En una reciente entrevista con La W, Vera Grabe, la jefa negociadora del gobierno colombiano, abordó la suspensión temporal del proceso de negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras el reciente ataque terrorista en Arauca. Grabe enfatizó que esta decisión no representa un cierre definitivo del diálogo, sino un congelamiento de las gestiones que el Estado ha venido realizando para reactivar la mesa de conversaciones.
“El ELN es el que se tiene que manifestar. En este momento suspendemos, pero estamos atentos a que haya una manifestación de voluntad de paz”, afirmó Grabe, dejando claro que el balón ahora está en la cancha del grupo guerrillero.
Lea también: ¿Luis Colmenares predijo su muerte? Esto respondió su hermano
La jefa negociadora también abordó las preocupaciones sobre la posible reversión del levantamiento de órdenes de captura contra líderes del ELN, como Pablo Beltrán, Aureliano Carbonell y Antonio García. Grabe precisó que la suspensión afecta únicamente las gestiones de acercamiento y no otras medidas de carácter judicial. “Suspender en este momento las gestiones significa no seguir en los intentos de acercamiento y esperar que haya una manifestación de voluntad”, aclaró.
La decisión de pausar las negociaciones fue tomada en una reciente reunión con el presidente Gustavo Petro, quien se mostró visiblemente “indignado” por el ataque en Arauca. Grabe descartó la posibilidad de renunciar a su cargo, reiterando el compromiso del gobierno en continuar buscando la paz, un “clamor” de las comunidades afectadas por el conflicto. “Para acabar un proceso es muy fácil, para levantarlo es muy difícil”, sostuvo, reafirmando la importancia de mantener abiertas las puertas al diálogo.
Además: ¿Quién es la colombiana que se convirtió en la mujer más pequeña del mundo?
Con este panorama, el gobierno se encuentra en una encrucijada: mantener la presión sobre el ELN mientras se espera una respuesta que permita reanudar las conversaciones. La situación refleja las tensiones inherentes al proceso de paz en Colombia, donde la violencia sigue siendo un obstáculo significativo en la búsqueda de un futuro más estable y pacífico.