La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), publicó un informe en el cual se dio a conocer que entre enero y mayo del presente año, presentó un aumento del 101%, respecto al mismo período de 2020.
Según indicó la organización, Colombia "sigue mostrando el deterioro considerando el impacto en la población. En medio de la pandemia y picos de la Covid-19, se siguen desencadenando emergencias masivas tanto por situaciones de violencia armada como eventos asociados a fenómenos naturales, agudizando necesidades existentes en diferentes sectores y requiriendo atención urgente para mejorar las condiciones de vida".
Asimismo anunció que los eventos de desplazamiento ha aumentado en un 31% en comparación con el año previo, siendo los departamentos de Nariño, Antioquia y Cauca los más afectados por la emergencia al concentrar 81% de desplazados afrodescendientes e indigenas.
"Al menos el 63% de los desplazamientos masivos fueron causados por amenazas por parte de grupos armados no estatales a las comunidades, 17% fue generado por enfrentamientos entre actores no estatales, en búsqueda del control territorial y de las economías ilícitas", se detalla en el documento.
Adicionalmente, el 44% de los eventos reportados han hecho que al menos 27.000 personas han sido obligadas a confinarse tras presentarse enfrentamientos entre los grupos armados, amenazas por parte de esos y la instalación de minas antipersonal sobre los cultivos de estas comunidades.
"En Colombia, la contaminación por Minas Antipersonal (APM) y Municiones sin Explotar (MSE) continúa siendo una tendencia preocupante debido a que cerca del 60% de las 65 víctimas registradas en el transcurso del año y reconocidas por Descontamina son civiles [...] Los departamentos que lamentablemente concentran el mayor número de afectados son: Norte de Santander con 15 víctimas y Nariño con 12.", indicó la Ocha.
Continuando con esta línea, la organización señaló que se han reportado que algunos de estos artefactos explosivos han sido encontrados camino a las escuelas de los departamentos de Valle del Cauca, Nariño, Chocó, Antioquia y Norte de Santander, por lo que esto se han convertido en un gran riesgo para los niños, niñas y jóvenes que vuelven a sus clases presenciales.