"Acá en Colombia nos siguen matando por ser trans, por construirnos como mujeres y como hombres libres. Acá tuvimos hace unas semanas el asesinato de tres mujeres trans en Santa Marta y en Barranquilla", fueron las palabras de Juli Salamanca, la directora de comunicaciones de la Red Comunitaria Trans, que en los últimos días ha encontrado en las redes sociales una plataforma de denuncia contra la violación de los derechos de las personas trans en el país.
En el Día Internacional del Orgullo LGBT+, Kienyke.com entrevistó a Juli Salamanca, una mujer trans que desde hace más de cinco años viene trabajando en la Red Comunitaria Trans y hoy es su directora de comunicaciones.
Un día en el que se conmemora los disturbios de Stonewall en Nueva York, Estados Unidos de 1969 en el que un grupo de activistas decidieron tomarse varias calles de esas ciudad tras la fuerte represión policial que vivían.
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"Fue como un grito de un movimiento oprimido. Nace de la rabia, de la frustración de una mujer trans, trabajadora sexual, negra, que vivía con VIH y que la policía la perseguía, que estaba mamada de que no se le reconocieran sus derechos como ser humano, como ciudadana", comentó Juli.
Han pasado más de 50 años desde que se dieron esas manifestaciones y en el caso de Colombia, si bien se han dado pasos importantes para garantizar derechos fundamentales de personas LGBT+, sigue persistiendo una violencia y estigmatización marcada contra la población trans que en los últimos meses ha empezado a elevar su voz y hasta gritar para que todos se enteren que no permitirán más atropellos.
"Durante estos tres meses de pandemia no hemos parado de denunciar la situación de violencia. Esta situación de violación de derechos hacia las personas trans nos obliga y nos hace un llamado para reunirnos, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad, y salir a las calles", aseguró Juli Salamanca.
Red Comunitaria Trans, espacio de sanación y rencuentro
En las redes sociales la Red Comunitaria Trans ha tenido una acogida importante siendo protagonista en las últimas semanas por las denuncias que vienen de diferentes mujeres trans que son violentadas en Colombia.
Juli le comentó a Kienyke.com, que esta red nace hace nueve años y de la mano de tres trabajadoras sexuales que empiezan a sentir que en Bogotá no había un espacio pensado para trabajadoras sexuales, en el cual ellas lograran primero construir un espacio de sanación, de rencuentro, de unión.
"Un espacio en el que lograran poder posicionar los temas y las necesidades de las trabajadoras sexuales trans", explicó.
Este espacio empieza con Daniela Maldonado, con Catalina Ángel, dos trabajadoras sexuales que empiezan a ver que esta necesidad de la ausencia de un espacio dirigido y construido para las trabajadoras sexuales.
"Lo que pasaba un poco y que hoy siguen pasando es que las organizaciones hablan por las trabajadoras sexuales y por las personas trans. Entonces esto fue como un acto político de decir hoy nosotras tenemos voz y vamos a armar nuestro colectivo. Nuestra organización hará con nuestra propia voz e alzarla y exigir la garantía de nuestros derechos", puntualizó la líder trans.
Desde la red han logrado el objetivo de poner sobre la mesa denuncias como la muerte de Alejandra Monocuco ocurrida el pasado 29 de mayo en el barrio Santa Fe en Bogotá.
"Hemos visto el caso de Alejandra que fue un caso de transfobia institucional, de discriminación y negligencia, en el cual la administración mintió para tapar su negligencia", expuso Juli.
Sin duda esta red ha encontrado en las redes sociales y la virtualidad el poder de llegar y hacer las denuncias y que tengan un eco muy grande y que se genere una presión tan grande como la que se ha generado con el caso de Alejandra.
"Justicia para Alejandra, en este llamado se han unido millones y millones de personas, no solo de Colombia, sino del mundo entero. Artistas, cantantes, activistas, feministas rechazan un caso tan doloroso como el de Alejandra, que no es un caso aislado, como vemos, porque el sábado pasado golpearon brutalmente y le dispararon a tres trabajadoras sexuales".
Orgullosa de ser una mujer trans
Juli Salamanca es una mujer trans y carga ese orgullo como su mayor bandera de lucha. Comenta que le produce amor y emoción hablar de su construcción identidaria y dice que si volviera a nacer, volvería a construirse como una mujer trans.
"El mensaje a todos esos niños que hoy están sintiéndose discriminados, a todas esas niñas trans, a todas esas personas que no están pudiendo, no están logrando ser. Es que sí se puede llegar y cumplir sus sueños siendo personas trans", expresó Juli.
Esta líder hace unos años libró una batalla con la Universidad de la Javeriana donde estudiaba su pregrado. Allí no la querían reconocer como Juli Salamanca, no querían reconocer su construcción de mujer trans, por lo que empezó una batalla jurídica para que esa universidad la reconociera por lo que es.
"Esto quiere decir que los espacios de las universidades se convierten en espacios no seguros para las personas trans, en donde primero no se les reconoce su nombre. Segundo, no se les reconoce sus pronombres y muchas veces hay violencia en las clases", aseguró.
Pese a que la Corte Constitucional ha hablado y ha sacado varias sentencias sobre la protección de los derechos de las estudiantes trans en planteles educativos muchas veces eso se queda solo en el papel,a la hora de la verdad las personas trans se siente vulneradas por el sistema.
Juli ganó esa pelea contra un gigante como lo es esta universidad: "Tuieron que reconocer que me expuso a una situación de violencia constante dentro del campus. Tuvo que adoptar medidas para que estos hechos no se vuelvan a repetir. Tuvo que empezar un proceso de construcción de protocolos de atención a personas trans y lo más dichoso es que me reconocieron como Juli Salamanca en mi carnet en todo".