Los escándalos en el gobierno de Donald Trump, las mujeres, las denuncias de acoso sexual, su lenguaje sin censura, las peleas con periodistas, con medios de comunicación, los despidos de infinidad de funcionarios, le han causado daño a su imagen, pero lo que realmente lo tiene cayendo en las encuestas es la forma como ha manejado la pandemia del Covid-19.
La administración de Trump, que concluye el 20 de enero de 2021, es tal vez una de los más controvertidas en la historia de Estados Unidos. Son muchos los frentes en los que no le ha ido bien y a ello se suma la filtración de hechos sobre su pasado que lo han puesto en la primera plana de los medios de comunicación.
Sin embargo nada parecía afectar su imagen, pero llegó el coronavirus y el manejo errático y equivocado que le ha dado a la pandemia del Covid-19 puede costarle su reelección.
Desde el comienzo el presidente minimizó la llegada del virus a su país, lo calificó de “simple gripa” y que “desaparecería de forma milagrosa”, no impuso el aislamiento recomendado, continuamente da mal ejemplo al no usar la debida protección, las pruebas arrancaron demasiado tarde, ésta y muchas cosas más tienen hoy a su país en el pico más alto de contagio en el mundo.
En la tercera parte del especial de KienyKe.com sobre el presidente Trump, recogemos algunos de los aspectos más controvertidos de su forma de gobernar, las peleas que lo han enfrentado incluso con algunos de sus más cercanos colaboradores, los medios de comunicación, los periodistas e incluso organismos internacionales, el manejo de la muerte de George Floyd a manos de un policía y el manejo que le ha dado al Covid-19 son algunos de los aspectos que retratan un estilo que le está costando caro tanto a él como al país.
Pandemia desatendida
La sabiduría del científico
Otro de los puntos negros en el manejo de la epidemia y una de las razones por las que se extendió rápidamente, fue el fracaso en el sistema de pruebas de diagnóstico para mapear la propagación de la enfermedad y con ellas tomar decisiones para detener su avance.
Al destacado infectólogo Anthony Fauci director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIH) Trump le puso la tarea de dirigir la lucha contra la pandemia, labor titánica dadas las cada vez más descabelladas declaraciones del presidente, causando en el científico evidentes gestos de molestia. Son frecuentes los movimientos de cabeza negando las afirmaciones que le escucha decir a su jefe en la ruedas de prensa.
Fauci es el cerebro de la lucha contra el Coronavirus y se enfrenta a diario con la irracionalidad de Trump, pero asegura que a pesar de que lo contradice en público, lo escucha y sigue sus consejos. El doctor es un respetado asesor de cabecera de la Casa Blanca desde Ronald Reagan y es reconocido por sus aciertos en el manejo de enfermedades que amenazan a la sociedad como el VIH.
Sin Dios ni ley
En el libro “The Art of the Deal”, El Arte del Trato, su autor, Donald Trump describió cómo es su forma de trabajar y así, tal cual es como ha gobernado: sin planeación ni demasiada estructura.
“La mayoría de la gente se sorprende por mi forma de trabajar. Lo hago muy fácil. No llevo un maletín. Intento no programar demasiadas reuniones. Dejo mi puerta abierta. No puedes ser imaginativo o emprendedor si tienes demasiada estructura. Prefiero venir a trabajar todos los días y ver qué se desarrolla”.
Los tropiezos que identifican sus casi tres años y medio de gobierno, tienen mucho que ver con ese estilo en el que no hay estrategia, solo acciones y reacciones.
Sobre todo, éstas últimas que se ven reflejadas en temas como el manejo de la pandemia por el Covid-19 o la muerte de George Floyd en los que se dejó llevar por sus “instintos” y el cambio de postura frente a temas de poca o gran envergadura.
Un ejemplo que conoce el mundo entero es su posición frente al dictador de Corea del Norte Kim Jong Un, a quien calificaba de “hombrecito cohete” y con el que competía como un niño con mejor juguete, cuando públicamente decía “el botón nuclear de Estados Unidos es más grande y poderoso… ¡y mi botón funciona”!
Tiempo después Trump decidió reunirse con el líder norcoreano en la frontera desmilitarizada entre las dos Coreas y al término del encuentro sorprendió a todos cuando dijo: “Nos gustamos desde el primer día. Si no fuera por la especial relación que tenemos este encuentro no habría sido posible."
