La explosión de este lunes 22 de mayo en un estadio en la ciudad de Manchester, Inglaterra, deja hasta el momento 22 personas muertas y otras 59 heridas mientras salían de un concierto de la popular cantante Ariana Grande. Pocas horas después un comunicado anunció lo que muchos consideraban obvio: el atentado fue obra del autodenominado Estado Islámico.
"Uno de los soldados del califato logró colocar artefactos explosivos en medio de una reunión de los cruzados en la ciudad británica de Manchester en venganza por la religión de Alá, para aterrorizar (a los infieles) y en respuesta a sus transgresiones contra la tierra de los musulmanes", dice el comunicado del grupo terrorista por medio de su agencia de prensa Amaq.
"Los artefactos explosivos fueron detonados en una desvergonzada arena de conciertos, causando la muerte de 30 cruzados e hiriendo a otros 70. Y lo que viene después será más severo para los adoradores de la cruz y sus aliados", continúa.
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La reivindicación del atentado estuvo acompañada de una amenaza, y la experiencia reciente demuestra que cuando se trata de un grupo extremista como Estado Islámico hay que cuidarse. El historial de su accionar terrorista es una clara muestra de su peligrosidad, al tratarse de un grupo al que no le tiembla la mano realizar ataques tanto en Medio Oriente, Europa y Estados Unidos.
En menos de dos años ya son ocho ataques en territorio europeo y norteamericano, en ciudades importantes, de los cuales tres ocurrieron en lo que va corrido del año, dejando a su paso un total de 380 personas fallecidas y 1.323 heridos.
- París, Francia. 13 de noviembre 2015: 130 muertos y 415 heridos.
- Bruselas, Bélgica. 22 de marzo 2016: 35 muertos y 340 heridos.
- Orlando, Estados Unidos. 12 de junio 2016: 50 muertos y 59 heridos.
- Niza, Francia 14 de julio 2016: 85 muertos y 286 heridos.
- Berlín, Alemania. 19 de diciembre 2016: 13 muertos y 45 heridos.
- Estambul, Turquía. 1 de enero 2017: 39 muertos y 70 heridos.
- Londres, Inglaterra, 22 de marzo 2017: 6 muertos y 49 heridos.
- Manchester, Inglaterra. 22 de mayo 2017: 22 muertos y 59 heridos.