Llevar el vallenato en la sangre y tener una cuenta pendiente con Gabriel García Márquez son dos características que describen a Celso Piña, conocido en el mundo artístico como ‘El rebelde del acordeón’, que desde hace más de 30 años compone, toca y encanta al mundo con su vallenato mexicanizado.
Recuerda con gran cariño una vez que lo invitaron a tocar en el lanzamiento de uno de los libros del Nobel colombiano Gabriel García Márquez. Con acordeón, guacharaca y cajón, interpretó vallenatos que ‘Gabo’ no tardó en bailar junto a su mujer, invitando de paso a otros a hacerlo. La única canción que Piña no pudo tocar en ese momento fue ‘Reina de cumbias’, pero le prometió al Nobel grabarlo en el próximo disco. Esa promesa la cumplió. Sin embargo, aquella vez prometió entregarle el disco al escritor, pero la muerte del autor de Cien Años de Soledad se adelantó a la promesa.
Guarda con recelo un libro autografiado por el Nobel que dice: “De su gran hincha, ‘Gabo’”, que le firmó en otro encuentro que tuvo, en el que el escritor también bailó hasta que se cansó.
Su nuevo disco ‘Aquí presente compa’, incluye canciones de autores como José Alfredo Jiménez, Juan Polo Valencia, Martin Emilio Soto, entre otros, que ponen la letra, pero él pone el ritmo para darle a cada uno un aire especial. Como primer sencillo, el mexicano eligió precisamente 'Reina de cumbias', canción que le debía al Nobel.
A principios de los años 70 comenzó a escuchar a Lisandro Meza, Alfredo Gutiérrez, Aníbal Velázquez y los Corraleros de Majaguar, que influenciaron los sonidos que comenzó a probar en su acordeón, instrumento que aprendió a tocar solo. Entre las lomas llegaron los sonidos brillantes del vallenato que de inmediato entendió que no sonaba igual a la música que se tocaba con este instrumento en México.
“Oyendo esos artistas fue que me dieron ganas de tocar el acordeón. Antes tocaba la batería y la percusión, pero al oír lo rico que sonaba, definitivamente me decidí por ese instrumento”. El primer acordeón se lo regaló su papá y aunque solo tenía dos líneas, esta fue la primera canción que se aprendió:
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Dice que a Colombia le debe toda su carrera, ya que son más de 35 años en esta industria interpretando música de nuestro país con un estilo propio. ‘La gota fría’ es una de sus canciones favoritas y a pesar de haberla querido interpretar en ese momento, Carlos Vives le ganó, aunque después la grabó.
Escéptico a lugares que le den inspiración para componer, este artista prefiere sentarse con su equipo de trabajo a crear y entre todos sacar las canciones. Sin embargo, uno de los momentos más difíciles que ha vivido ocurrió cuando en una de esas reuniones peleó con su disquera y estuvo cuatro años quieto, sin sacar ninguna producción. Para Celso, los discos a pesar de venderse cada vez menos, son la carta de presentación de cada artista y por eso siempre existirán.
Otro de los momentos difíciles que ha tenido en su vida fue la muerte de 'Candy', su perrita adorada. "Mi hija me llamó y me contó que una vieja la había arrollado. A pesar de tener un viaje a Estados Unidos aquella vez, dejé todo y fui a mirar que había pasado. Hoy tengo un perrito que se llama 'Bob' y otro 'Dilan' que son mi vida y siempre están presentes en mi vida".
A pesar de vivir esta era digital, no lee ni responde ningún mensaje de las redes sociales a pesar de estar presente en todas. No tiene celular. Le gusta compartir con sus amigos un buen tequila y aunque en ocasiones no tiene tiempo ni para comer por las extensas jornadas de promoción, ama lo que hace y aún no piensa en el retiro. “Por allá en cinco o diez años tal vez me aleje y quiera dejar de tocar, pero por ahora es un gusto hacerlo y llevar mi música a todos los rincones del mundo”.
El día que la muerte le ganó una promesa a Celso Piña
Lun, 24/11/2014 - 15:59
Llevar el vallenato en la sangre y tener una cuenta pendiente con Gabriel García Márquez son dos características que describen a Celso Piña, conocido en el mundo artístico como ‘El re