Si bien la mayoría de las empresas del mundo arrancaron su proceso de retorno gradual a la normalidad, la preocupación para el 2021 por reducir los efectos del coronavirus dentro de las organizaciones sigue latente. Tal es el caso de la protección de la salud de los trabajadores que requieren desplazarse varias horas para llegar a su lugar de trabajo.
Y es que diversos estudios en el mundo revelan que el transporte público es uno de los espacios donde existe una alta probabilidad de contagio del coronavirus. Uno de ellos lo hace el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de México, quien en un reciente informe revela que viajar en transporte público más de media hora y con 150 pasajeros aumenta 2.2 veces el riesgo de contagio de COVID-19.
Incluso, en países como Italia, donde la pandemia ya suma más de 37 mil muertes, expertos y legisladores de ese país han señalado a los autobuses y metros de las capitales como uno de los principales culpables del aumento de casos positivos en la nación europea.
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De hecho, este tema ha generado un temor generalizado de muchas personas en el mundo a la hora de subirse en un bus, tren o subterráneo. Por ejemplo, en Colombia, de acuerdo con un reciente análisis elaborado por Profamilia, el 72 % de los colombianos procuraron no usar transporte público por temor al virus.
Pero, ¿cómo minimizar este impacto en el transporte público de trabajadores y empleados en el 2021? En el país, pese a que los gobiernos locales han definido tasas de ocupación para sus sistemas de transporte, algunas empresas le han apostado a la implementación de rutas corporativas para la protección de sus colaboradores.
Para Bruno Ocampo, CEO de Mi Águila, empresa colombiana experta en soluciones tecnológicas de movilidad y logística para las compañías, las rutas corporativas son un aliado clave para el transporte de los empleados en las grandes ciudades, ya que ayudan a descongestionar los sistemas públicos de movilidad y a tener un mayor control del estado de salud de los trabajadores dentro de las organizaciones.
“Evitar a toda costa las aglomeraciones tiene que convertirse en una bandera de las empresas, debido a que parte de nuestra continuidad dependerá de cómo aprendemos a convivir en pandemia y a proteger a nuestros colaboradores en su día a día”, añade Ocampo.
Además, agrega que estos modelos de movilidad corporativos permiten brindar mayor seguridad y reducir los costos de las empresas que requieren trasladar a sus equipos a sus lugares de trabajo o residencia en altas horas de la noche.
En ese sentido, Mi Águila, quien completa más de seis años trabajando con sistemas inteligentes de rutas corporativas, ha implementado protocolos de bioseguridad para darle continuidad a este servicio que tanto requieren las organizaciones en este momento coyuntural.
Para ello, esta compañía ha habilitado su flota para el traslado de 2 a 4 empleados, dependiendo del tipo de vehículo, y ha capacitado a sus conductores en temas de control sanitario, desinfección de elementos de trabajo, autocuidado y particularidades acerca de la pandemia