En una emotiva conversación con la periodista Margarita Pasos, Daniela Ospina compartió detalles íntimos sobre las decisiones cruciales que definieron su vida. A sus 18 años, Ospina se enfrentó a una encrucijada: casarse con James Rodríguez y acompañarlo en su carrera futbolística o aceptar una oferta para estudiar y jugar voleibol en Estados Unidos.
La creadora de contenido eligió el amor en ese momento, pero a los años se separó, después de un tiempo se dio otra oportunidad y casó en secreto con Gabriel Coronel. Ahora, más de una década después, ella tuvo un inesperado reencuentro con la persona que le había ofrecido la oportunidad de seguir su sueño deportivo en el país norteamericano. La revelación de ese encuentro la impactó profundamente.
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En sus palabras, Daniela Ospina rememoró el momento: "Me para una persona, un colombiano, y me dice: ‘Hola, Daniela, ¿te acuerdas de mí?’ y yo: ‘No, no me acuerdo’. Y me dice: ‘Yo soy la persona que te iba a traer a la universidad acá [Estados Unidos] cuando te casaste’. Y yo: ‘Ay, no, lo que me faltaba escuchar’. Te lo juro que me dio una tusa. Fue como el último check de vida que me faltó”.
A pesar del remordimiento que sintió al enfrentarse a lo que podría haber sido una oportunidad dorada, la empresaria revela que no se arrepiente de su elección. Su decisión de permanecer al lado de su familia y priorizar el amor le permitió tener a su hija Salomé, quien, según Ospina, es uno de los mayores tesoros de su vida.
Reflexionando sobre su trayectoria, Ospina comentó: “Tomé otras decisiones mejores, y, como siempre digo, sin eso quizás Salo no existiría y de verdad ella ha sido… no digo que Lorencito no, pero viene en otras condiciones y otro momento de mi vida. Salo fue ese motor para todo, para superar, para levantarme, para ser lo que hoy en día soy, para emprender, para todo”.
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Con esta confesión, Daniela Ospina no solo ilumina el camino recorrido hasta hoy, sino que también celebra cómo las decisiones tomadas, incluso las que parecen difíciles, pueden llevarnos a los mayores tesoros de nuestras vidas.