Una investigación publicada por la organización Insight Crime puso en el ojo del huracán a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y a su esposo Álvaro Rincón por presuntamente haber tenido nexos con el narco-paramilitar identificado como Guillermo León Acevedo, más conocido en el mundo del hampa como “Memo Fantasma”.
El informe menciona que hace varios años la pareja, a través de su firma Hitos Urbanos Limitada, tuvo una relación de negocios inmobiliarios con el señalado delincuente para construir un edificio en un exclusivo sector de Bogotá.
Tras los graves señalamientos, la vicepresidenta decidió dar la cara para explicar la situación y, en medio del llanto, aseguró a la W Radio que jamás ha cometido actos ilícitos y que “no se le puede venir a ensuciar con una persona que nunca conoció”.
La investigación, escrita por el periodista inglés Jeremy McDermott, contiene seis capítulos en los que se detalla la vida del temido narco que “encontró que su mejor protección ha sido el anonimato”.
McDermott describe cómo “Memo Fantasma” comenzó su prontuario criminal en el Cartel de Medellín, pasó por las garras del paramilitarismo y ahora se da una “gran vida” en Madrid (España) sin tener miedo de enfrentar a la justicia.
Señala que, a pesar de que este hombre ayudó a traficar cientos de toneladas de cocaína, todavía no tiene ninguna orden de captura en su contra y “nadie lo está buscando”.
El rastro que enredó a Ramírez y a su esposo
En el capítulo quinto, titulado “Tras Memo Fantasma: los rastros de su dinero”, el periodista narra la forma en la que el narco-paramilitar logró ocultar por varios años parte de los frutos que le dejaron sus actividades criminales.
Cuenta que, como otros capos, Acevedo optó por crear una empresa a nombre de familiares o amigos cercanos para lavar dinero y mantener bajo cuerda sus fechorías. Según dice, la llamó Inversiones ACEM S.A. y la puso en funcionamiento del desarrollo inmobiliario.
Es en la búsqueda de esos rastros donde Marta Lucía Ramírez y su esposo Álvaro Rincón resultaron salpicados. La investigación indica que la empresa Hitos Urbanos hizo negocios con la compañía que “Memo Fantasma” creó en 2007 para construir un proyecto en la Calle 85 con Carrera 14, norte de la capital, el cual lleva hoy el nombre de "Torre 85".
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También dice el informe que Ramírez habría utilizado sus influencias para que el narco lograra matricular a una de sus hijas en el exclusivo colegio Nueva Granada luego de huir de Medellín e instalarse en Bogotá.
“Nos dimos cuenta de eso cuando alguien de la familia alardeaba de que Memo y Catalina habían matriculado a sus dos hijas en el colegio Nueva Granada, gracias a una recomendación de Marta Lucía Ramírez”, menciona uno de los testimonios recopilados en la investigación.
La vicepresidenta insiste en su inocencia
Ramírez explicó que su esposo sí tuvo un acercamiento con Acevedo porque a la firma de construcción que él maneja llegan muchas ofertas de lotes y propuestas para entrar en proyectos a través de fiducias, “como lo fue en este caso”.
Aseguró que al sujeto lo presentaron como una persona dedicada a la ganadería y que tenía un gran interés en invertir en finca raíz.
La funcionaria manifestó que lo que más quiere en este momento es que su nombre quede limpio, pues resaltó que desde que empezó su carrera pública ha actuado con integridad.
“Mi vida entera me la he pasado trabajando de manera íntegra, de manera honesta (...) estoy acá entre otras cosas porque quiero que los colombianos tengamos derecho a un país decente, a uno donde los criminales respondan ante la justicia”, expresó visiblemente conmocionada.
Además, la vicepresidenta cuestionó cómo en Colombia se ha vuelto una costumbre crucificar a una persona que está en la política antes de darle una oportunidad de defenderse.
“Lo que más quisiera yo es que avance esta investigación para que este señor y cualquier actividad que haya estado relacionada con narcotráfico se pueda conocer por la justicia y termine respondiendo ante la ley”, manifestó.
Por último, insistió en que ella y su esposo son completamente inocentes de las acusaciones y que jamás existieron tales nexos con el sonado criminal.
