Julián Román posee una de esas carreras que tantos actores en América Latina desearían tener, con unos treinta años ante los reflectores y las cámaras, ha tenido la oportunidad de pasar de la televisión a otras plataformas como el cine y el teatro, tanto nacional como a nivel internacional.
Alejado un poco de la televisión por la que muchos conocen al actor, en 2022 regresa a ser nombrado gracias a su participación en la obra ‘Sara Dice’, dirigida por el respetado dramaturgo Fabio Rubiano.
La trama se rige a raíz de la posibilidad de construir una sociedad en paz, sin embargo, para esto es necesario un asesinato cada cien días, la única manera de poder racionalizarlos es que estos se den en el marco de una “norma general” que administre las muertes justamente.
Esta obra de teatro empezó su temporada desde el 24 del febrero hasta el 2 de abril en la Santa Sede del Teatro Petra, en la localidad de Teusaquillo, en Bogotá.
KienyKe.com habló con Julián Román, que a pesar de que su padre, el legendario Edgardo Román, murió hace casi un par de meses, cree que la mejor manera de honrar su memoria y legado es a través de la actuación.
El bogotano empezó conversando sobre cuál es ese factor que hace especial a Sara Dice y por qué deberían ir a ver este proyecto:
“Yo creo que tiene muchas cosas que la hacen especial, siempre digo que hablar de los proyectos donde uno trabaja es muy difícil, porque obviamente uno le tiene un afecto muy especial, pero esta tiene a Fabio Rubiano detrás, a Marcela Valencia detrás, al teatro Petra detrás.
La dramaturgia y la dirección de Fabio es impecable, es una obra que Petra estrenó, si no estoy mal, hace catorce años y en este remontaje viene recargada de un nuevo elenco, viene con una visión que tiene Fabio muy precisa de los aspectos fundamentales de la vida, la muerte, la decisión de la vida sobre la muerte y sobre todo ese humor negro que tanto le agradecemos a las obras de Fabio, por más crudas que sean, como ‘Labio de Liebre’, como ‘Historia de una Oveja’.
Siempre ese humor negro cumple su misión y su misión es dejarnos pensando, dejándonos muy incómodos, incómodos de esa risa, ¿por qué me río de eso si realmente eso está pasando? Así llega Sara y el público de Petra está muy contento de este remontaje”.
A continuación puede ver la entrevista completa con Julián Román:
A continuación, el protagonista de ‘Hasta que te Conocí’ dio detalles sobre Andy, el personaje que interpreta en esta puesta en escena:
“Somos una familia, lo interesante es que no se sabe de dónde es esta familia, como puede ser de Colombia, puede ser de Perú, puede ser de Argentina, puede ser de cualquier lado y este personaje, se interactúan entre sus hermanos, Larry y Andy son los hermanos, Andy soy yo, prácticamente es un vago que sigue buscando oportunidades de trabajo, siempre como con excusas.
Esto que estoy diciendo es un trabajo interno que se hace del personaje, pero lo que se ve es esto, unos vaguitos, mayores de cuarenta años, que son mantenidos de su hermana Sara, Sara es la que trabaja, la que provee, pero ellos son los que viven sabroso la vida, no necesitan trabajar, con lo que hace Sara ellos tienen suficiente. Andy siempre está buscando trabajo y nunca lo encuentra, no se sabe si es porque no quiere o porque tiene mala suerte o un poco de las dos”.
Román también respondió a la pregunta sobre si cree que, como actor, es más difícil desenvolverse para una producción de comedia negra:
“Sí, es que es muy difícil, sobre todo porque yo siempre he tenido esa disfunción, en buen término, del humor, sobre todo en Colombia, porque somos de una escuela de humor muy variado y muy difícil, somos de la escuela de ‘Sábados Felices’, que es una escuela que a mí me tocó desde el colegio, o sea, es un programa que tiene cincuenta y pico de años, digamos que es un humor blanco, y cuando el teatro, el cine, el stand up, empiezan a romper con ese humor en un país tan mojigato como el nuestro se vuelve muy complicado, porque todo se lo toman personal.