Para muchos el conflicto con Corea del Norte gracias a las acciones del presidente estadounidense han hecho que se agudice. A pesar del diálogo directo con Kim Jong Un, la posibilidad de que esa nación se desnuclearice es cada vez más lejana, los norcoreanos aseguran que EEUU ha incumplido sus promesas.
Los rusos metieron la mano
El primer año de gobierno estuvo marcado por el escándalo de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
La Central de inteligencia de Estados Unidos, CIA, concluyó que el gobierno ruso de Vladimir Putin realizó ataques cibernéticos en los comicios, a través de un grupo de hackers bautizados por el FBI como "The Dukes", dirigidos a la propia candidata y a los miembros más destacados de la campaña demócrata.
Se trató de ataques cibernéticos que los rusos llaman "kompromat", (material comprometedor) que significa usar información política sensible en contra de una persona para dañar su imagen o chantajearla.
A través de este hackeo lograron entrar a las cuentas de varios miembros del staff de la campaña demócrata y de la misma candidata, para extraer las comunicaciones que tenían en sus cuentas y filtrarlas a los medios, a fin de desacreditar a sus autores.
Buena parte de comunicaciones privadas de Hillary Clinton, discursos en recintos cerrados, entre ellos uno con banqueros de Wall Street en los que los elogiaba, o la filltración de un correo en el que señalaba que desde CNN una periodista, de la que dice el nombre, "me envía algunas de las preguntas de las que me harán en el debate."
Muchos de los mensajes extraídos de la cuenta de la candidata fueron publicados por WikiLeaks lo que le ocasionó serios problemas dentro de su partido y entre muchos electores, porque en ellos se evidenciaban contradicciones entre lo que afirmaba públicamente y lo que realmente pensaba sobre temas sensibles para el pueblo americano.
Varias cabezas de los organismos de investigación e inteligencia fueron despedidos por el presidente Trump, entre ellos el director del FBI James Comey y el fiscal general Jeff Sessions, como una lección para callar a quienes pretendieran declarar para involucrarlo en el daño que los rusos le hicieron a la campaña demócrata.
¡Se calla, o lo despiden!
La permanencia en los cargos de mayor peso en la administación del presidente Trump no está garantizada, son muchos los funcionarios a los que ha despedido, incluso vía Twitter, o por interpuesta persona.
Casi todos los que han salido en medio de los escándalos tienen que ver con la trama Rusa o el proceso de destitución por el caso de Ucrania, especialmente si han permitido que se investigue a Trump o han en sus declaraciones lo han involucrado. La lista es larga.
Muerte de Floyd crucifica a Trump
El 25 de mayo George Foyd un ciudadano afroamericando murió asfixiado por la presión que sobre su cuello hizo con su rodilla el policía Derek Chauvin, en la ciudad de Minneapolis, lo que produjo airado rechazo en el país y el mundo entero.
Desde el asesinato del líder Martin Luther King el 4 de abril de 1968 Estados Unidos no vivía enfrentamientos raciales tan violentos como los que originó el asesinato de Floyd.
El presidente en sus intervenciones no condenó la acción criminal del policía y a cambio calificó de “terroristas” a quienes protestaban por la muerte de George Floyd.
La prensa en la mira
Donald Trump llegó a la presidencia de su país precedido de fama por los logros en su carrera como empresario, su nombre aparecía en los medios de comunicación con frecuencia ligado a grandes obras y su nombre era sinónimo de éxito y riqueza, a pesar de sus cuatro quiebras.
El prestigio como empresario audaz y ganador se afianzó con el exitoso reality “El Aprendiz” del que fue su productor y que tenía como mensaje "Me convertí en maestro del arte de la negociación, e hice del nombre Trump una marca de la más alta calidad"
Se trató de un espacio en el que un grupo de empresarios compertían para ganar 250 mil dólares y un contrato para dirigir una de las empresas de Trump.
La luna de miel con la prensa se vino abajo cuando arrancó su campaña a la presidencia, y debió enfrentar a los periodistas políticos que comenzaron a hacerle preguntas que lo irritaban y lo hacían salir de sus casillas. Desde esa época los enfrentamientos con la prensa no para, los agrede, ordena sacarlos de las ruedas de prensa, los señala y veta.