El asesinato de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector general de la Policía Nacional, William Rincón, ha desatado una ola de controversia en Colombia, especialmente debido a las circunstancias en que se produjo su trágica muerte el pasado 24 de noviembre.
La versión de Andrés Camilo Sotelo, quien se encuentra detenido como principal sospechoso, ha dado lugar a diversas especulaciones. Sotelo insiste en su inocencia y ha señalado a un tercer implicado, el escolta asignado a la familia Rincón, como el verdadero responsable del crimen. Este giro en los hechos plantea nuevas preguntas sobre las verdaderas circunstancias detrás del asesinato.
La muerte de Juan Felipe Rincón no fue el resultado de un simple altercado. De acuerdo con los informes preliminares, la confrontación se produjo después de que se revelara que Rincón había mantenido conversaciones inapropiadas con dos menores de edad, de entre 8 -10 y 15 años. La familia de una de las niñas, tras conocer los detalles de las conversaciones, citó al joven en el barrio Quiroga, en el sur de Bogotá, con la intención de confrontarlo y entregarlo a las autoridades.
Sin embargo, lo que inicialmente parecía una conversación de resolución se transformó rápidamente en un violento enfrentamiento. Durante la discusión, se encontraba presente el patrullero de la Policía Sergio Felipe Rico, quien era el escolta de la familia Rincón. Según los testigos, fue en medio de la riña cuando se produjo el disparo fatal que alcanzó a Juan Felipe en el tórax.
La versión de Andrés Sotelo
Andrés Camilo Sotelo, quien fue detenido por las autoridades, ha declarado ser inocente. A pesar de las acusaciones en su contra, el hombre insiste en que no fue él quien disparó el arma que acabó con la vida de Juan Felipe Rincón. En una entrevista con Noticias RCN, Sotelo explicó que en el momento del incidente no portaba un arma real, sino una pistola de CO2, un arma no letal utilizada para practicar tiro al blanco.
Sotelo señaló que el disparo mortal vino del escolta de la familia Rincón, el patrullero Sergio Felipe Rico, quien tenía a su cargo la seguridad del joven en ese momento. “El día de los hechos fue muy confuso. No portaba un arma de fuego real, solo una pistola de aire comprimido”, explicó. En un gesto de arrepentimiento, también pidió disculpas a la familia Rincón, asegurando que, aunque no fue responsable de la muerte de su hijo, el enfrentamiento nunca debió haber ocurrido.
El escolta en el centro de la controversia
La versión de Sotelo ha cobrado relevancia debido al papel central del escolta en los hechos. Según el abogado defensor de Sotelo, Saúl León, el arma que llevaba Sotelo no era capaz de disparar, a diferencia del arma de fuego del escolta. Esta hipótesis ha sido respaldada por los informes del CTI de la Fiscalía, que indican que el revólver de Sotelo no estaba operativo, mientras que la pistola del escolta sí lo estaba.
Un video grabado por un testigo muestra el momento exacto en que el escolta, tras un forcejeo, apunta su arma y dispara contra Juan Felipe. Este video se suma a otro que muestra al joven tendido en el suelo, con el escolta aún involucrado en la confrontación.
El futuro del caso
Este lunes 2 de diciembre de 2024, se lleva a cabo la audiencia en la que un juez decidirá si Andrés Sotelo permanece detenido o se le concede la libertad mientras avanza la investigación. Aunque el hombre sigue siendo el principal sospechoso, las pruebas disponibles hasta el momento no lo vinculan directamente con el disparo mortal, lo que mantiene viva la duda sobre su responsabilidad en el crimen.
El caso de Juan Felipe Rincón ha captado la atención de la opinión pública, tanto por las implicaciones que tiene dentro de la familia de un alto oficial de la Policía, como por la gravedad de los hechos. La situación también pone en evidencia la complejidad de las circunstancias que rodearon la muerte del joven, cuya conducta hacia menores de edad parece haber sido un detonante crucial para el trágico desenlace.
A medida que continúan las investigaciones, la familia Rincón sigue exigiendo justicia por la muerte de su hijo, mientras la sociedad espera respuestas claras sobre la verdad detrás de este doloroso incidente.