Primo Rojas, que es un gran exponente de esto que estamos hablando, en uno de sus grandes trabajos que se llama ‘Cómo un pobre entierra a la mamá’, su premisa es voy a tocar unos temas de los cuales en Colombia no se puede hablar, no se puede hablar de la pobreza, no se puede hablar de la muerte y no se puede hablar de la mamá, son cosas intocables, pero el humor sí lo permite y el humor negro creo que tiene esa función, porque primero yo creo que la gente tiene que entender que nada es personal, cuando el humor entra a una obra, cuando el humor entra a algo que ustedes están viendo, nada es personal, nadie está señalando con un dedo, nadie está diciendo: ‘es que usted…’.
Creo que sí es necesario y creo que esa ha sido la única forma para que los colombianos, medianamente, tengamos una salud mental y creo que en el teatro es muy importante, el teatro más allá de todo lo que hace, siempre que exista una posibilidad de utilizar el humor negro va a ser más elocuente y va a ser más provocador en un país donde vivimos provocados todo el tiempo por la violencia, por las injusticias, por la mojigatería”.
Más adelante, el intérprete confesó si hay algún papel o algún proyecto que todavía le faltar alcanzar o lograr, teniendo en cuenta la prodigiosa carrera que tiene:
“La vara que yo me he puesto toda la vida no tiene que ver ni con premios, ni con reconocimientos, ni con ganarme un Óscar, no, mi vara siempre ha sido personajes que me compliquen la vida y que me hagan sentir vivo y hasta el momento me ha pasado y yo no puedo estar más agradecido, las cosas que me han llegado han sido maravillosas.
Ya voy casi dos años y medio trabajando nuevamente con Petra, no puedo estar más feliz, no les puedo explicar lo que significa volver a trabajar con ellos, yo trabajé con Fabio y con Marcela hace muchos años, pero por cuestiones del trabajo estaba en otros lados y volver a trabajar con ellos ha sido increíble, enriquecedor, esto se volvió nuevamente un taller para mí, volver a trabajar estas obras.
Entonces a mí lo que me falta todavía es muchos personajes, muchas historias que contar, muchas cosas que me compliquen, que me saquen canas, porque eso es lo que siempre pido, no como ‘ay, que este personaje sea chévere’, no, que me complique, que no sepa cómo lo voy a hacer”.
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Para terminar, Julián Román dio un mensaje dedicado para todos los actores que están iniciando en este bello oficial en un contexto como lo es el colombiano:
“Es que son muchas cosas, yo creo que lo más importante es que entiendan que esto es una profesión, esto no es un hobby, esto dejó de ser un hobby hace muchos años, en la época de mi papá y todavía en mi época, se veía que ser actor era como, ‘bueno, va a ser actor, pero ¿qué va a estudiar?’, mi abuelo me decía: ‘bueno, pero ¿qué carrera va a tener?’, ‘no, voy a estudiar arte dramático’, ‘no, pero, en serio, ¿qué va a estudiar?’.
Hoy en día no, ya está en las universidades, centros de estudio, sobre todo, lo que le diría a la gente, es una frase de mi papá que siempre me encantó y que me parece que resume todo el tema de su escuela, es que el arte es una necesidad que tenemos todos de expresar, pero el arte sin disciplina se vuelve perezoso.
Entonces yo creo que la disciplina es una cosa muy importante, sobre todo en el arte, sobre todo en un país como Colombia, donde todavía hay muchas personas que no entienden cómo es la vuelta, si uno entra en el juego de no ser riguroso y de ser profesional se puede ir por otros lados, lo vemos por todos lados, todo lo que tenga la televisión, todas las cosas que aparecen, que de pronto juegan al arte o como decía Fito Páez, juegan a la parodia del artista, pero ser artista implica unas cosas más internas, más complejas y más serias, entonces yo creo que el arte sin disciplina nunca va a funcionar y va a dormir”.
