daniel Del Potro, veterinario de profesión, habría ingresado al negocio agroindustrial y requería de tierras para sembrar soja, uno de los cultivos con más rentabilidad en Argentina. Para ello, acudiría a alquilar decenas de campos fértiles los cuales tenía que costear por medio de préstamos a usura que terminaron por generar deudas enormes, las cuales serían de sumas mayores a las ganancias con las que cuenta el tenista en la actualidad. Sin contar, además, con las supuestas malas inversiones inmobiliarias que habría realizado mientras su hijo jugaba al tenis.
Incluso, se ha especulado que el padre del tenista argentino, no podía ni siquiera caminar por las calles de Tandil con tranquilidad, debido a su mala fama, no solo por sus malos negocios, sino también por su carácter.
El regreso de Del Potro parece un hecho, sin embargo, su vuelta a las canchas podría verse afectada por el supuesto desfalco que ha salido a la luz en pleno primer aniversario de la muerte de su padre. El tenis es un juego individual pero todo parece indicar que las ganancias son colectivas.
