Son las 5:40 de la tarde, y el sol, que ya pretende esconderse, tiñe de dorado el cielo bogotano. Marlon Moreno llega a la cita en un restaurante ubicado en la calle 69 con cuarta. El mesero le trae un vino malbec que el actor cata con gusto. Hace tres años que no lo vemos en la televisión colombiana porque en un acto de valentía decidió viajar a Los Ángeles para empezar de nuevo.
"Me quedé sin empleo. Tenía una exclusividad, la cual me quitaron. Año y medio después me ofrecieron un proyecto en el que me pagaban la mitad de lo que me venían pagando. No acepté. Entonces mi esposa me dijo que me fuera una semana a Los Ángeles. Yo ya venía en conversaciones con un mánager de allá que me había contactado nueve meses atrás.
Me fui con el ánimo de quedarme una semana, pero estando allí entendí que en una semana no iba a hacer nada y decidí quedarme como los valientes, sin idioma y dispuesto a enfrentar lo que fuese. Pasé por muchos rechazos, llegué a pensar que no iba a lograrlo nunca, pero como decía Winston Churchill -La cometa se eleva más alto con viento en contra, no a su favor-".
[single-related post_id="716462"]
Siempre lleva en el cuello una cadena sin dije, de ella cuelga una argolla; también lleva anillos en los dedos anular y meñique de la mano izquierda -Soy el señor de los anillos -bromea-. "Significan algo, pero no te voy a decir. Hay cosas que hacen estrictamente parte de lo privado", dice con una sonrisa que es poco frecuente de verle. Luce serio, pero bastante cordial.
[caption id="attachment_744188" align="alignnone" width="1024"] Foto: Laura Salomón[/caption]
Marlon Moreno es como un vino de gran reserva. Tiene un poco de Merlot, dulce y oscuro, pero también es un Cabernet Sauvignon, con facilidad de adaptarse a las circunstancias. Del Pinot Noir tiene la suavidad y la frescura de su esencia y por supuesto, del Malbec, que bebe en este momento, posee los matices y la calidez. Es una persona que con la primera impresión muestra la sabiduría que le han dado los años.
El director teatral Rubén Di Pietro dice que la actuación es el resultado de cuatro elementos: persistir, insistir, resistir y nunca desistir. Marlon Moreno los aplicó todos. Su valiente decisión de quedarse en Estados Unidos le ha dado frutos como: ''Tattooed Love' (película americana), Another Forever (película americana), Handle with Care (película sueca) y 1 Contra Todos (serie brasilera), que actualmente promociona. Ha hecho todo esto, menos 'Game of Thrones', un rumor del que no tiene ni la más remota idea de dónde salió.
Al principio, trabajar en producciones de habla inglesa no fue fácil. Pero con disciplina y paciencia ha logrado tener un inglés fluido.
"Estudié 16 horas diarias de inglés por mi cuenta. Autodidacta de toda la vida, nunca pude con las escuelas. Me gradué de bachillerato, pero de ahí en adelante me ha costado trabajo seguir en la academia, no me gusta. Yo siento que la mejor escuela para un actor es la literatura y enfrentarse a un público".
"Si la muerte me va a llegar, que me agarre pasándola bueno"Hace años leyó en algún libro un proverbio árabe que dice "Si tienes un problema y hay una solución. No te preocupes, ya se solucionará. Si tienes un problema, y no hay solución. No te preocupes, no hay nada que hacer". Desde entonces decidió no preocuparse más. Vivir tranquilo, con toda la calma posible. Dejar de lado sufrimientos y perturbaciones, que si bien los hay y de eso se compone la vida, no hay que exagerarlos, hay que vivirlos con toda la madurez del caso. "Dime tú si cuando te has preocupado por algo ¿eso te ha solucionado la vida? Hay cosas que hay que dejarle al cosmos. Las mejores cosas de la vida me han pasado cuando no me he preocupado por ellas. Lo que va a suceder sucede. Pero para que sucedan toca trabajar. Tengo otro proverbio - que la vida de agarre trabajando- Y si no te ofrecen trabajo, pues haz tus propias cosas. [single-related post_id="726937"] Si la muerte me va a llegar, que me agarre pasándola bueno. Uno se encuentra con todo tipo de personas, muchas no envían buena onda, pero lo que toca hacer es tratarlas con amor. Al final de la vuelta, quizá se pueda cambiar algo". La calma de su espíritu es evidente. Habla claro, conciso y seguro. Con una mirada firme, amigable y profunda que pareciera atravesar el cuerpo para mirar el alma, pendiente de todo lo que ocurre a su alrededor, siempre observando. Toma su copa, saborea un trago de vino y dice: [caption id="attachment_744186" align="alignnone" width="1024"] Foto: Laura Salomón[/caption] "En algunos momentos la prensa me ha dado durísimo. Ha habido momentos en los que he pasado por cosas que no me han dejado dormir, pero no he hecho ni un solo movimiento. Dejo que fluya. No tengo porqué defenderme de lo que no he cometido, y si me toca defenderme de algo que haya hecho será con las autoridades pertinentes. No le juego al tema de la opinión pública, yo tengo claro quien soy. No soy amigo de andar peleando con la prensa. Mi filosofía es: lo que tú dices de mí, no habla de mí , habla de ti. Puedes hablar de mí lo que quieras, yo voy a tratar de darte amor, si te dejas que bueno, si no, ni modo"