Empresas Públicas de Medellín (EPM) continúa impulsando su crecimiento amparada en la innovación en sectores clave para la transición energética, siendo esta la primera en producción energética del país (incluyendo en su matriz a Hidroituango, el proyecto hidroeléctrico más importante del país) y actualmente una de las compañías que más apuesta en la investigación de nuevas fuentes de energía.
Eso lo demuestran, dejando a un lado a Hidroituango, con iniciativas como el recién inaugurado proyecto solar fotovoltaico Tepuy, en la Dorada, Caldas, con el que se suma energía suficiente para alimentar a una ciudad de 400 mil habitantes, según estimaciones del Ministerio de Energía. Una apuesta total por las energías limpias que, esperan, cada vez sean más transversales tanto en su oferta energética como en el consumo interno.
“También avances en el hidrógeno que estamos realizando de manera decidida para tener nuevas fuentes alternativas, para brindar soluciones sostenibles a nuestros clientes y usuarios (...) El grupo EPM está comprometido con la agenda mundial de desarrollo y lo hace por convicción”, aseguró a Kienyke.com Margarita Salazar, vicepresidenta ejecutiva de gestión de negocios.
En ese orden de ideas, Salazar pide no olvidar el rol protagónico que ha adquirido un proyecto como Hidroituango en la autonomía energética del país, mencionando que incluso estando hasta ahora en su primer etapa de operación, ya logró tener un impacto significativo en la capacidad de Colombia durante fenómenos tan complejos como el Fenómeno del Niño: “Si no hubiera estado en operación nos hubiera puesto en una condición de país de racionamiento. La seguridad energética en gran parte ha podido descansar”.
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Por otro lado, Salazar asegura que otro foco importante actual es “recuperar la esencia” de EPM con la prestación de servicios públicos de calidad, priorizando también la cobertura en algunas de las zonas más alejadas de su territorio de operación. Esto, por ejemplo, mediante el desarrollo de infraestructura que se adapte a las condiciones de la geografía colombiana, como lo hicieron por ejemplo con el acueducto aéreo en Urabá.
“Me gusta mucho contar sobre el acueducto de Urabá, porque se construyó en una zona de Turbo en donde durante más de 30 años a la población se le decía que no podía tener el servicio de acueducto porque es zona de manglar. Entonces la estructura tradicional es imposible llevarla a esa zona”, manifestó Salazar.
La innovación de cara a los usuarios
En cuanto al trabajo por ir más allá y mejorar la relación con sus clientes, así como captar potenciales usuarios, EPM tiene una estrategia muy fuerte de crecimiento con estrategias comerciales que conectan con todos los públicos. Tanto así que, por ejemplo, ya se acercan a una cobertura del 100% de energía en una ciudad como Medellín.
Sin embargo, más allá de los servicios públicos domiciliarios básicos (energía, gas y acueducto), EPM ha impulsado un competitivo portafolio con innovadoras apuestas como la energía y el agua prepago, que le permite a una parte de sus clientes acceder al servicio en la medida en que reciben sus ingresos. Hoy, el 12% de los usuarios de energía tienen este sistema y cerca de 30 mil tienen el servicio de agua bajo esta modalidad.
“Son mecanismos que hemos desarrollado pensando en brindarle a nuestros usuarios una forma fácil de acceder a los servicios en la medida que reciben sus ingresos”, señaló Juan Felipe Valencia, vicepresidente comercial de EPM.
Asímismo, Valencia señala que otro punto importante ha sido mejorar e innovar en la interacción de los usuarios con EPM, al punto de que “cerca del 50% de las transacciones e interacciones que los clientes tienen con EPM, las hacen a través de canales digitales”. Un amplio sistema de atención al cliente que incluye desde canales físicos tradicionales, hasta la app de pagos, su asistente virtual Emma, los centros de autogestión o la línea gratuita de atención al cliente.
