En los últimos meses, el mundo vuelve a poner los ojos en Ucrania, debido a la invasión por parte de Rusia que ha afectado a aquel país, una triste página que nuevamente se escribe en este territorio de Europa del Este, luego de que en 1986 viviera un caótico momento y que aún sigue presente en la memoria de los ucranianos.
Este martes 26 de abril, se conmemoran 36 años del accidente de la central nuclear de Chernobyl, en la antigua Unión Soviética, el desastre de este tipo más grave de la historia, que afectó oficialmente más de 28.000 kilómetros cuadrados de territorio soviético, pero se cree que sus consecuencias se extendieron por toda Europa.
La tragedia se presentó en la noche del 25 y madrugada del 26 de abril de 1986, mientras se realizaban pruebas de seguridad en el reactor 4 de la central nuclear, una terrible explosión que llevó al aire millones de componentes radioactivos que se expandieron en la atmósfera.
Un fuerte incendio destruyó una larga extensión de bosques que hoy se conoce como el Bosque Rojo, por los altos niveles de radiactividad que aún presenta. Cientos de miles de personas fueron evacuadas de sus residencias.
Niños fueron afectados por consumir leche contaminada, aumentando notablemente los casos de cáncer de tiroides a niveles alarmantes. Al pasar los años todavía se ven casos de personas con cáncer, mutaciones y deformidades gracias a la radiación.
La catástrofe nuclear fue de nivel 7, la más alta y peligrosa posible, igual a la de Fukushima hace unos años. Pese a la magnitud de hechos, los reactores 1, 2 y 3 continuaron funcionando, aunque gradualmente cesaron sus actividades, hasta que en el año 2000 dejó de funcionar la Estación Nuclear Central de Chernobyl.
La Unión Soviética tardó mucho tiempo en reconocer la tragedia, para cubrir el incidente y así evitar sanciones y rebajar el impacto a nivel internacional. Este hecho dejó inhabitable un radio de 30 kilómetros en torno a la ciudad de Pripyat, lugar donde se ubica la planta a 100 kilómetros de Kiev, conocida como la zona de exclusión.
Después de la tragedia, la lluvia radioactiva se esparció por un gran territorio, contaminando plantas, ríos y lagos, y de paso, miles de animales, que presentaban deformidades y extrañas mutaciones como vacas con patas en la espalda, además de otras especies con tumores en todas partes del cuerpo.
A la fecha, se mantienen restricciones de transportar, producir y consumir productos de la región afectada, además de que una gran parte de territorio tiene prohibición de ser habitada porque esto es peligroso para la salud.
Países como Finlandia, Alemania, Polonia e Italia cuentan con ciertas zonas donde está prohibido alimentarse de especies locales, pues se han registrado casos de especies contaminadas por la radiación.
El 23% de su territorio, donde cerca de 2 millones de personas vivían, se vio afectado por la nube y lluvia radioactiva.
La catástrofe dejó daños irreparables, y que a pesar de los años, son heridas que aún no se han podido cicatrizar. Miles de personas han contraído enfermedades propias de la exposición radioactiva a la que se encuentra sometida el territorio.
Chernobyl en la actualidad
Con motivo de la invasión por parte de las tropas rusas a territorio ucraniano, estas se tomaron la planta a finales del mes de febrero; semanas después el ejército ucraniano recuperó su control. Se pudo evidenciar que los soldados rusos que abandonaron la planta, presentaron niveles de radiación más arriba de lo normal.
Este conflicto ha puesto a la planta de Chernobyl de nuevo en el radar del mundo, que fue foco de la catástrofe nuclear más delicada de la historia. Libros, películas, canciones y hasta la exitosa serie de HBO en 2019, han retratado de varias formas este accidente, que en más de 3 décadas, sigue vivo en el recuerdo de la humanidad.
Ucrania vuelve a vivir un capítulo difícil, aquellos que fueron testigos de la tragedia en 1986, están reviviendo momentos de miedo, dolor y horror, que pese a su magnitud, no imaginaban que esos sentimientos algún día iban a revivir.
