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Daneidy Barrera Rojas, conocida en las redes sociales como Epa Colombia, sigue siendo el centro de atención mediática luego de ingresar a la cárcel El Buen Pastor en Bogotá, donde cumple una condena de cinco años y dos meses por los actos vandálicos ocurridos durante el Paro Nacional de 2019. Desde su reclusión, ella ha tenido que adaptarse a una nueva realidad marcada por dificultades de convivencia y denuncias sobre posibles vulneraciones a sus derechos.
La emprendedora, quien ingresó al penal el pasado 30 de enero, ha tenido que enfrentar una serie de retos emocionales y logísticos. En una entrevista reciente para Noticias Caracol, ella compartió que sus primeras noches en prisión fueron especialmente difíciles. "Uno ni al peor enemigo le desea que esté en la cárcel (...) Muy duro. Me recibieron bien, así como hay gente que me quiere, hay unos que no, pero fue bien, gracias a Dios", confesó, visibilizando la lucha emocional que implica el encierro.
Este testimonio fue corroborado por un video filtrado a través de la cuenta de Instagram Rechismes, en el que se ve a Epa Colombia organizando sus pertenencias en una celda visiblemente desordenada, con objetos esparcidos por el suelo y el colchón contra la pared. En la grabación, algunos usuarios especularon sobre un posible hostigamiento por parte de otras reclusas, ya que se rumorea que el desorden podría haber sido causado en su ausencia. "Vulneran los derechos de Epa en el Buen Pastor", se leía en uno de los comentarios que acompañaba el video, lo que generó una ola de preocupación y tristeza entre sus seguidores.
Los comentarios en redes sociales fueron numerosos: "Que triste la justicia de este país", "Me duele verla así", "Dios mío que la saquen rápido", entre otros, reflejando el apoyo que sigue recibiendo Barrera de parte de sus fanáticos. A pesar de este respaldo, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las acusaciones de maltrato o el desorden en la celda de la influencer.
En una conversación más profunda con la presentadora Johana Bahamón, Epa Colombia detalló que no todas las internas en El Buen Pastor la han recibido de forma amistosa. La empresaria mencionó que algunas reclusas han intentado perjudicarla, incluso evitando que reciba su comida o alertando a las autoridades penitenciarias en su contra. "No, todas me quieren (...) Me mandan la guardia, hay veces que no me mandan la comida", relató, reflejando la complejidad de su situación dentro del penal.
A pesar de las adversidades, la bogotana ha logrado encontrar fuerzas para sobrellevar las duras condiciones de su celda, que describió como un espacio reducido con un colchón sencillo sobre una base de cemento y una pequeña silla. Las noches frías son otra de las dificultades que ha tenido que afrontar. "Es un planchón, que es con cemento, y ahí le colocan la colchoneta a uno y ahí hace mucho frío, pero aún así yo me he mantenido, he estado orando", comentó sobre las difíciles condiciones del lugar.
La influencia de su fe y su convicción de que siempre es posible cambiar y mejorar son evidentes en sus palabras. Barrera compartió que, al ingresar al penal, se reencontró con algunas mujeres a quienes había capacitado en el pasado, lo que reafirmó su creencia de que, incluso en las situaciones más difíciles, es posible encontrar un camino hacia la rehabilitación.