La periodista Érika Zapata pasó de ser discriminada por su acento paisa a convertirse en toda una sensación en Internet por su particular y original forma de contar las noticias en Caracol Televisión.
Luego de cada emisión, su nombre se vuelve tendencia en redes sociales. Su personalidad, su forma de hablar y sus “dichos raros” han llamado la atención de los televidentes y la han hecho diferenciarse de los demás reporteros del canal.
Se hizo famosa luego de que en la primera jornada del día sin IVA del pasado 19 de junio dijera en vivo que cerraron un local comercial en Medellín porque “las personas parecían pollos en un galpón”. Además, porque en los directos actúa de forma natural, no neutraliza su acento paisa y cuenta los hechos cotidianos como si estuviera narrando una historia.
Esta joven de 24 años tiene grandes aspiraciones profesionales. A cada nota, reportaje o crónica le imprime su sello personal. No le da miedo lo que le diga la gente, pues sabe que es diferente y que eso la llevará muy lejos en el mundo del periodismo televisivo, así muchos le hayan dicho lo contrario y la hayan criticado por lo que hoy en día la hace resaltar.
En diálogo con KienyKe.com, Érika Zapata contó los detalles más íntimos de su vida personal y profesional. Según dijo, desde que entró a la universidad ha tenido que pasar por muchas dificultades para llegar a donde trabaja hoy en día, pues cada mañana acompaña a los colombianos con historias que consigue en su labor como “ojo de la noche”.
Sus pasos hacia el periodismo
Érika Zapata supo desde niña que quería ser comunicadora social y periodista. Fue juiciosa en el colegio para conseguir una beca pero jamás se la ganó. Tuvo que buscar por otro lado los recursos para ingresar a la universidad y así empezar su camino profesional.
Entró a estudiar a la Universidad Luis Amigó de Medellín y siempre mantuvo el promedio por encima de 4,7. Según dijo, los compañeros de la carrera le hacían bullying, criticaban su aspecto y hasta su forma de hablar. Creían que ella jamás llegaría a la televisión, pero después comenzó sus prácticas profesionales en el canal regional Hora 13 y les demostró todo lo contrario.
“A mí en las clases siempre me ponían detrás de las cámaras y nunca me daban la oportunidad de presentar, pero desde que llegué a Hora 13 me dije a mí misma que tenía que ser diferente y contar las historias de otra forma. Empecé a utilizar dichos en las notas y los reportajes eran más visuales. Mi estilo le empezó a gustar mucho a la gente”, contó.
De Hora 13 pasó a trabajar con la Gobernación de Antioquia, escribiendo historias y contando detalles de la gestión de Luis Pérez. En 2018 se graduó de la universidad y, aunque pensó que con el título en la mano conseguiría trabajo más fácil, duró más de cinco meses tocando puertas en diferentes medios de comunicación.
“Mandé muchas hojas de vida pero nadie me recibió. Me sentía fracasada. A los cinco meses logré entrar a Teleantioquia y allí mi vida cambió. Empecé como productora y terminé en el noticiero con temas de orden público. Eso me gustaba mucho y tenía muy buenos contactos, pero al año me sacaron del canal”, señaló.
Érika contó que duró un año sin trabajo hasta que la llamaron de Caracol Televisión para que hiciera parte del programa “Extra”, el cual tuvo que ser suspendido por la pandemia del Covid-19. Ese fue el paso para llegar al noticiero y hacer el reemplazo de los corresponsales en Medellín.
“Esa era la oportunidad que siempre había esperado porque yo nunca había hecho directos. El primer día que salí en vivo me encomendé a Dios, conseguí unos datos e improvisé. Me dije: ‘voy a hacer como si fuera a contar una historia y no puedo tener nervios porque eso saldrá horrible’, así que actué muy natural y me dijeron que había salido muy bien”, narró.
Según dijo, en ese primer momento recibió muchas críticas por parte de los televidentes, pues en las redes sociales aparecían comentarios como: “esa periodista habla como una ñera” y “parece que hablara como la vendedora de rosas”.
“La gente empezó a criticarme. Decían que yo por qué utilizaba la chaqueta así, que parecía una ‘nea’ y que hablaba como la del dicho de ‘me la mecatié en cositas’. Yo dije que no iba a aguantar el bullying, pero mi amigo Sebastián Palacios me apoyó para que saliera adelante. Yo volví y salí al siguiente día y los comentarios empezaron a ser más positivos”, aseguró.
Érika mencionó que, desde ese momento, se ha sentido más segura y que cada día trabaja por ser mejor en su trabajo. Aseguró que quiere seguir trabajando en Caracol Televisión y hacer historias para que la gente la recuerde.
“Reporteros hay muchos pero pocos que generen recordación. Mi idea es seguir trabajando cercana a la gente. Que ellos vean que me parezco a ellos, que hablo como ellos, que me visto como ellos y que soy una persona normal. Así seguiré haciendo mi trabajo, porque es lo que siempre he querido desde que era niña”, manifestó.
Escuche aquí la entrevista completa con la periodista paisa Érika Zapata:
