La Contraloría General de la Nación denunció un detrimento de 2.318 millones de pesos en el patrimonio nacional por la compra de 52 visores nocturnos por parte del Ejército Nacional en 2018, que además resultaron ser de uso deportivo y no militar.
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Según el comunicado liberado por este organismo de control, “los visores nocturnos fueron comprados en Estados Unidos para usarse en operaciones militares, pero los peritajes técnicos indicaron que son de grado 3”, que son los que se requieren para deportes extremos como el alpinismo, montañismo o la cacería.
“Se determinó que los bienes recibidos por el Ejército Nacional, al no ser de uso militar y no cumplir con los estándares de calidad requeridos, no satisfacen ni van a satisfacer la necesidad para la cual fueron adquiridos”, agregó el comunicado.
El detrimento patrimonial se dio al haber recibido equipos por un valor de más de USD 729 mil, el equivalente a la suma de 2.318 millones de pesos, que no cumplen con los requerimientos técnicos de acuerdo a lo inicialmente acordado por la Agencia de Compras del Ejército Nacional.
De acuerdo con la Contraloría, este contrato, suscrito desde el 28 de octubre de 2017, ya había tenido un traspié en diciembre de ese mismo año cuando los visores recibidos “no superaron las pruebas y por consiguiente se determinó devolverlos al contratista para hacer efectiva la garantía técnica”.
No obstante esa situación y con previa revisión de los requerimientos técnicos que estos aparatos debían cumplir para ser usados por las Unidades de Fuerzas Especiales en sus operaciones, los 52 visores nocturnos de referencia CK-1500 fueron recibidos a satisfacción por el Ejército Nacional en octubre de 2018 y catalogados como “aptos para el servicio”.
El peritaje del Ministerio de Defensa
En medio de su auditoría financiera, la Contraloría General de la Nación entrevistó en abril a un funcionario del Ministerio de Defensa que le habría realizado un peritaje técnico en octubre de 2020 a los visores adquiridos, “dentro de un proceso penal que adelanta la Fiscalía”. Las conclusiones no fueron positivas.
Lo que habría dicho el experto a la Contraloría es que “los visores nocturnos revisados durante el peritaje no se consideran equipos de especificación militar, pues según su denominación la refieren como CK-1500 y esa referencia no existe en ningún manual técnico de mantenimiento”.
Además, agregó el perito, al ser de una referencia de grado 3 corresponden a equipos designados para ventas comerciales, normalmente utilizados por deportistas extremos y no tienen un nivel de control y seguimiento estricto por parte del gobierno americano.
Cabe mencionar que hasta el segundo grado los equipos son de carácter estrictamente militar, siendo los de nivel uno destinados para uso exclusivo de las Fuerzas de Seguridad de los Estados Unidos, mientras que los de nivel dos corresponden a todos los equipos susceptibles de venta a países amigos.
Por su parte, según el informe del ente de control, el Ejército Nacional anunció el inicio de una indagación disciplinaria por irregularidades en el contrato de compra de los 52 visores nocturnos. No obstante, la Contraloría decidió seguir con el proceso y trasladar el hallazgo a la Procuraduría General de la Nación.